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El poder de crear verdades (Foucault)

Luis Matte
Por : Luis Matte Ingeniero Civil industrial
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Y no es broma, creemos tantas cosas como indiscutibles porque nos han convencido de que son verdad. Vivimos creyéndonos informados y no manipulados.

La intención de esta columna es sacarnos del cuadrado de verdades en el que vivimos, demostrando que son verdades creadas por repetición del poder fáctico en nuestra subjetividad, que nos hacen creer como real lo que sirve al interés de algunos y sin darnos cuenta perdemos y abandonamos nuestra capacidad de diseñar nuestros propios modelos de vida y mundo. Es fuerte verlo de esta forma, ver que no somos independientes y dueños de nuestro destino, sino solo marionetas de una verdad impuesta.

Por ejemplo, la encuesta CEP tomada en agosto muestra datos muy curiosos que respaldan esta teoría a pesar del sentido común, por ejemplo el 67% de los encuestados piensan que la economía del país será igual o peor en los próximos 12 meses (o sea Piñera no mejorará nada), el 67% piensa que hoy no es ni buena ni mala, sin embargo se ha creado la “Verdad” de que Piñera ganará porque el país está en el barranco y traerá crecimiento y beneficios económicos. Esos es lo que nos repiten mil veces al día hasta que se transforma en verdad.

Según el filósofo francés fallecido en 1984, Michel Foucault, el poder tiene el poder de imponer la verdad a través de los medios de comunicación que moldean, forman y conforman la conciencia de una sociedad, ya que como decía Nietzsche “no hay hechos, hay solo interpretaciones”, y el poder tiene la capacidad de imponer su interpretación. Esto nos ayuda a entender por qué Piñera era dueño de Chilevisión y Luksik de canal 13, por qué las radios y los diarios están concentradas en unas pocas manos y por qué el poder de Hollywood se usa para convencernos de una verdad impuesta por repetición.

Foucault llega incluso más lejos, declarando el Hombre Ha Muerto, significando que el sujeto ya no es independiente de la estructura social y se debe a ella y su historia, que como decíamos antes está dominada por el poder y que paradójicamente sujeto significa sujetado, atado a la meta del poder que es atrapar la subjetividad. Entonces, este filosofo – brillante analista del poder- nos llama a desnaturalizar la razón o lo razonable, que dejen de ser obvias las verdades y culturas taladradas en nuestro inconsciente por el poder dominante y que nos hagamos cargo de nuestras vidas y modos de vivir aquí y ahora, partiendo de cero.

[cita tipo=»destaque»]En la política chilena hay algunos que se han atrevido a tratar de cambiar la verdad creada y han puesto sobre la mesa, la ecología, animalismo, modelo post neoliberal, libertad de género, equidad, democracia participativa y otras ideas nuevas, que se presentan en los medios como locas o inmaduras, sin embargo es un pista de que sí es posible salir de la cárcel ideológica a cielo descubierto en que vivimos.[/cita]

Esta aproximación a la realidad en que vivimos nos produce cierta angustia e incredulidad, dado el trabajo que tendríamos por delante en diseñar nuestro propio mundo, más aún con el modelo educacional prusiano de entrenamiento y repetición por el que pasamos por más de 12 años de nuestras vidas. Tan potente es la instalación de esta verdad del poder, que este columnista pasa de loco o resentido en las conversaciones sociales que mantiene, tratando de abrir mentes y desmoldar esta verdad incrustada.

El llamado es a vencer la pereza y liberar la mente a pensar qué mundo queremos para nuestros nietos, ¿será solo un mundo de PIB per cápita -que en Chile se ha triplicado mientras las desigualdades continúan- un mundo de trabajar para tener, un mundo donde vale más el que tiene más, un mundo que ve la naturaleza como estante de mercaderías? Y/o por último, este mundo que estamos destruyendo por el consumo ilimitado, sin ver que el planeta es limitado? ¿O preferiríamos dejarles un mundo sostenible, con agua, oxígeno, sin hambre, con comunidad e igualdad a nuestros nietos?, y no este mundo con 896 millones de personas que viven con menos de $1,200 al día, 750 millones de personas sin agua potable, más de 755 millones analfabetas, todo para que 8 personas en el planeta tengan la misma riqueza de la mitad de la pobreza o pobres?

Me centro tanto en cifras económicas, ya que la verdad impuesta es casi solo economía y como afirma Foucault, esta sociedad disciplinadora que encierra a nosotros los “locos” que pensamos distinto en manicomios y a los marginales en los albergues del Hogar de Cristo para hacernos invisibles y que no rompamos el cuadrado de la razón o verdad creada. Luego, se hace urgente, vital y necesario sentarnos bajo un lindo árbol, poner la mente en blanco y sentir pensando qué mundo y qué vida queremos tener y dejar, recordar que somos seres únicos en la existencia del universo y que no nos merecemos vivir en una verdad creada por otros como marionetas.

En la política chilena hay algunos que se han atrevido a tratar de cambiar la verdad creada y han puesto sobre la mesa, la ecología, animalismo, modelo post neoliberal, libertad de género, equidad, democracia participativa y otras ideas nuevas, que se presentan en los medios como locas o inmaduras, sin embargo es un pista de que sí es posible salir de la cárcel ideológica a cielo descubierto en que vivimos.

Buena suerte con esa travesía creativa y liberadora.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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