MERCADOS|OPINIÓN
La apertura económica y el libre comercio son inevitables para una economía pequeña, como la de Chile. Pero debemos repensar nuestras prioridades. Si seguimos enfocados en el Asia – Pacífico, estamos congelando el programa de transformaciones.
Cuando creía que ya nada podía sorprenderme en temas de comercio internacional, con la Cancillería nunca se sabe. Se supone que el presidente es el responsable de las relaciones exteriores de Chile, pero ¿puede estar en todas? Creo que no, pero al menos debería liderar. Por ello, me veo en la necesidad de dirigirle estas líneas al candidato Boric, cuyo programa de transformaciones comparto, pero que creo, se diluyó o perdió el rumbo luego de algunos meses en el Gobierno. Ocurre claramente en materia de las prioridades en las relaciones económicas y el comercio internacional. Creo que existe mucha confusión y zigzagueo en estas materias. Sólo dos ejemplos para ilustrar esta confusión.
Partamos por lo más próximo: las prioridades en materia de relaciones económicas internacionales y comercio. Gran alboroto y mucho ruido con el TPP11, pero -finalmente- el gobierno terminó “sacándole el trasero a la jeringa” y no se la jugó por lo que “aparentemente” creen: NO AL TPP11. Y, para agregarle mayor ironía a todo ello, un boletín informativo del Senado (11 de octubre) destaca que “… la canciller, Antonia Urrejola, agradeció el trámite de aprobación del instrumento internacional y dio cuenta de las preocupaciones del Ejecutivo respecto a los denominados mecanismos de solución de controversias y la estrategia de las ‘side letters’ o cartas laterales …” (Mi énfasis).
Y, casi en la misma fecha, la Cancillería informaba que la Subsecretaria Ximena Fuentes y el Director General Bilateral de la SUBREI, Sebastián Gómez, se encontraban en una gira en los países del Golfo Pérsico y que durante el 13 y 14 de octubre, habrían sostenido reuniones de trabajo con los Ministerios de Hacienda y de Comercio Exterior de los Emiratos Árabes Unidos ¿Adivinan el tema? Otro TLC (Prensa, MINREL, 14 de octubre). Notable. ¿Cuál podría ser la prioridad de este acuerdo? En mi opinión, cercana a cero. Según la Cancillería, el intercambio comercial total entre Chile y EAU alcanzó a sólo $350 millones de dólares. Pero, según el Comunicado de la Cancillería “… las autoridades de ambas partes consideraron que era el momento de profundizar aún más esta relación como socios estratégicos [para …] convertirnos en articuladores de la integración de nuestras respectivas regiones” ¿Integración regional, Emiratos y Chile? Pero, la “guinda de la torta” es cuando el Comunicado destaca que el acuerdo “promoverá” el intercambio agrícola de “… ambas partes de manera segura y más expedita”, que permitiría contribuir a la “seguridad alimentaria” (Mi énfasis) ¿Es chiste, simple ignorancia o un eslogan barato? Espero que esto sea solo “entusiasmo comunicacional” y no sea lo expresado por las autoridades. Entiendo, además, que la Subsecretaria Fuentes también visitó Marruecos. ¿Son prioritarias esas regiones? O ¿Viajamos a “pasar la poruña”? Perdimos el rumbo y estamos dando tumbos por todas partes.
Nuestras prioridades están “cabeza abajo”, “patas para arriba” o, dicho de manera más castiza, están “invertidas”. Lo he dicho en ocasiones anteriores y sigo suponiendo que, en la Cancillería, Prensa sigue instrucciones de los Gabinetes de la ministra y ambas subsecretarías, para dar una razonable idea del mensaje oficial y de lo que finalmente se hace y ocurre. De ser así, Latinoamérica está por “salir” del radar de la Cancillería y de las prioridades ministeriales, pues una parte significativa de la información que nos transmite el Ministerio se refiere a actividades desarrolladas en relación a Asia y Europa. Solo a modo de ejemplo: el encuentro realizado con el Primer Ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, en el que se firmaron tres Memorándum de Entendimiento que según la Cancillería “.. permitirán profundizar los vínculos entre ambas naciones, fortaleciendo el trabajo conjunto en áreas estratégicas como lo son la minería, la agricultura y la democracia” (11 de octubre, Prensa; Mi énfasis). Más de lo mismo ¿En que quedó la transformación del modelo económico exportador de materias primas? ¿Abandonamos la posibilidad de cambios o -simplemente- sucumbimos a las presiones de siempre? Suma y sigue: giras a Indonesia para la ampliación del TLC, esta vez correspondiente al sector de servicios (21 de octubre); reuniones de APEC (12 de septiembre), del Grupo Cairns (20 de septiembre), con Tailandia (22 de octubre) y Vietnam (21 de octubre). Cancillería muy activa, pero ¿Salió Latinoamérica del Programa?
Sigamos con otro de los temas que está en el corazón de esta administración y que la conmemoración del 3er. aniversario del 18 de octubre, una vez más, lo “puso sobre el tapete”: las violaciones a los derechos humanos. Este 18, tuvimos condenas en el discurso del presidente y estamos escuchando regularmente acerca de este tema en relación a, particularmente, Venezuela, Nicaragua y algo menos sobre Cuba, pero no recuerdo una denuncia sistemática sobre lo que ocurre con la invasión rusa, guerra en Ucrania y anexión de parte de su territorio a Rusia. Tampoco lo escuchamos en relación a China, las minorías musulmanes uigures de la Región Autónoma de Xinjiang, los “centros de formación profesional” y el Informe Bachelet de Naciones Unidas.
Consulté nuevamente información entregada por MINREL, PROCHILE y MINAGRI y -si nos atenemos a lo informado oficialmente por estos Servicios- nuestras Embajadas en Rusia y China, y las Agregadurías Comerciales y Agrícola operan con total normalidad. Seguimos haciendo negocios en esos países. La Embajada de Rusia en Chile, por ahora, mantiene un bajo perfil. Astutos. Pero, el locuaz embajador de China, Niu Quingbao, no se contiene y sigue “rayándonos la cancha”, sin ponerse colorado. No hace mucho, nos reiteró cuáles eran sus prioridades en la relación bilateral con Chile: (1) La construcción de la Franja y la Ruta de la Seda; y (2) La expansión de la inversión en minería, agricultura y energía (6 de junio, Entrevista, El Mostrador). Y, no para ahí. En septiembre pasado, junto a un par de organizaciones chilenas, la Embajada de China continuó con el rayado de cancha y auspició el seminario “La Iniciativa para el Desarrollo Global: Nuevo Horizonte para la Cooperación China-Chile” (Noticias, Embajada de China, Santiago, 15 de septiembre). Esta “Iniciativa” había sido anunciada -un año antes- por Xi Jinping en la ONU. Parece estar claro quién tiene la “batuta» y al compás de qué música bailamos.
Así, en el 2021, batimos un récord con las exportaciones al gigante asiático, llegando a $34.575 millones de dólares. China es, por lejos, nuestro principal mercado y exportamos -casi exclusivamente- minerales, metales y algunos alimentos. En los primeros siete meses de 2022 nos encaminamos a otro récord: la cifra se eleva a más de $23.855 millones (y, menos mal que China crece lento …) comparado con sólo $19.926 millones de dólares en 2021. A la fecha, las exportaciones a China representan el 38% del total, cifra que es ligeramente mayor a la alcanzada en 2021. Y seguimos enredados en esa tóxica relación que casi nos “ahoga” ¿Es el camino que seguiremos? ¿La Ruta de la Seda como nos informó el Sr. Embajador?
[cita tipo=»destaque»]La entrevista a la Canciller me confirmó lo expresado en los primeros párrafos: nuestras prioridades están “cabeza abajo” y fuera de la región. Adiós a América Latina, también.[/cita]
Concluyo mis últimos párrafos con preocupación, y mucha tristeza y amargura. Creo que definitivamente la administración “perdió el rumbo” en estas materias o, el “peso de la guitarra” es demasiado grande para los hombros del presidente. En definitiva, en estos temas -como pocos otros- la responsabilidad cae directamente en él. Pocos días atrás, cuando redactaba estas líneas, tuve la oportunidad de escuchar una entrevista realizada a la Canciller Urrejola y al escuchar sus comentarios y/o respuestas de esa noche, no puedo sino volver a reiterar que “perdimos el rumbo” (“Días Contados”; Vía X, 20 de septiembre). Ciertamente, “perdimos el rumbo” en relación al programa por el cual voté. La ministra debió admitirlo en más de una ocasión, cuando se habló de la política comercial, en particular, en el tratamiento que se le ha dado al TPP11. Confirmó que de aquí a fin de año iniciarían los trámites para su puesta en marcha, incluyendo prepararse para enfrentar “temas pendientes”, que traería su implementación. Creí entender que se refería a problemas y, de hecho, mencionó a las Pymes. Yo mismo me he referido a varios de ellos (El Mostrador).
Recientemente, El Mostrador informó que el Gobierno ratificará el TPP11 a fin de año, “con o sin side letters” (Mesa de noticias, 24 de octubre). En otros temas, simplemente, le “esquivó a la jeringa” y le “endosó” la responsabilidad a la ONU, como, por ejemplo, con el Informe Bachelet sobre China, al mismo tiempo que reconoció e insistió en haber sido dura en sus dichos y actividades sobre derechos humanos en Latinoamérica y, en particular, Nicaragua. Notable, nos “ponemos bravos” con los chicos, pero no con China. Acá no pasa nada y seguiremos como si todo estuviese normal. Tanto es así que indicó que se iniciaron los trámites para “confirmar” a nuestro nuevo Embajador en China. Se pudo esperar, pero no se quiso dar esa señal. ¿Es posible intercambiar “derechos humanos” por un “mercado gigante”? Parece que sí. Mantener los negocios es lo importante. Chao programa.
La ministra pareció también muy satisfecha con el trabajo realizado por la Subsecretaria Fuentes en la gira por los Emiratos Árabes y Marruecos (¡no me equivoqué! efectivamente estuvimos “pasando la poruña”). Destacó a continuación la reunión de APEC a realizarse en Tailandia (noviembre, donde, entendí que viaja el Presidente, la Canciller y Ministro de Hacienda … porfa, no continúen a China) y viaje del Subrei Ahumada a India, a realizarse próximamente. No recuerdo haber escuchado algo relativo a temas de comercio, cooperación o integración económica en Latinoamérica. La entrevista a la Canciller me confirmó lo expresado en los primeros párrafos: nuestras prioridades están “cabeza abajo” y fuera de la región. Adiós a América Latina, también.
Pero tal vez, lo más sorprendente para mí, fue al comienzo del conversatorio, cuando consultada por la importancia de los TLC, destacó – con mucha fuerza- que una de las cosas más importantes ocurridas al término de la dictadura fue “abrirse al mundo”. Parece que leyó a uno de los antiguos directores de la DIRECON que -en un reciente artículo- mencionó lo mismo, pero destacando “abrirse unilateralmente”. Que tristeza. Casi nada sobre Latinoamérica, excepto algo sobre equidad de género y derechos humanos. Parece que definitivamente, los negocios de siempre y Hacienda están ganando “la pulseada”. Lo reitero, la apertura económica y el libre comercio son inevitables para una economía pequeña, como la de Chile. Pero debemos repensar nuestras prioridades. Si seguimos enfocados en el Asia – Pacífico, estamos congelando el programa de transformaciones.
