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Los desafíos laborales y socioeconómicos de la IA Opinión

Los desafíos laborales y socioeconómicos de la IA

Jaime Miranda Pino
Por : Jaime Miranda Pino Director de la Escuela de Sistemas de Información y Auditoría FEN Uchile
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En Chile, al igual que otros países de la región, se esperan cambios significativos en el mercado del trabajo con la incorporación de la IA. Por ejemplo, en la industria minera el uso de la IA ha permitido tomar mejores decisiones. Sin ir más lejos, en la División El Teniente de Codelco se han incorporado modelos digitales, que utilizan algoritmos de machine learning para mejorar la eficiencia y mejora en sus operaciones.


En abril de este año y ante la fuerte irrupción de la Inteligencia Artificial y los desafíos de las nuevas aplicaciones como Chat GPT, GitHub Copilot o AlphaCode, investigadores del MIT publicaron “Generative AI at work”, en donde se muestra el impacto de estas tecnologías en las industrias con alta adopción de IA. 

El estudio revela de manera empírica que el 13,8% de los trabajadores experimenta un incremento de su productividad al usar la IA, esto se refleja en un mayor número de chats atendidos por hora y la capacidad de brindar recomendaciones. Resulta interesante destacar el impacto que tiene la IA en trabajadores con menos habilidades o experiencia; reduciendo su curva de aprendizaje, y que sus respuestas son “parecidas” las de un trabajador de mayor experiencia. Y respecto de la rotación de personal, la incorporación de IA también la disminuye y, mejora el clima laboral y mejora la relación con los clientes. 

Si bien estos resultados son interesantes y permiten inferir algunos efectos de la adopción de la IA dentro del mercado laboral, es importante tener en cuenta que este análisis se realiza para un sector industrial en particular, por lo que es difícil pretender generalizar este resultado en otros sectores y puede que en otras industrias no tenga el mismo impacto. Cabe mencionar que los impactos pueden ser inciertos y dependerán de la industria que se esté analizando, del nivel de tecnología y del grado de adopción de la IA. 

En Chile, al igual que otros países de la región, se esperan cambios significativos en el mercado del trabajo con la incorporación de la IA. Por ejemplo, en la industria minera el uso de la IA ha permitido tomar mejores decisiones. Sin ir más lejos, en la División El Teniente de Codelco se han incorporado modelos digitales, que utilizan algoritmos de machine learning para mejorar la eficiencia y mejora en sus operaciones. Estos modelos utilizan una serie de sensores ubicados en distintos procesos de la planta, los cuales captan y entregan datos que les permiten mejorar sus decisiones operativas. No obstante, estos sensores no existen en todos los procesos de la planta, observándose ahí una ventaja significativa del modelo digital con el proceso real, pues esta información faltante es estimada por estos algoritmos, simulando la existencia de sensores.

Es primordial tener en cuenta que no necesariamente se van a eliminar todos los empleos. En mi opinión, los que tienen mayor riesgo están asociados a tareas repetitivas que pueden ser automatizadas. Particularmente, se podría decir que los sectores manufactureros con uso intensivo de mano de obra poco calificada, así como algunas funciones administrativas y de atención del cliente, como las mencionadas en el artículo “Generative AI at work”, pueden ir desapareciendo en el tiempo.

Por tanto, se hace necesario en el mercado chileno incorporar nuevas habilidades en los trabajadores que les permitan interactuar y hacer uso de la IA, para mejorar sus procesos y, por sobre todo, que se potencien las habilidades humanas únicas como lo son innovación, pensamiento crítico, empatía e inteligencia emocional, la intuición o el juicio ético, entre otras cosas. Estas habilidades, sumadas a la IA, permiten en la práctica resolver problemas complejos y apuntan a integrar, dentro de la cultura de la empresa, el concepto de toma de decisiones basadas en datos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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