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El contador auditor: ¿una amenaza para la colusión?

Guillermo Fuentes Contreras
Por : Guillermo Fuentes Contreras Director Escuela de Contabilidad y Auditoría Universidad Central.
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Hoy día la sociedad chilena continúa sorprendiéndose;  el aumento de casos de colusión en grandes empresas ya no es nada nuevo, si hasta los ginecólogos en la provincia de Ñuble, unidos en una corporación, se han coludido. ¿Qué nos depara el futuro? ¿Con qué nos continuaremos sorprendiendo? ¿Quién podrá defendernos o al menos alertar antes que ocurra?

Dentro de un sin número de profesionales en distintas disciplinas,  aparecen en buena hora, los vinculados a la Auditoría.  El contador auditor,  preparado con una sólida base ética –condición que debe ser inherente a todas las profesiones- es capaz de descubrir fraudes con distintos matices de irregularidades.

[cita tipo=»destaque»]Así las cosas, el contador auditor se ha transformado en un riesgo para las empresas que aplican malas prácticas estratégicas  en desmedro de un competidor sano y transparente, a través de la libre competencia, y del consumidor final.[/cita]

Basta recordar la importancia de un equipo de auditoría en el reciente caso de los préstamos otorgados a Honorables Diputados, sin intereses: auditores actuando con absoluta independencia y sin temor, han sido capaces de descubrir e informar esas irregularidades que se han forjado en malas prácticas de procesos y procedimientos.

En ese contexto, la auditoría forense se ha transformado en un tipo de auditoria crucial para levantar las colusiones de las empresas. Existen procesos claves dentro de esta línea, como por ejemplo,  la disminución de flujos de efectivos en empresas de la competencia, el aumento considerable de la liquidez de la empresa coludida,  rotaciones de inventarios importantes, o el aumento de las ventas tanto al contado como al crédito.

Así las cosas, el contador auditor se ha transformado en un riesgo para las empresas que aplican malas prácticas estratégicas  en desmedro de un competidor sano y transparente, a través de la libre competencia, y del consumidor final como han reflejado los casos de colusión de las farmacias, del confort, del pollo, de los buses interurbanos, de los supermercados, etc.

Entonces, es importante formar contadores auditores y profundizar en ellos como profesionales independientes, éticos y objetivos, la base fundamental de la profesión, y capaces de descubrir información fraudulenta como manipulación, falsificación o alteración de los libros de contabilidad o documentos que la soportan, de los cuales los estados financieros son preparados; presentación falsa u omisión intencional de eventos en los estados financieros, operaciones u otra información importante; falsa aplicación intencional de los principios de contabilidad relativos a cantidades, clasificados, forma de presentación o revelación.

Si a lo anterior se agrega la incorporación de la reforma tributaria,  el contador auditor se ha transformado en un profesional requerido en el mercado, no solo  para planificar, integrar y recomendar las buenas prácticas en el desarrollo normal de cualquier tipo de empresas, sino para velar porque ello ocurra.

Quizás hoy, más que nunca, el consumidor chileno lo agradecerá.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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