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Una lucha por el reconocimiento de la identidad de las personas trans

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Camila Rojas V, Constanza Valdés y Claudia Mix
Por : Camila Rojas V, Constanza Valdés y Claudia Mix Camila Rojas Valderrama, diputada electa de Izquierda Autónoma, Frente Amplio. Constanza Valdés Contreras, activista trans y militante del partido Poder. Claudia Mix Jiménez, diputada electa Partido Poder, Frente Amplio
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El derecho a la autodeterminación de la identidad de género es una de las demandas históricas de la población trans tanto a nivel mundial como a nivel nacional. La patologización, la transfobia y la ausencia del reconocimiento a la identidad de las personas trans son las principales razones por las cuales esta población sufre diariamente situaciones de discriminación y exclusión. Así, la lucha de la comunidad trans se resume a la lucha por la igual dignidad frente al resto de la sociedad.

En este Chile actual, en el cual el modelo económico neoliberal ha acrecentado fuertemente la precarización de la vida en general, las personas trans viven una situación particularmente compleja al ser identidades que desafían el binarismo hombre/mujer, poniendo en jaque dichos roles sociales construidos en base a la diferencia biológica y que se imponen como la única posibilidad de ser reconocido como persona ante el Estado y la sociedad. No es por nada que en Chile se estima que el 95% de las mujeres trans ejerce el trabajo sexual, consecuencia directa de la discriminación y exclusión en el ámbito del trabajo.

En ese sentido, una de las principales banderas, para acabar con este fenómeno, ha sido impulsar una ley que reconozca el derecho a la identidad de género y el acceso a prestaciones de salud. Así, el objetivo de este proyecto apunta, en su corazón, al reconocimiento de la identidad de las personas trans, quienes, en su mayoría, viven con documentos con los cuales no se identifican. Es por esto, que su reconocimiento constituye un primer paso para que esta población pueda ejercer, sin discriminación y exclusión, sus derechos.

La tramitación de este proyecto, que ya está por finalizar su segundo trámite constitucional, fue fruto de años de disputa de organizaciones de la diversidad sexual, quienes con convicción lograron abrir espacios institucionales y sociales para que este proyecto sea realidad. La activa participación y presencia de las distintas organizaciones luchando por transformaciones que el país requiere es algo a valorar, sobre todo en reconocimiento, debido a que actores marginados socialmente fueron capaces de hacer sentir una demanda.

[cita tipo=»destaque»] Estas semanas restantes de tramitación legislativa son clave para el futuro del proyecto y su inevitable llegada al control de constitucionalidad que realiza el Tribunal Constitucional. Así, nos encontramos en un futuro complejo en su tramitación, que al parecer, por los dichos del próximo presidente, Sebastián Piñera, podría ser vetado para evitar su promulgación debido a que el contenido no le satisface. [/cita]

Lamentablemente, vemos como al proyecto nunca se le dio la importancia que merece por parte del gobierno, ya que recién en diciembre del 2017 el ejecutivo hizo uso de las urgencias. En este contexto, el lunes 15, del presente, el proyecto fue despachado por la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados para que se vote el martes 23 y así finalizar con su segundo trámite constitucional. En esta ocasión, observamos en la tramitación, indicaciones presentadas por el ejecutivo y algunos diputados pertenecientes al PPD, que se erigen desde la ignorancia, los prejuicios respecto a las personas trans, y particularmente en cuanto a niños, niñas y adolescentes.

Estas semanas restantes de tramitación legislativa son clave para el futuro del proyecto y su inevitable llegada al control de constitucionalidad que realiza el Tribunal Constitucional. Así, nos encontramos en un futuro complejo en su tramitación, que al parecer, por los dichos del próximo presidente, Sebastián Piñera, podría ser vetado para evitar su promulgación debido a que el contenido no le satisface.

Todo esto no hace, sino reafirmar con fuerza una vez más el compromiso feminista del Frente Amplio con la diversidad sexual, cuyo programa incluía la tramitación de un proyecto de ley de identidad de género no patologizante, con la inclusión de niños, niñas y adolescentes. En esa línea, el Frente Amplio debe seguir luchando por los derechos de la comunidad LGBTI, pero por sobre todo y siendo parte de las luchas de las identidades sexuales, no abandonar las movilizaciones sociales.

El horizonte que visualizamos debe ser un país con derechos para todxs sin discriminación por orientación sexual ni identidad y expresión de género, sólo con esta perspectiva podremos ir construyendo una sociedad más justa y equitativa, que lamentablemente vemos ha sido entregada al salvaje neoliberalismo chileno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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