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Un proceso constitucional destinado al fracaso Opinión

Un proceso constitucional destinado al fracaso

Sara Concha
Por : Sara Concha Diputada y Presidenta del Partido Social Cristiano (PSC)
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Los chilenos, hoy, siguen demandando soluciones a sus necesidades básicas, económicas y sociales, que no son materia constitucional, por ende, siguen quedando fuera de este proceso constitucional.


El Consejo Constitucional ya inició sus votaciones de las enmiendas, sin embargo, hemos visto con desazón lo que ocurre en este nuevo proceso, ya que en apenas la primera votación se rechazó el inciso 1 del artículo 1, que establecía que “todo ser humano es persona”. Asimismo, se reubicó el Estado social y democrático de derecho al artículo 2.
Cabe señalar que hace unos días se conocieron los resultados de la encuesta Cadem que reveló que quienes votarían en contra de la nueva propuesta constitucional subieron al 57%. Lo anterior, ratifica la importancia de escuchar a la ciudadanía, porque finalmente por un capricho se sumió a Chile en un nuevo Proceso Constitucional y en un plebiscito que implican gasto y que fueron impuestos a la gente.
Desde el Partido Social Cristiano siempre hemos sido claros en nuestra posición del rechazo, porque ya había un resultado y la gente dijo Rechazo el 4 de septiembre del 2022, ¿entonces para qué un nuevo proceso? A nuestro juicio: para nada. Esto es solo más de inestabilidad para el país, más desprestigio para las autoridades, más desgaste de la ciudadanía que está agotada de ver a su país hundirse en el precipicio de la inflación, de la falta de empleo y de la inseguridad.
Quienes participamos en la vida política debemos ser responsables de lo que decimos y hacemos, por ello soy clara y puedo decir con fuerza que estamos en contra porque, en materia de derechos fundamentales, es totalmente perjudicial la eliminación del “derecho preferente de los padres a educar a sus hijos”, con lo cual se deja a los padres e hijos en total indefensión legal, siendo reemplazado como borde inamovible el derecho de “las familias”, sumando la restricción estricta a únicamente “elegir el sistema educativo”, lo cual se ve entorpecido por el Sistema de Admisión Escolar o la popularmente llamado “Tómbola” .
No podemos obviar la evidente falta de protección a la vida del que está por nacer, así como el nulo reconocimiento del derecho a nacer. Vemos afectada también en el texto del Consejo Constitucional la libertad de conciencia y religión, ya que quedan muy restringidas y más en desventaja que con la actual Constitución.
Por el lado de materias tales como derechos, deberes e institucionalidad establecidas en este proceso, se presenta una postura en contra de conceptos como “autonomía progresiva del niño”, “paz social” y “discriminación indirecta”, llevando a total arbitrariedad su aplicación, porque son poco claros, ideológicos o incluso mal usados hoy en día.
El texto del anteproyecto establece una “Corte Constitucional” a la que se le dan importantes y poderosas atribuciones, mientras está constituida de una manera fácilmente corruptible, debido a que son cargos de larga duración e inamovibles, lo cual es siempre una fórmula que lleva a impunidad frente a acuerdos o decisiones que no van en pos del bien común. En materia económica, carece totalmente de resguardos y promoción por parte del Estado al emprendimiento, con la falta de resguardos y menciones, así como un compromiso poco serio del Estado con el desarrollo económico, que además es fundamental frente a la crisis económica que enfrentamos.
Los chilenos, hoy, siguen demandando soluciones a sus necesidades básicas, económicas y sociales, que no son materia constitucional, por ende, siguen quedando fuera de este proceso constitucional, es por ello que desde el Partido Social Cristiano votaremos en contra de la Nueva Constitución en el próximo plebiscito de diciembre, y cabe destacar que nuestra decisión es representativa de lo que indican las encuestas ciudadanas, porque un proceso que nunca contempló la voz de la gente simplemente está destinado al fracaso.
  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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