Hoy, se considera a la comuna de Santiago –como aportante al Fondo Común Municipal- igual a Providencia, Las Condes o Vitacura. Entonces surge la interrogante de porque los barrios de la comuna capital nada tienen que ver con los barrios de las otras comunas aportantes y por qué los de ésta son más bien asimilables a los de sectores de zonas mucho más vulnerables de la Región Metropolitana. La respuesta es simple, Santiago si bien comparte la condición con ellas, de ser de las comunas de mayores ingresos; tiene una serie de costos asociados a su calidad de comuna capital que hasta ahora no han sido considerados. Condición que le genera, por los recursos que involucra, una solapada postergación hacia sus vecinos. No por nada según la última encuesta elaborada por la UC y la Cámara de la Construcción, los Santiaguinos sienten que su calidad de vida se desplomó en los últimos años.
Desde ya muchos años, que el “Santiago Ciudad” se lleva parte importante del presupuesto municipal, dejando al “Santiago Barrios” totalmente desprovisto de fondos para inversión. Lo anterior salta a simple vista, el triángulo central donde transitan más de 2 millones de personas al día, el mantenimiento de los Parques más grandes de la región, el Municipal, las escuelas y liceos, aportes a Museos, y otros gastos de ciudad que son aprovechados por todos los connacionales, generan un gasto al Municipio de cerca de 25 mil millones al año; debilitando fuertemente la autonomía económica del municipio.
[cita] Esta calidad de “Pituca sin lucas” del Municipio del león, salta a la vista, al recorrer el estado de conservación del espacio público en sectores tan disimiles como el de Concha y Toro, Yungay, la población Arauco, Huemul, Beauchef, Balmaceda y tantos otros barrios con mucha identidad e historia y que hoy se muestran ávidos de recuperación. Unos más, otros menos, pero todos en distinta medida requieren una inyección de recursos y que se mantengan en el tiempo, sin embargo el Municipio no los tiene; los absorbe todos la ciudad. [/cita]
Esta calidad de “Pituca sin lucas” del Municipio del león, salta a la vista, al recorrer el estado de conservación del espacio público en sectores tan disimiles como el de Concha y Toro, Yungay, la población Arauco, Huemul, Beauchef, Balmaceda y tantos otros barrios con mucha identidad e historia y que hoy se muestran ávidos de recuperación. Unos más, otros menos, pero todos en distinta medida requieren una inyección de recursos y que se mantengan en el tiempo, sin embargo el Municipio no los tiene; los absorbe todos la ciudad.
Urge en consecuencia la dictación de una Ley de Capitalidad que reconozca a Santiago su estatus de comuna capital. Una legislación que considere los gastos de ciudad en que debe incurrir la Municipalidad de Santiago y les otorgue un financiamiento permanente y continuo. De lo contrario seguirá perdiendo competitividad frente a las comunas ricas, continuara en caída libre la calidad de vida de sus habitantes y el Alcalde de turno no podrá de manera efectiva avocarse al trabajo edilicio; debiendo postergar a sus vecinos por deber financiar por ejemplo, las llaves de la ciudad y distintivos de honor –más el coctel- de la autoridad extranjera que nos visita o algún otro gasto de comuna capital.
