Opinión
Crédito: https://copenhagen2021.com/
Este año los países nórdicos, Dinamarca y Suecia son anfitriones de WorldPride2021, una celebración de la equidad y diversidad. Entre 12 y el 22 de agosto las ciudades de Copenhague y Malmö se visten de los colores de la bandera del Arcoíris para llamar la atención a los desafíos que enfrenta la población LGBTI+.
Será un Pride marcado por la pandemia del COVID-19, con limitaciones de asistencia y marchas donde los participantes deben inscribirse de antemano. Pero también será un Pride con nuevas oportunidades: por primera vez, muchas de las actividades de contenido se realizarán en línea, algunas con inscripción previa, otras directamente en YouTube. Esa modalidad nos permite participar desde Chile y no solo como espectadores.
Copenhague2021 es mucho más que fiesta y colores. Entre el 16 y el 20 de agosto se desarrollará un extenso programa internacional de DDHH en línea y presencial, con la participación de políticos, activistas, miembros de gobiernos, etc. Habrá una sesión interparlamentaria en el Parlamento de Dinamarca y la posibilidad de encontrarse con las diferentes agencias de la ONU que mostrarán su trabajo e investigaciones en el área de LGBTI+Inclusion.
Otro hito será el 18 de agosto, Día de la Inclusión Laboral LGBTI+, donde se intercambiarán experiencias de diferentes continentes, incluyendo a América Latina con la participación de Chile.
[cita tipo=»destaque»]En 1989 en Dinamarca, Axel y Eigil hicieron historia cuando ellos –después de vivir juntos 40 años– pudieron casarse por la autoridad civil en una ceremonia que dio vuelta al mundo. En el 2010 se legalizó el derecho a la adopción homoparental. Desde el 2012 tenemos matrimonio igualitario, que incluye el casamiento en la iglesia. En 2017, Dinamarca fue el primer país en el mundo que eliminó el transgénero de la categoría “enfermedad mental”. Han pasado tan pocos años y ya nos estamos preguntando: ¿por qué no lo hicimos antes? Pero, aun con una legislación a favor, la discriminación no ha sido completamente erradicada. [/cita]
Lamentablemente, ningún país puede jactarse de estar libre de discriminación contra las personas LGBTI. En consecuencia, muchos embajadores y embajadoras acreditados en Chile han respondido a una invitación de las embajadas nórdicas y de las ONGs Movilh e Iguales a rechazar esta violencia. En un gesto de reconocimiento a las víctimas, las embajadoras y los embajadores nos vestimos con los colores del arcoíris y armamos con nuestros cuerpos la bandera de la diversidad. En este gesto reconocemos que los DDHH son universales y para todos, todas, todes. Y no con el propósito de separarnos y aislarnos en diferentes categorías y definiciones; al contrario, para recordarnos que todes pertenecemos a una sola humanidad, y que la diversidad no hace más que enriquecer.
En algunos países avanzamos en democracia y respeto a los DDHH. En otros, retrocedemos. En Brasil, por un lado, se criminalizó la homofobia en 2019, pero, por otro lado, se ha constatado un incremento en asesinatos LGBTIfóbicos durante los últimos años. En Argentina, este año se aprobó una ley que promueve el acceso al empleo de travestis, transexuales y transgénero, y este mismo país ahora incorpora la opción “X” en el campo “sexo” en el pasaporte y en el documento de identidad. También en Chile se han logrado importantes avances con el AUC desde 2015 y actualmente se discute introducir el matrimonio igualitario.
En 1989 en Dinamarca, Axel y Eigil hicieron historia cuando ellos –después de vivir juntos 40 años– pudieron casarse por la autoridad civil en una ceremonia que dio vuelta al mundo. En el 2010 se legalizó el derecho a la adopción homoparental. Desde el 2012 tenemos matrimonio igualitario, que incluye el casamiento en la iglesia. En 2017, Dinamarca fue el primer país en el mundo que eliminó el transgénero de la categoría “enfermedad mental”. Han pasado tan pocos años y ya nos estamos preguntando: ¿por qué no lo hicimos antes? Pero, aun con una legislación a favor, la discriminación no ha sido completamente erradicada.
Por esa razón, el gobierno de Dinamarca elaboró un plan de acción contra la discriminación, comenzando con una coordinación transministerial a cargo del ministro de Equidad, y destinó aproximadamente US$ 4 millones a campañas para eliminar las agresiones verbales y físicas en lugares de trabajo, de estudio y en el espacio público.
La homosexualidad sigue siendo criminalizada en más de 70 países. Queda mucho por hacer.
