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El rol de los jóvenes en el partido constituyente que se juega hoy Opinión

El rol de los jóvenes en el partido constituyente que se juega hoy

Jorge Castillo Peña
Por : Jorge Castillo Peña Académico Universidad Católica Silva Henríquez
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La relevancia que tuvo el mundo juvenil y en particular, en las y los estudiantes secundarios, en la posibilidad de que hoy podamos reformar nuestra carta magna, es indiscutible. Su movilización y acciones de protesta, reflejados en los saltos a los torniquetes del Metro, previo al estallido social del 18-0, son una muestra muy gráfica de ello, reconocida por los actores sociales que se han sumado expectantes a este inédito proceso constituyente.

Este puntapié inicial, que echa a correr el balón para que comience el juego constituyente, es trascendental, ya que sin este acto de apertura el partido no se estaría jugando. Pero para jugar un partido, no basta sólo con echar a correr el balón, hay que tener también buenas ideas de juego, reconocer que el partido muchas veces se juega en distintos escenarios y comprometerse a jugarlo. 

Recientemente la Universidad Católica Silva Henríquez hizo públicos los resultados iniciales de su iniciativa «Voces para Chile», que buscan generar espacios de escucha, diálogo y participación juvenil, para aportar a la deliberación pública en el contexto del proceso constituyente chileno. La información que de ahí se desprende entrega información valiosa para tener esperanzas en el partido que se ha iniciado, pero también da cuenta de lo incierto de su resultado. 

Dicha esperanza está alojada en las ideas que plantean mayoritariamente las y los jóvenes respecto de aquello que la nueva Constitución debiese incluir. Al parecer, hay buenas ideas para el partido en que estamos. Por ejemplo, en los secundarios adquieren relevancia los temas medioambientales. Más de un 95% de ellos está a favor de que la nueva Constitución reconozca el valor de la naturaleza y asegure su protección. El mismo porcentaje de estudiantes secundarios manifiesta que la carta magna debe reconocer los derechos de los animales. Por otra parte, y a propósito del reconocimiento de nuestros pueblos originarios, más de un 80% está a favor de reconocer las lenguas indígenas como idiomas oficiales de nuestro país, y un porcentaje aún mayor de reconocer autonomía territorial de ellos en el país. Finalmente, y pertinente a otro tema altamente contingente, el 84% de estos jóvenes están a favor de que la nueva Constitución reconozca y asegure los mismos derechos a los migrantes que viven en Chile.

Es claro que las visiones de mundo que se encuentran implícitas en la opinión de nuestras y nuestros estudiantes secundarios nos hablan de una sociedad más humana y empática con aquellos sectores históricamente postergados y excluidos. En palabras de Naciones Unidas, son visiones que encarnan principios de alta valoración en la actualidad, como el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial.

Todo parece estar bien entonces. Las y los jóvenes han iniciado un partido que muchos no querían jugar y portan visiones de una raíz humanista valorada hoy socialmente. Pero, ¿qué tan comprometidos se encuentran nuestras y nuestros jóvenes en jugar este partido? El mismo informe antes mencionado nos da pista de ello.

Según «Voces para Chile», la gran mayoría de las y los secundarios están sólo medianamente interesados e informados respecto del proceso constituyente en que nos encontramos, y sus principales formas de participación son discutir estos temas en ámbitos sociales más bien íntimos, como son la familia y amigos (58%) o los espacios educativos (34%). En menor medida (alrededor de un 15%), aparecen instancias de presión social más amplias, como participar en manifestaciones o debatir en redes sociales. La participación más formal o de carácter más institucional es ambigua. Un 24% pensaba votar por algún constituyente y sólo un 15% planea hacerlo en el plebiscito de salida de la propuesta de nueva Constitución.

No se gana un partido haciendo rodar la pelota y teniendo buenas ideas. Un partido requiere el compromiso de sus jugadores durante todo el match, donde definir estrategias de juego también es clave, entendiendo que el partido muchas veces no se juega sólo en la cancha.

Si bien los jóvenes, en general, piensan que la cancha oficial (el voto) no es la única relevante y que existen otras (la calle y las redes sociales, por ejemplo), es necesario reconocer la importancia que tiene ésta en las decisiones que involucran a nuestro país. 

Fortalecer la formación ciudadana en la educación formal es clave en este proceso para que las y los estudiantes vayan comprendiendo la relevancia que tienen los distintos escenarios o canchas cuando se quiere ganar un partido; pero también para que el mundo adulto y las y los docentes reconozcan como válidos los escenarios donde generalmente juegan hoy las y los estudiantes.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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