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¡Regionalización ahora!

Manuel Millones
Por : Manuel Millones Presidente de la Comisión Legislativa Asociación Nacional de Consejeros Regionales
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Sería interesante ver el mismo entusiasmo de la clase política por eliminar el binominal, puesto en los proyectos de regionalización y que ellos se aprobaran este año, con la finalidad de contar con gobiernos regionales con más competencias y financiamiento y consejeros regionales elegidos por la ciudadanía. La última palabra la tiene el gobierno, que es quien maneja las urgencias y con ello las prioridades.


Ha surgido en estos días un gran debate entre el gobierno, los parlamentarios de la Alianza, la Concertación e Independientes en torno a impulsar reformas políticas para cambiar el sistema binominal y muchos han comprometido sus votos para legislar y transformar el sistema electoral.

Siendo legítimo este debate, en las regiones nos gustaría ver el mismo entusiasmo aplicado a aprobar las reformas de la ley de gobiernos regionales, fortaleciendo las transferencias de competencias, recursos humanos materiales y financieros a las regiones, y la elección directa de consejeros regionales.

Estos proyectos fueron enviados por el gobierno el 2010, pero por falta de voluntad política no han tenido la urgencia ni la celeridad requerida. En la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados el proyecto ni siquiera ha sido puesto en tabla y esta iniciativa tiene que ser despachada a más tardar en abril si se quiere elección directa de consejeros regionales (Cores) en octubre junto a la de Alcaldes y Concejales.

[cita]Sería interesante ver el mismo entusiasmo de la clase política por eliminar el binominal, puesto en los proyectos de regionalización y que ellos se aprobaran este año, con la finalidad de contar con gobiernos regionales con más competencias y financiamiento y consejeros regionales elegidos por la ciudadanía. La última palabra la tiene el gobierno, que es quien maneja las urgencias y con ello las prioridades[/cita]

En el Senado, el proyecto de transferencias de competencias fue puesto en tabla por el presidente de la comisión de gobierno interior que preside el senador Víctor Pérez, lo cual valoramos. Incluso, ya hemos dado nuestra opinión a los senadores que compone dicha instancia de trabajo legislativo, y hemos sido invitados a una sesión conjunta que se llevará a cabo en  Punta Arenas, lo que también agradecemos. Pero no obstante ello, el proyecto no tiene urgencia, por lo que también su destino es incierto, no bastando para asegurar su tramitación positiva la voluntad y el trabajo de senadores como Carlos Bianchi, Andrés Zaldívar y Hosaín Sabag.

El proyecto en trámite tiene debilidades y materias que para nada interpretan a nuestra asociación nacional. Por eso, hemos expresado nuestros reparos y críticas. Incluso, conformamos una mesa de trabajo con la Subdere para destrabar la iniciativa y generar los consensos. Esta mesa tuvo un buen comienzo pero se vio interrumpida el año pasado y no ha vuelto a funcionar, lo que da cuenta de la falta de voluntad política para acelerar el trámite y una buena ley.

En los próximos días se llevará a cabo un Congreso Nacional de ANCORE, y quienes llevamos su conducción no tenemos ninguna buena noticia que entregar. Por el contrario, sólo señales de pesimismo, ya que ni el Gobierno ni el Parlamento tienen como prioridad la reforma regional, pese a que hay conciencia de un centralismo extremo que, entre otras cosas, provoca las enormes desigualdades en los territorios a nivel nacional.

Sería interesante ver el mismo entusiasmo de la clase política por eliminar el binominal, puesto en los proyectos de regionalización y que ellos se aprobaran este año, con la finalidad de contar con gobiernos regionales con más competencias y financiamiento y consejeros regionales elegidos por la ciudadanía.

La última palabra la tiene el gobierno, que es quien maneja las urgencias y con ello las prioridades.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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