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El reverso de la mentira


El reverso de la mentira es la verdad, y eso parecía un viejo axioma hasta esta sorpresa de la vida que ha sido el resucitar político de Alan García, ex Presidente de Perú nuevamente candidato a ese cargo y con una votación que le permite pasar a la segunda vuelta electoral del próximo mes de mayo.



La sorpresa García encontró a sus viejos y nuevos adversarios repitiendo la monserga creada por la dictadura de Fujimori acerca de la corrupción del gobierno García 1985-1990. Y lo curioso es que los mass media y la opinión en general coinciden en que la dupla Fujimori-Montesinos (no es pariente mío, por fortuna) mintió en todo lo que era posible mentir… pero para aquéllos «Alan García es un corrupto» pues así lo demostraron las investigaciones… Ä„hechas por el Chino hoy defenestrado y su asesor de seguridad hoy prófugo!



¿Tiene esto alguna lógica? ¿No se esconderán aviesas intenciones en todo este cuento? ¿No será otro de los manotazos de la central ideológica neoliberal que guarda rencor a este ex Presidente que no era precisamente uno de ellos?



Hoy casi nadie recuerda a Carlos Salinas de Gortari, el paladín mexicano del libremercadismo, el Nafta, la apertura, la desregulación, la privatización y otras cosas, cuya corrupción fue probada por un gobierno de su mismo partido, el PRI, y debió trasladarse a Irlanda. Aunque su jefe de la lucha antidrogas terminó preso por su relación con los jefes mafiosos, tampoco la DEA ha puesto un retrato hablado suyo en los aeropuertos, ni menos ha solicitado su captura. No, porque era un apóstol de la Nueva Era, del neoliberalismo ciego, de ese que margina a la gran mayoría en beneficio de uno pocos. Del mismo que controla la prensa y la comunicación para decidir lo que es bueno y malo.



Nadie discute el hecho que se cometieron errores en la conducción económica del Gobierno de García en Perú, y que alguna lección sacó de ellos. Pero de allí a demonizar su figura hay un paso más que largo, y eso es lo que sigo escuchando y leyendo en este rincón del mundo donde la verdad reside en manos de los poderes fácticos que denominan en la sombra.



Yo vivo hoy en Chile gracias a la firme conducta del Presidente García en pro de la democracia para todo el subcontinente. A su actitud responsable para impedir el rearme en la religión, lo que hubiese hecho más fácil a Pinochet la permanencia en el poder.



Si hay compatriotas míos o sudamericanos que tienen mala memoria, lo lamento por ellos. Sigo creyendo que es bueno para Perú que hoy la dirección del país la disputen dos demócratas, uno de los cuales fue la primera y más importante víctima de una dictadura vergonzosamente tolerada por gobiernos que se dicen democráticos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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