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Chile Condoro


Chile entró la era del bochorno internacional cuando el Cóndor Rojas se cortó la ceja ante más de 100.000 espectadores y todo el equipo, nada menos que la Selección Nacional de fútbol, abandonó la cancha alegando una falta de garantías que sólo existían en el guante del arquero. Entre ese «condorito» y el del pasado fin de semana durante la Copa Davis, hemos acumulado pacientemente muchos pequeños «condoros» internacionales que nos distinguen como país «very tipical», pese a los empeños de una administración tecnocrática del poder, los afanes del consenso político y la exitosa apertura al exterior.

Voy a mencionar sólo uno, menos conocido: la reciente cancelación del pabellón chileno en la primera feria universal del siglo, la Expo 2000.

Como es sabido, en Hannover, Alemania, se inaugurará en junio próximo una feria mundial de carácter universal, como las realizadas antes en Sevilla, donde Chile presentó el famoso iceberg, o la de Lisboa, en la cual nuestro país participó con el tema del océano. Ahora se había elegido el desierto como eje central del pabellón y se había comprometido con años de anticipación -como corresponde a una feria organizada por alemanes- la presencia de Chile.

El costo para nuestro país era de un millón y medio dólares. Ya se había diseñado el pabellón con su propuesta escénica e incluso había equipos chilenos en Hannover alcanzando acuerdos con sus pares alemanes para la construcción del proyecto cuando llegó desde Chile, hace poco más de una semana, la orden de parar y cancelar todo el proyecto.

En definitiva, Chile no estará presente en Hannover debido al cambio de prioridades del ministerio respectivo que, obligado a presentar recortes de presupuestos, optó por cortar actividades aparentemente menos conflictivas que reducir los gastos de representación de los embajadores, pero con un alto costo en imagen corporativa.

Para los alemanes -que tienen un contrato y un compromiso oficial de nuestro país, firmado por el Presidente Frei, para estar presentes en este evento- este es otro «condoro» de un país que comienza a ser percibido como poco confiable en las arenas internacionales.

La lista se acrecienta con el bochornoso episodio de la detención de Pinochet en Londres, partiendo por el «condoro» del propio ex dictador de ir a operarse de la columna a un país europeo, y siguiendo con la seguidilla de desaciertos del gobierno en torno al tema.

Otro caso para sumar a la lista fue el fenecido proyecto de convertir a Santiago en la capital del mercado de capitales latinoamericano, el centro de negocios más relevante de la zona, la plataforma de comercio emergente más avanzada y moderna, etc. Muchas horas de discusiones y anuncios rimbombantes para terminar en la nada.

El recuento podría seguir en forma interminable, pero dejo a los lectores la tarea de agregar «condoros» que de seguro yo ya he olvidado.

Sólo advierto que, cuando a Chile le pasen la cuenta se cosechen las consecuencias de su falta de seriedad, no salten los medios de comunicación apelando al sentimiento patriótico gritando, como nuestro Condorito, «exijo una explicación».

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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