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El desafío de conseguir el bienestar profesional de las mujeres y su bienestar psicológico Opinión

El desafío de conseguir el bienestar profesional de las mujeres y su bienestar psicológico

María Loreto Molina
Por : María Loreto Molina Docente de Departamento de Psicología Laboral de la Facultad de Psicología UAH, Master International Employment Relations & Human Resource Mgt LSE y Psicóloga PUC.
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¿Qué habrá detrás de estas percepciones? ¿Será falta de consideración y comprensión? ¿Temor o falta de voz en los contextos laborales?


El último informe Women @ Work 2023: A Global Outlook (deloitte.com), basado en una muestra de 5.000 mujeres de más de 10 países, describe factores que repercuten negativamente en el bienestar, salud mental y desarrollo laboral de muchas de ellas en su contexto laboral. En particular, los resultados demuestran que muchas mujeres sienten que no pueden desconectarse nunca, “the pressure to be always on”, lo que hace que experimenten un estrés permanente, además de sentir que no lo pueden expresar por temor a ser estigmatizadas. 

Por otra parte, como factor protector de la salud mental, aparece el hecho de contar con mayor flexibilidad horaria; incluso están dispuestas a cambiarse de trabajo si otro empleador ofrece estas condiciones. Otro dato es que, si bien las mujeres valoran el trabajo híbrido, esta forma, así como el teletrabajo, significa la exclusión de reuniones y decisiones, así como la pérdida de interacciones informales relevantes para su quehacer. Esto conlleva la sensación de que lo correcto o lo esperado en las organizaciones es la presencialidad. 

En este escenario, pensando en la productividad, clima laboral, innovación y retención en las compañías, podemos hacernos un par de preguntas: ¿qué falta para que el trabajo sea un espacio colaborativo, de excelencia y saludable?, ¿cuáles podrían ser los desafíos para quienes están en posición de liderazgo en este contexto? El informe entrega recomendaciones, que invito a revisar y a evaluar si su implementación pudiera contribuir a crear un ecosistema laboral saludable en sus compañías. 

¿Qué habrá detrás de estas percepciones? ¿Será falta de consideración y comprensión? ¿Temor o falta de voz en los contextos laborales? Se me viene a la mente el recuerdo de Amy Edmondson, profesora de Harvard Business School, quien acuñó el término de seguridad psicológica. Concepto que se refiere a la creencia generalizada de que el entorno de trabajo es seguro para asumir riesgos interpersonales, es decir, las personas experimentan sentirse capaces de expresar ideas, preguntas o preocupaciones en su trabajo. 

En este sentido, ¿qué pasaría si fortalecemos una cultura organizacional donde los equipos de trabajo promuevan la seguridad psicológica? Si las organizaciones y los líderes toman este desafío, de generar un espacio en que las personas puedan preguntar, proponer y equivocarse sin temor, donde haya un lugar de acogida y empatía que permita hablar y exponer las necesidades y, adicionalmente, la disposición para generar políticas y prácticas flexibles, creo que varios temas de salud mental tendrían una mejor solución.

Hago un último llamado a quienes son líderes, a recordar que la evidencia consistentemente revela que ustedes son quienes pueden fortalecer la seguridad psicológica al garantizar un clima de equipo positivo, exhibiendo estilos más consultivos y apoyadores.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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