Publicidad

Eslovaquia: La puerta de Europa del Este

Es un país nuevo, con mucho potencial, una vida interesante y a la vez distinta a nuestro país. Además, debe hacer frente a naciones poderosas como Alemania y buscar su propio sitial, aún cuando debe solucionar aspectos socioeconómicos y culturales de las minorías étnicas.


Describir a Eslovaquia y en especial a su capital Bratislava resulta una verdadera caja de sorpresas, no sólo por sus características geográficas, sino que también por las políticas. Ubicada a tan solo 60 kilómetros de Viena, sorprende por su despegue y potencial turístico, lo que se ha convertido en una importante fuente laboral y de ingresos para esta emergente nación.



La vida diaria no tiene muchas diferencias con países como el nuestro: la gente es respetuosa, pero a la vez hace valer sus derechos debido en gran parte a la tradición legalista que ha adquirido, y que se desprenden de un proceso de transición democrática aún vigente, pues debemos recordar que su separación definitiva de la República Checa fue el 1 de enero de 1993.



En el plano netamente político, la coalición gobernante en Eslovaquia es de corte Social Demócrata y cristiano más bien conservadora. Por otra parte, en la República Checa, el líder del gobierno, Vladimir Spidla comanda una unión de partidos de corte social demócrata. Ambos países tienen un sistema político de democracia parlamentaria, pero en Eslovaquia funciona con una sola cámara: la de diputados (Poslanec), a diferencia de la República Checa que participa con dos.



Respecto al comportamiento social está muy influido por la variable edad. Las personas sobre los 60 años tienen, en general, un descontento o más bien una melancolía por la pérdida del sistema político institucional anterior. En cambio, los grupos etáreos entre 20 y 40 años, aproximadamente, tienen una actitud individualista y desinteresada por el acontecer político actual.



Eso se podría deber a una vida con necesidades básicas cubiertas, interesados por el consumo, por ejemplo, de celulares con un uso aún más masivo que en Chile y de autos nuevos de lujo, producto de su cercanía con Austria y Alemania; una especie de arribismo al tener vecinos poderosos que pertenecen a la comunidad económica europea.



Este arribismo es atribuible a los medios de comunicación masivos que tienen influencias tanto en puntos contiguos (Alemania), como a larga distancia (EEUU).



En el tema económico, en general, existe un gran sector medio que está dando paso a manifestaciones emergentes a su interior, como expresión de prosperidad económica de algunos productos, de las privatizaciones y el cambio de régimen económico y político.



Paralelamente a este proceso de sectores medios, hubo una acomodación de los líderes del régimen anterior, los que dejaron el poder también quedaron ligados, de alguna manera, al nuevo sistema, por medio de negociaciones «legales», generalmente en puestos directivos de empresas vinculadas al área del gas natural, petróleo, e industrias químicas.



En el tema del comercio, todavía existen negocios parecidos a los de la calle San Diego en Santiago y sobre todo en provincias sobreviven los de barrio, o pequeñas casas comerciales con la típica vitrina del almacén de la esquina. Existe eso sí, una convivencia latente de conflicto respecto a los mega mercados y estas pequeñas tiendas comerciales.



Los precios por los productos son muy parecidos a Chile, e incluso en muchos casos más baratos. Interesante es el caso de los viajes porque uno compra pasajes a nivel eslovaco y no de comunidad económica europea por lo que es muy conveniente comprar paquetes turísticos desde Bratislava.



Los horarios de trabajo comienzan a las 8 de la mañana, aproximadamente, y finalizan a las cuatro de la tarde, por lo que en el tema de esparcimiento es necesario, y se trabaja para ello.



Los medios de movilización masivos son el auto, bus y, especialmente, el famoso eléctrica (como los trolleys de Valparaíso), este último vehículo participa de varios recorridos por la ciudad de Bratislava, uno compra un pasaje en los paraderos y sube. Inmediatamente, dentro de la máquina, se debe marcar la tarjeta. Nadie se preocupa si uno lo hace y puede viajar gratis, pero si sube un inspector y pide el pasaje y no esta marcado, sufre una multa altísima. En general la gente es muy correcta respecto a esto ultimo.



Prácticamente, el nivel de violencia y delincuencia comparado con Chile es menor, incluso existen pocas cárceles, y el robo es mal visto por la comunidad.



En el tema de las minorías étnicas, Eslovaquia tiene una gran influencia en el sur, con poblaciones muy numerosas de húngaros dentro de su territorio. Pero eso no es todo, porque el gran problema se debe a que Eslovaquia tiene que preservar el respeto y la igualdad de derechos. Los húngaros tienen un partido político dentro de Eslovaquia y, además, en las elecciones tienen letreros en su idioma, producto de un derecho ganado en cuanto a su cantidad de población. Además, poseen escuelas que enseñan ese idioma dentro de Eslovaquia del sur.



La otra gran minoría son los gitanos o romanés, estos últimos, además, deben tener mayor apoyo y protección por parte del Estado, si esta última quiere pertenecer a Comunidad Económica Europea para el 2004, junto a la República Checa, Hungría y otros.



En conclusión, Eslovaquia es un país nuevo, con mucho potencial, una vida interesante y a la vez distinta a nuestro país. Además, debe hacer frente a naciones poderosas como Alemania y buscar su propio sitial, aún cuando debe solucionar aspectos socioeconómicos y culturales de las minorías étnicas. Por otro lado, debe hacer frente al gran desafío de fortalecer sus instituciones y mejorar aspectos como el tratamiento de industrias químicas y otros, si es que realmente quiere entrar a la Comunidad Económica Europea para el 2004.



* Rodrigo Bugueño Droguett es cientista político e historiador.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias