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Plan de Contingencia Ambiental para Santiago: se avanza un paso


En un año extremadamente complejo desde el punto de vista meteorológico -pocas lluvias y malas condiciones de ventilación- que agrava la contaminación de la capital y, ante el inicio del periodo crítico de salud por bajas temperaturas, con mayor presencia de virus respiratorios, valoramos el lanzamiento del Plan de Contingencia Ambiental realizado por el Intendente y Presidente de la Corema Región Metropolitana, Víctor Barrueto, junto a los distintos organismos sectoriales con competencia ambiental.



Si bien, las medidas anunciadas no consideran ningún cambio en lo que se refiere al Plan de Prevención y Descontaminación de la Región Metropolitana, plantea un trabajo mucho más coordinado entre las distintas entidades fiscalizadoras con vistas a disminuir, durante el presente invierno, los episodios críticos de contaminación mediante una mayor fiscalización a las fuentes emisoras -industrias, buses, autos, camiones, chimeneas domiciliarias, quemas agrícolas, etc.- los días en que se presenta una contingencia atmosférica.



Adicionalmente, el Plan considera un programa de sensibilización, educación, concientización a la ciudadanía en materia de contaminación atmosférica, para así desarrollar en la población prácticas que contribuyan a la disminución de la contaminación al interior de los hogares, al descenso de las enfermedades respiratorias, al uso racional del automóvil, entre otros comportamientos que ayudarán a enfrentar el problema del esmog.



Tal y como señaló el Intendente, este es un Plan de contingencia para enfrentar las complicaciones del presente año. Sin embargo, dentro de los anuncios realizados consideramos que faltaron medidas dirigidas a gestionar de mejor manera los sistemas de transporte de la ciudad, por ejemplo, a través del aumento de vías exclusivas para el transporte público o el incremento de las vías reversibles para asegurar el expedito flujo de los automóviles, durante todo el período invernal.



Además, pensamos que el Gobierno tiene las herramientas suficientes, no sólo para fiscalizar sino para prohibir el uso total de chimeneas domiciliarias, importante fuente de contaminación que contribuye de manera significativa, con la mala calidad del aire, tanto dentro como fuera de los hogares. En materia de proteger la salud de la población, sería conveniente incorporar indicadores de salud como una de las variables a considerar para decretar los episodios críticos.



La contaminación del aire de Santiago es un tema transversal, por lo que tiene que ser enfrentado desde una perspectiva global. La labor de las autoridades no sólo debe centrarse en evitar y gestionar adecuadamente los episodios críticos de contaminación. Si bien las medidas anunciadas por el Gobierno regional son necesarias y constituyen un paso de avance para enfrentar la contaminación atmosférica de la capital, no atacan el problema de fondo que dice relación con la capacidad de carga de la cuenca. Habrá que esperar entonces, la reformulación del Plan de Descontaminación para ver reflejada la voluntad política de las autoridades regionales y ambientales, de avanzar en este tema tan complejo para la capital.





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Paola Vasconi. Coordinadora Programa Medio Ambiente Fundación Terram

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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