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Seguridad ciudadana: el que sabe y el que no que aprenda

Ibán de Rementería
Por : Ibán de Rementería Miembro de la Corporación Ciudadanía y Justicia y Vicepresidente de la Red Chilena de Reducción del Daño.
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Tanto el funcionario como la experta en seguridad ciudadana confiesan que no saben las razones por las cuales ha disminuido la delincuencia, es de suponer que tampoco porque ésta anteriormente aumentaba.


Al terminar enero termina al año anterior, época de evaluaciones exitosas y auto elogios varios, esta vez el Gobierno se ha empeñado a fondo en demostrar mediáticamente sus éxitos en seguridad pública, uno de sus mayores empeños junto con el crecimiento económico y el empleo. La última encuesta de victimización  elaborada por Paz Ciudadana y Adimark ha motivado, noticias, reportajes, algunas opiniones y reflexiones, pero sobre todo estupefacción ante los hechos y escamoteo de los problemas centrales de seguridad ciudadana.

El gobierno se declara triunfante por la disminución de la victimización, hecho que viene aconteciendo consistentemente desde 2004 tanto según la encuesta en referencia y desde 2003 según las encuestas de victimización del INE-Ministerio del Interior, más aún, esa disminución sostenida de las conductas delictivas pone al país entre los más seguros del mundo, hechos que los gobiernos de la Concertación nunca supieron instalar en la opinión pública.

[cita]Tanto el funcionario como la experta en seguridad ciudadana confiesan que no saben  las razones por las cuales ha disminuido la delincuencia, es de suponer que tampoco porque ésta anteriormente aumentaba.[/cita]

Lo más importante de las actuaciones exitosas, las “buenas práctica”, luego de sus propios logros, es la posibilidad de replicarlas, pero en seguridad ciudadana nos encontramos con algunos problemas, así tenemos que a mediados de año el entonces  jefe de la División de Seguridad Pública de la Subsecretaria del Interior, Jorge Nazer, comentando los positivos resultados de la Sexta Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) dijo que: «hasta ahora no existe un indicador exacto que nos pueda explicar cuál es la razón del descenso. Esto quiere decir que sabemos que hay un indicador bueno, pero no tenemos una herramienta que nos señale qué acción o política deberíamos focalizar para generalizar el resultado”.  No parece ser que ese estado de estupefacción del señor Nazer con su asunto fuera la razón de su renuncia, sino que el ingreso “reguleque” del cargo en comparación con el que obtenía anteriormente en su empresa de seguridad llamada Alto S.A.

Ahora Javiera Blanco, directora de la Fundación Paz Ciudadana, ex subsecretaria de Carabineros durante el Gobierno de Michelle Bachelet, comentando la encuesta que su institución encargó ha dicho que: “Respecto a los factores que estarían incidiendo en la baja en el índice de victimización, no es posible aún atribuirlo de forma cierta a medidas específicas implementadas, puesto que sólo es posible dar respuesta a aquello a partir de estudios técnicos, que permitan evaluar y aislar los efectos de los programas sobre los niveles de criminalidad, hecho que aún no existe. De ahí la necesidad de identificar certeramente qué programas han incidido en qué hechos y así generar procesos de toma de decisión informados”.

Tanto el funcionario como la experta en seguridad ciudadana confiesan que no saben  las razones por las cuales ha disminuido la delincuencia, es de suponer que tampoco porque ésta anteriormente aumentaba. Una política de seguridad ciudadana, seguridad pública o política criminal que no pueda discernir las causas o las razones por las cuales la delincuencia disminuye o aumenta, que no tenga una teoría, una visión, que explique porque hay personas que delinquen, ni una capacidad para prevenir y controlar esas conductas, no puede establecer la manera de alcanzar la misión que la sociedad le ha encomendado: proteger los derechos de las personas. Si la autoridad y los expertos en seguridad ciudadana no saben porque la delincuencia aumenta o disminuye el conjunto de las actividades cumplidas para prevenir y controlar la delincuencia son, entonces,  puro diletantismo y divertimento, gasto ineficiente en su uso e ineficaz en sus resultados.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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