Opinión
¿Es la pobreza una situación de ingresos? La respuesta a esta pregunta es compleja ya que en nuestro sistema económico el bienestar es asociado al consumo, de modo, que existe una relación positiva y directa entre dichas variables, de modo, que en ese sentido la respuesta es positiva. Sin embargo, si reformulamos nuestra pregunta de la siguiente manera: ¿puede existir pobreza en la abundancia? La respuesta también es positiva y es conocida como la “Paradoja de la pobreza” formulada por Keynes en la década del ‘30. Es de esta forma, que la pobreza existe tanto en la escasez como en la abundancia, indicando que el crecimiento económico no es un fin en sí mismo, sino que debe ser orientado por el Estado para generar sociedades más justas e igualitarias.
En este contexto, la pobreza es una situación de vulnerabilidad que segrega, es decir, que priva a algunos miembros de una sociedad a participar en los mecanismos de integración que son ofrecidos por su entorno. Según el Banco Mundial en su Atlas de Objetivos de Desarrollo Sostenible 2018, nuestro país en estos últimos 10 años ha liderado la reducción de la pobreza, ocupando el sexto lugar a nivel mundial y mostrando como el 40% de su población ha mejorado en situación de ingresos. No obstante, algunas reflexiones anticipadas del Informe de la CASEN 2017 el cual será entregado recién en octubre de este año, indican un estancamiento en las cifras de pobreza y desigualdad en donde ambos conceptos presentan un nivel de desaceleración.
La CASEN 2015 mostró como cerca de 400.000 chilenos salieron de la pobreza entre el periodo 2013 y 2015, no obstante, también muestra como aún siguen 2 millones de chilenos encasillados en el círculo de la segregación social por ingresos. Pero aún más importante es la innovación en la medición de la pobreza que surge el 2013 y que pasa de lo unidimensional a lo multidimensional, en donde los resultados muestran como más de 3,5 millones de chilenos presentan niveles de vulnerabilidad. Este contraste en los resultados permite la reflexión y muestran una evolución en la comprensión de la pobreza.
[cita tipo=»destaque]Los resultados que se vienen se presentan como una nueva oportunidad para el debate, para que organismos como el Ministerio de Desarrollo Social generen nuevas formas de reflexión en torno a la pobreza, dejando a un lado la implantación de modelos nacionales centralizados e incorporando nuevos pilares teóricos en donde la salud física y la autonomía individual sean relacionados con el entorno regional. En definitiva, la pobreza es un concepto teórico y a la vez práctico que se encuentra en evolución en conjunto con la economía y con nuestra sociedad.[/cita]
Si bien los avances de nuestro país en temas relacionados con la pobreza han sido importantes, la comprensión de ésta por parte de las políticas públicas en Chile no ha logrado pasar la valla de los ingresos, es decir, muchos de los nuevos programas que tienden a reducir la pobreza se basan en la generación de recursos que permitan la un mayor consumo. En palabras de Lo Vuolo (1999) estamos generando “políticas de la pobreza” o mejor dicho estamos administrando la pobreza con iniciativas que buscan encasillar el concepto en un espacio social delimitado de forma que no alteren el funcionamiento normal del resto de la sociedad.
Los resultados que se vienen se presentan como una nueva oportunidad para el debate, para que organismos como el Ministerio de Desarrollo Social generen nuevas formas de reflexión en torno a la pobreza, dejando a un lado la implantación de modelos nacionales centralizados e incorporando nuevos pilares teóricos en donde la salud física y la autonomía individual sean relacionados con el entorno regional. En definitiva, la pobreza es un concepto teórico y a la vez práctico que se encuentra en evolución en conjunto con la economía y con nuestra sociedad.
