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El TPP11 no es bueno para la igualdad de género ni para las Pymes o para el medio ambiente Opinión Crédito: Agencia Uno

El TPP11 no es bueno para la igualdad de género ni para las Pymes o para el medio ambiente

Eduardo A. Santos Fuenzalida
Por : Eduardo A. Santos Fuenzalida Experto internacional en asuntos de comercio
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El Senador J. M. Insulza habría señalado hace pocos días atrás que el TPP11 «… no es ni mejor ni peor que todos los tratados que hemos firmado» (Mesa de noticias de El Mostrador 28 septiembre, 2022). El Senador “casi da en el clavo”. Efectivamente, en varios aspectos, se parece a los otros 32 acuerdos que tenemos.


El Senador J. M. Insulza habría señalado hace pocos días atrás que el TPP11 «… no es ni mejor ni peor que todos los tratados que hemos firmado» (Mesa de noticias de El Mostrador 28 septiembre, 2022). El Senador “casi da en el clavo”. Efectivamente, en varios aspectos, se parece a los otros 32 acuerdos que tenemos. Al clásico listado de temas y capítulos de los otros TLC, este acuerdo agrega “al pasar”, algunos nuevos temas y capítulos. Así, este Tratado no se diferencia mucho de los otros TLC, pero el TPP11 “perfecciona el estilo” con sus 31 capítulos y más de 650 páginas.

Pero lo que definitivamente separa el TPP11 de otros acuerdos, es que éste establece una Zona de Libre Comercio (Artículo 1.1) con foco en el Asia – Pacífico (más Asia que nada) con el objetivo de establecer “… un Tratado regional integral que promueva la integración económica para liberalizar el comercio y la inversión, contribuir al crecimiento económico y beneficios sociales, crear nuevas oportunidades para los trabajadores y los negocios, contribuir a elevar los estándares de vida, beneficiar a los consumidores, reducir la pobreza y promover el crecimiento sostenible … (PREÁMBULO). Y, por si hubiese alguna duda, la SUBREI clarifica en su Portal Oficial: “… El CPTPP o TPP11 es un tratado de integración económica plurilateral en la región de Asia Pacífico. Este acuerdo comercial involucra a 11 países …  y entre sus objetivos se cuenta promover la integración económica, establecer marcos legales predecibles para el comercio, facilitar el comercio regional, promover el crecimiento sostenible, entre otros” (Mi énfasis).

Objetivos “loables”, pero con el foco equivocado. Y si China ingresa -con el apoyo de Chile, como lo ha solicitado- no habrá dudas de quién tendrá el estandarte y la guaripola. Sorprende que esta Administración no se haya percatado (o, simplemente, lo haya ignorado) del “giro” y “direccionamiento” que toma nuestra política de relaciones económicas internacionales y comerciales con este Tratado, alejándonos cada vez más de Latinoamérica y de la posibilidad real de cambios sustantivos del modelo de desarrollo que dominó nuestra economía en las últimas décadas. Enredándose, además, con la negociación de “side letters” de un dudoso futuro. Y todo esto en el marco de un reordenamiento global ya en marcha, con implicancias geopolíticas de gran magnitud para nuestra Región. Y, Sr. Subsecretario: ¿Qué haremos frente a una eventual aprobación del TPP11 en el Senado y malos resultados en la negociación de las “side letters”?

Ya lo he dicho antes. Tenemos un serio problema con nuestra política comercial y el gobierno no parece verlo. Armó un lio gigantesco al publicitar una “consulta ciudadana” para revisar la legitimidad de los TLC ya existentes y acá tenemos un tratado cuya “legitimidad” -a todas vistas- no “calza” con la propuesta de Gobierno de Gabriel Boric, y está cerca de “colarse” … como en el Metro. Sorprende la falta de rigurosidad en el manejo de temas que -aparentemente- son importantes para el gobierno, pero que en la práctica parecen quedar en el discurso. No nos olvidemos de que “Obras son amores, y no buenas razones”. El Informe Bachelet y el tema de los derechos humanos en China -por ejemplo- pasaron prácticamente desapercibidos, para luego maltratar innecesariamente al nuevo Embajador de Israel en Chile.

Recientemente, Columnas de Gabriel Palma (El Mostrador, 28 de septiembre) y de Hernán Morales (El Mostrador, 3 de octubre) dejaron al desnudo, varios de los problemas que acarrea el TPP11 para nuestra economía. No repetiré lo ya dicho. Tampoco entraré en ningún detalle del erróneo argumento utilizado por “hinchas” del TPP, que lo defienden recordando que varios de sus mecanismos también fueron incluidos en los TLC que ya tenemos. Normalizar esos “temas” no nos debe enorgullecer, especialmente porque el TPP es un Tratado con un grupo de 11 países, que mañana pueden ser 12, o 20. En este último caso, la complejidad de la resolución de cualquier litigio es impredecible. Además, me niego a normalizar las “píldoras amargas” que tuvimos que “tragarnos” en el pasado. En los próximos párrafos, me centraré en algunos de los otros temas que le restan legitimidad al TPP o -por lo menos- que deberían hacerlo ante la Administración Boric.

Claramente, hay áreas del TPP que fueron tratadas “al pasar” y esto incluye una que está en el corazón de la Administración Boric: la igualdad de género y el rol de las mujeres en la sociedad. En el texto muy rara vez vi la(s) palabra(s) “mujer(es)”. Puedo haberme perdido algo, pero lo dudo (¡Edúquenme, porfa!). La única sección donde hace mención explícita es en el Artículo 23.4 (“Mujeres y Crecimiento Económico”) del Capítulo 23 (DESARROLLO). Pero el articulado es muy pobre, y hace un “flaco” reconocimiento de la contribución que hacen las mujeres al desarrollo económico (en particular, la mujer campesina) y concluye con una más pobre “propuesta” para mejorar la condición de las mujeres, indicando que “… las Partes considerarán llevar a cabo actividades de cooperación dirigidas a mejorar la capacidad de las mujeres, incluyendo a trabajadoras y empresarias, para … [beneficiarse del Tratado]. “… Estas actividades podrán incluir dar asesoría o capacitación, tales como mediante el intercambio de funcionarios, y el intercambio de información y experiencias …”. ¡El término utilizado es “considerarán” …! Y la “guinda” de la torta está en el Artículo 19.10, del Capítulo 19 (Laboral), donde se indica que las áreas de cooperación “podrán incluir” … [entre otros aspectos] “… el fomento de la igualdad de las mujeres, de la eliminación de la discriminación en su contra y de sus intereses de empleo” (Mi énfasis). Al parecer, eso es todo. No vi “el derecho aoel derecho de. Lo reitero, si estoy equivocado -porfa- corregir.

 En materia medioambiental, el TPP tampoco está a la altura de los estándares que dice defender el gobierno. El Capítulo 20 (Medio Ambiente) incluye compromisos que -creo- son “vaguedades”, como en los Objetivos (Numeral 1) donde indica que: “… Los objetivos de este Capítulo son promover políticas comerciales y ambientales que se apoyen mutuamente; promover altos niveles de protección ambiental y una aplicación efectiva de las leyes ambientales; y fomentar las capacidades …”. Y en Compromisos Generales se indica (Numerales 3 y 4) respectivamente, que “… Cada Parte procurará asegurar que sus leyes y políticas ambientales prevean y alienten altos niveles de protección ambiental y continúen mejorando …[ y ] “… Ninguna Parte dejará de aplicar efectivamente sus leyes ambientales …”. No creo haber vistocompromisos” u “obligaciones” por ningún lado (Mi énfasis). Es preocupante cuando estos objetivos y compromisos son “aterrizados” en temas como cooperación; conservación del medioambiente; ingreso al territorio nacional de pestes o enfermedades; y protección de los recursos del mar. Y esto, en el marco de autoridades que siguen “reflotando” los lemas de “Potencia Alimentaria” e “Isla Sanitaria”. Por favor, no insistan en que esto es igual o mejor que en anteriores TLC. Ya no sirve la “normalización”.

Es encomiable, también, que el TPP incluya un Capítulo sobre las Pymes (Capítulo 24, Pequeñas y Medianas Empresas) excepto que “quedó corto”. Un tema que he planteado desde hace tiempo es el de acceso a, y la real calidad y utilidad de la información de apoyo a las Pyme y sus exportaciones. Algo incluye este capítulo (Artículo 24.1) excepto que no parece constituir una obligación. Se indica que “… Cada Parte establecerá o mantendrá su propio sitio web de acceso público …” con información del Tratado y con enlaces a “…los sitios web equivalentes de las otras Partes; y los sitios web de sus agencias”. Pero en mi opinión, de ahí en adelante, el TPP no “da el ancho” en este tema. El Numeral 3 sólo indica qué se “podría incluir” en los portales oficiales, sin establecer ninguna obligación del tipo, calidad o detalle de la información y “… Cuando sea posible, cada Parte procurará que la información esté disponible en inglés”. ¡Súper útil, en especial para Pymes! La Unión Europea utiliza entre 24 y 26 idiomas.

Asumiendo que finalmente Chile ingrese al TPP ¿Qué estamos dispuesto a hacer en relación a la solicitud de ingreso de China? No quisiera “estar en los zapatos” de la Canciller. China tiene mucha “pega” que realizar antes de estar en condiciones de postular al TPP. El texto del TPP en el Capítulo 19 (Laboral) es claro al respecto. En el Artículo 19.3 establece el cumplimiento de los derechos laborales (Declaración de la OIT) mientras que el Artículo 19.6 destaca: “Cada Parte reconoce el objetivo de eliminar las formas de trabajo forzoso u obligatorio, incluido el trabajo infantil forzoso u obligatorio …”. El articulado es, sin embargo, débil en materia de fiscalización y señala solamente que “… cada Parte desalentará, a través de iniciativas que considere apropiadas importar “… mercancías producidas en esas condiciones. ¿Estamos dispuestos a seguir adelante con el acceso al TPP y luego “prestarle ropa” a China? ¿Estamos dispuestos a apoyar a China, mientras condenamos a otros países en nuestra Región? ¿Y el Informe ONU? Tremendo enredo.

Por último, debo recordar que NO tenemos ninguna capacidad real de “administrar” adecuadamente la participación en el TPP. Esa administración requeriría un contingente de personal y capacidades que no tenemos. Lo dije antes: No estamos utilizando mínimamente bien los TLC que ya tenemos, será peor aún, cuando agreguemos la carga administrativa que requerirá el TPP con sus posibles 11 miembros (12 con China) y quién sabe cuántos próximamente. Solo a modo de ilustración: una parte muy importante de los Capítulos del Tratado incluyen operar Comités o Consejos de “administración” o “gestión” como, por ejemplo, Reglas de Origen y Procedimientos Relacionados con el Origen; Asuntos Comerciales de Textiles y Prendas de Vestir; Medidas Sanitarias y Fitosanitarias; Empresas de Propiedad del Estado y Monopolios Designados; Consejo Laboral; Medio Ambiente; Cooperación y Desarrollo de Capacidades; Desarrollo;  PYMEs; y de Comercio Agrícola. Estos “comités” serían responsables de temas como la comunicación e intercambio de información; la administración e implementación del acuerdo; cooperación; consultas técnicas; promoción y monitoreo del cumplimento de las cláusulas; promoción del comercio; y coordinación con otros comités, grupos de trabajo u otros mecanismos / instituciones establecidas en el marco del TPP.

Sumando y restando, el TPP11 es virtualmente imposible de gerenciar adecuadamente, y no es ni pro igualdad de género, ni pro Pymes. Tampoco ofrece la necesaria protección del medio ambiente y de los recursos naturales. El TPP es PRO negocios y de los grandes, y nos aleja de América Latina, al promover la integración regional con el Asia – Pacífico, y muy posiblemente con China. El TPP11 no es mejor que los TLC que ya tenemos y, además, nos hace retroceder en la integración económica regional. ¿Necesitamos dar garantías y señales para la inversión extranjera? Busquemos otro mecanismo. No el TPP11.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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