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Alto al fuego, prevención sin fronteras

Jorge Rojas Zegers
Por : Jorge Rojas Zegers Presidente de Coaniquem
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Los niños de Chile necesitan que la trasgresión a la ley 19.680 sea sancionada como un delito y así endurecer las penas a los transgresores, que actualmente sólo incurren en una falta. Esto llevaría a que en casos calificados los delincuentes arriesguen penas de cárcel, desincentivando así el tráfico de fuegos artificiales en nuestro país.


La aventura comenzó en 1993, cuando Coaniquem puso en alerta al país del uso de los fuegos artificiales por manos inexpertas. ¿Y quién puede ser capaz de controlar un fuego ingobernable? Porque esta es la condición de estos artefactos. Poco importa si es un adulto o un niño quien los manipule. Ellos deciden su curso errático que tantas veces ha significado quemaduras severas, amputaciones e incluso pérdida de vidas. Y esto, sin considerar los incendios provocados en viviendas, pastizales o bosques.

En 20 años de vigilancia epidemiológica, hemos podido comprobar que de tres afectados, dos eran tan sólo observadores, víctimas inocentes de un juego pirotécnico que pasó de fiesta a llanto.

Coaniquem comenzó a crear conciencia en la comunidad con el mensaje: Este año No uses, No compres, No vendas fuegos artificiales. Nuestras campañas pronto surgieron su efecto en la opinión pública y en nuestros legisladores.

La situación cambió en forma drástica cuando se promulgó el año 2000 la ley 19.680, que además de prohibir el uso, compra y venta, impide la producción, importación y tenencia a cualquier título y dispone una autorización previa para su uso en espectáculos pirotécnicos realizados por profesionales. Desde entonces, ha disminuido en un 85% la frecuencia de consultas por quemaduras ocasionadas por estos artefactos, manteniéndose en niveles bajos hasta la actualidad. Estimamos, que gracias a la ley promulgada, casi mil niños pueden agradecer no haber sido víctimas de los fuegos artificiales.

[cita]Los niños de Chile necesitan que la trasgresión a la ley 19.680 sea sancionada como un delito y así endurecer las penas a los transgresores, que actualmente sólo incurren en una falta. Esto llevaría a que en casos calificados los delincuentes arriesguen penas de cárcel, desincentivando así el tráfico de fuegos artificiales en nuestro país.[/cita]

Pero la victoria es relativa mientras siga existiendo comercio ilegal por parte de vendedores inescrupulosos. Las sanciones para los infractores son decomiso, eventual clausura y multas que pueden llegar a 75 UTM, no más de 3 millones de pesos.

El último año se observó un incremento en ventas clandestinas, lo que se correlaciona con un aumento significativo de decomisos por Carabineros y un repunte en el número de lesionados. Con alta probabilidad, quienes ejercen el comercio ilícito prefieren pagar multas y arriesgar la pérdida de sus productos a cambio de jugosas ganancias.

Los niños de Chile necesitan que la trasgresión a la ley 19.680 sea sancionada como un delito y así endurecer las penas a los transgresores, que actualmente sólo incurren en una falta. Esto llevaría a que en casos calificados los delincuentes arriesguen penas de cárcel, desincentivando así el tráfico de fuegos artificiales en nuestro país.

Recientemente la autoridad ha introducido un nuevo proyecto de ley a la Cámara de Diputados, proponiendo la referida modificación. Es necesario que se otorgue la debida urgencia a la discusión y aprobación de la propuesta, para que entre en vigencia antes de la próxima Navidad. Sería muy lamentable repetir las antiguas realidades de niños y jóvenes mutilados y pérdidas de vidas inocentes.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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