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Desafíos para la economía chilena en las próximas décadas Opinión

Desafíos para la economía chilena en las próximas décadas

Rodrigo Herrera Leiva
Por : Rodrigo Herrera Leiva Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca
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Chile enfrenta desafíos emergentes que son igualmente críticos. Uno de los más importantes es la necesidad de una transformación productiva para diversificar una economía históricamente dependiente de la exportación de recursos naturales como el cobre y el litio.


Los retos que enfrenta la economía chilena en las próximas décadas son multifacéticos y de gran complejidad, abarcando desde dilemas estructurales hasta desafíos emergentes.

Para poder analizar este panorama con mayor profundidad, es crucial enfocarse en dos aspectos cruciales que requieren de atención inmediata: la crisis política actual que desemboca en incertidumbre tanto política como económica, y la estancada tasa de crecimiento debido al agotamiento del modelo económico existente.

En primer lugar, la estabilidad política es una condición sine qua non para cualquier progreso económico significativo. Las reglas que rigen la interacción entre los actores públicos y privados deben ser transparentes y predecibles, lo cual solo es posible si la Constitución, ya sea una reformada o una completamente nueva, está firmemente establecida.

Una base política sólida es indispensable para que el país pueda transitar hacia un modelo económico más sostenible y progresista, que no solo estimule el crecimiento, sino que también garantice la financiación de derechos sociales esenciales. Esto, a su vez, contribuiría a consolidar una democracia más estable y equitativa, permitiendo a Chile superar la trampa del ingreso medio y competir eficazmente con las naciones más desarrolladas.

En el ámbito estructural, la modernización del Estado es imperativa. Un auténtico proceso de descentralización podría ser el motor que impulse la equidad regional y la eficiencia administrativa. Esto plantea varios desafíos concretos, como incrementar la inversión en infraestructura para potenciar la productividad y reorientar los recursos educativos hacia programas de capacitación técnica y profesional, con especial énfasis en tecnologías emergentes. El promedio de inversión en ciencia en los países de la OCDE es de 2,3%. La inversión en Chile nunca ha superado el 0.4% del PIB.

Por otro lado, Chile enfrenta desafíos emergentes que son igualmente críticos. Uno de los más importantes es la necesidad de una transformación productiva para diversificar una economía históricamente dependiente de la exportación de recursos naturales como el cobre y el litio. La promoción de sectores de alta tecnología y servicios avanzados podría ser una solución viable para este dilema.

Además, el cambio climático representa una amenaza palpable para el país, ya que incrementa la vulnerabilidad a desastres naturales como sequías e incendios forestales, con impactos directos sobre el sector agrícola.

Finalmente, dado que Chile fue elegido como el país más atractivo del mundo para desarrollar proyectos de energías renovables, entonces debe tomar medidas decisivas para reconfigurar su matriz energética hacia fuentes más sostenibles, garantizando así una armonía entre el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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