Opinión
Foto: © AP Photo/Oficina del Sheriff del Condado de Montgomery
El ejemplo de Parks y de las comunidades afrodescendientes en su exigencia por los derechos civiles y contra el segregacionismo, han venido a ampliar el abanico de herramientas que la No Violencia Activa ha incorporado al calor de las luchas concretas y decididas. El N° 7053, o simplemente 7053, se ha convertido en un símbolo de lucha, de resistencia activa.
Un 22 de febrero de 1956, Rosa Parks era fichada por la policía blanca de la ciudad de Montgomery: sus huellas dactilares registradas y su rostro fotografiado con el número 7053. Desde ese día tal número pasó a representar un signo de resistencia y dignidad.
Casi tres meses atrás, el 1 de diciembre, Parks dio un paso más en la resistencia no violenta que las comunidades afroamericanas llevaban en contra de las políticas segregacionistas y discriminadoras vigentes en varios estados del sur de EEUU.
Años más tarde recordará que ese día no estaba físicamente tan cansada como en otras ocasiones después de la jornada laboral, que mayor era su hastío de ceder ante injusticias y tratos degradantes.
Era ley en el racista estado de Alabama que la población negra, en los autobuses de locomoción colectiva, debían entregar los asientos a los blancos. Ese día de diciembre, Rosa, sencillamente dijo ¡BASTA! Y, alegóricamente, se puso de pie. Para ello, simplemente se quedó sentada, no entregó el asiento a un hombre blanco como se lo exigía a gritos el conductor del bus. El hecho no pasó desapercibido. Detenida ante tal desacato, fue sometida a proceso y condenada a pagar una multa de 10 dólares.
[cita tipo=»destaque»]Rosa Parks y tantas otras mujeres y hombres de diferentes latitudes del planeta y en diferentes momentos de la historia, nos enseñan que podemos impulsar cambios sociales, avanzar hacia un mundo más justo y pleno, demostrando la justicia, la coherencia de nuestras demandas.[/cita]
Las comunidades afrodescendientes solidarizaron con ella. Y se inició una de las acciones de boicot más recordadas por lo prolongada y por su efectividad.
Haciendo uso de un instrumento de lucha no violenta y demostrando una notable organización y autodisciplina, los negros y negras se negaron a usar los autobuses de la ciudad de Montgomery por 381 días. Se organizaron para ir a sus trabajos, a sus escuelas en automóviles compartidos, en camiones o simplemente caminado bajo el sol o la lluvia.
Mientras que las autoridades blancas esperaban que el cansancio y las inclemencias del clima hicieran lo suyo, grupo organizados de extrema derecha hacían lo propio: amenazas, ataques violentos, incendios de casas e iglesias de la comunidad negra.
Pero la respuesta mayoritariamente fue el autocontrol, la resistencia digna, la contención emocional y espiritual que eran proveídas tanto por las discusiones políticas como por la prédica de pastores; todos estos ejercicios discursivos, le dieron conducción y unidad en la acción.
El ejemplo de Parks y de las comunidades afrodescendientes en su exigencia por los derechos civiles y contra el segregacionismo, han venido a ampliar el abanico de herramientas que la No Violencia Activa ha incorporado al calor de las luchas concretas y decididas.
Rosa Parks y tantas otras mujeres y hombres de diferentes latitudes del planeta y en diferentes momentos de la historia, nos enseñan que podemos impulsar cambios sociales, avanzar hacia un mundo más justo y pleno, demostrando la justicia, la coherencia de nuestras demandas; como ejemplos de dignidad humana y como un desafío a los órdenes políticos y sociales del momento, aunque las más de las veces los procesos son largos y para nada de fáciles.
El N° 7053, o simplemente 7053, se ha convertido en un símbolo de lucha, de resistencia activa. Un ícono reproducido en grafitis, lienzos, poleras, etc., adquiriendo nuevos sentidos en las actuales demandas que mueven a la Humanidad.
