El mercado no es meritocrático porque solo atiende a la capacidad adquisitiva de las personas: la buena educación se compra desde la enseñanza básica y ella asegura el ingreso a las mejores universidades del país.
El día lunes 3 de mayo de 2010 se realizó en la Facultad de Derecho un foro en el que participaron los candidatos a rector de la Universidad de Chile: fueron invitados los tres candidatos, sin embargo, el candidato-rector Pérez no asistió. Luego de sus declaraciones a un medio de prensa nacional la comunidad de Derecho esperaba expectante sus explicaciones acerca de la normalidad institucional de nuestra Facultad: no fue posible enterarnos qué significa esto según su visión.
Los candidatos Morales y Las Heras respondieron preguntas relativas al sistema de ingreso a la Universidad; políticas de formación de académicos y la toma de Derecho, entre otras. Ambos coincidieron en que la universidad sufría una crisis de liderazgo en el plano externo y de conducción ajustada a la ley y los reglamentos en el plano interno: el actual rector tiene dos fallos de los Tribunales Superiores de Justicia, varios dictámenes de la Contraloría y uno del Consejo para la Transparencia que establecen una actuación ilegal y arbitraria en su desempeño rectoral. Esta es la primera cuestión en juego: la comprensión del ejercicio del cargo y las prácticas que como comunidad estamos dispuestos a legitimar.
[cita]El mercado no es meritocrático porque solo atiende a la capacidad adquisitiva de las personas: la buena educación se compra desde la enseñanza básica y ella asegura el ingreso a las mejores universidades del país.[/cita]
Votar por el actual rector implica avalar una conducta reñida con el ordenamiento jurídico y con la tradición republicana de la U. de Chile (esa que habla de las virtudes de quienes ejercen el poder desde el sillón de Bello). La Universidad de Chile requiere de un liderazgo que no pueda ser vinculado ni directa ni indirectamente con la actual rectoría.
No afirmamos que la acción del profesor Pérez haya sido infructuosa, sería una ofensa para el equipo de trabajo que lo acompañó en su labor. Lo que decimos es que dicha tarea debió estar acompañada de una conducta intachable del líder de la universidad pilar de la fundación republicana.
Está en juego también decidir acerca de políticas concretas en materia de profesorado; crecimiento de la Universidad en infraestructura; fortalecimiento de su carácter nacional, público y meritocrático. Dos candidatos (Las Heras y Pérez) se ven cómodos con el lenguaje de la OCDE, es decir, con las concepciones del fenómeno universitario como mercado universitario. Morales en cambio viene sosteniendo la necesidad de limitar su alcance en la definición de las políticas.
En materia de selección de estudiantes uno de los candidatos, el decano Morales, plantea incorporar a la mejor universidad de Chile a los mejores estudiantes de los colegios municipalizados. La suya es una propuesta clara, y radical a estas alturas, del desarrollo de la vida universitaria nacional, de un modelo educativo que procura efectivamente burlar las injusticias de la ordenación socioeconómica chilena. El mercado no es meritocrático porque solo atiende a la capacidad adquisitiva de las personas: la buena educación se compra desde la enseñanza básica y ella asegura el ingreso a las mejores universidades del país.
En materia de profesorado el mismo candidato propone una sana convivencia de expertos profesionales de reconocido prestigio e investigadores: ambos grupos humanos son necesarios en la universidad. Sus procesos de calificación, evaluación y promoción deben estar entregados principalmente a sus pares. Rechaza el sistema de voto ponderado (un profesor titular de 20 horas vale medio voto y un profesor instructor de 44 vale 1 voto)
En infraestructura el principal asunto es Laguna Carén: bajo el gobierno Pérez- Las Heras el asunto se descuidó. El ex prorrector propone ahora poner parte de esa infraestructura en manos de privados. Morales en cambio implementará carreras en dicho espacio.
Las diferencias entre los candidatos no son de matices: la Universidad tomará una dirección u otra según quien sea el vencedor en este ejercicio democrático.
