Publicidad
Acuerdo por Valparaíso: desafío imagen país Opinión

Acuerdo por Valparaíso: desafío imagen país


El 23 de octubre pasado se firmó luego de meses de trabajo y diálogo el denominado Acuerdo por Valparaíso impulsado como motor por la Empresa Portuaria de Valparaíso, cuyo eje articulador ha sido buscar una nueva relación entre la Región, la ciudad y el puerto. El objeto fundamental del Acuerdo en su primera declaración es “…recuperar la ciudad de Valparaíso de su largo proceso de  deterioro y permitir el acceso a mayores niveles de bienestar para los habitantes de la comuna…” y a su vez “…fortalecer la capacidad y competitividad del puerto de Valparaíso, tras un largo periodo en que no ha podido concretar su proyecto de ampliación”. Se trata de un nuevo pacto social de la ciudad puerto con dimensiones nacionales e internacionales por sus contenidos. 

Resulta entonces notable este nuevo pacto social y carta de navegación que tras una proceso de diálogo ciudadano con los actores sociales y culturales relevantes de la ciudad, se haya logrado articular un proyecto de desarrollo que tiene en el centro la recuperación de la ciudad puerto de su actual deterioro y una mejor vida para sus habitantes, que como es de público conocimiento ha experimentado un profundo proceso de pérdida de valor urbano y correlativamente ha generado un natural decaimiento de sus habitantes en su estima ciudadana, por ello entendiendo sus gestores que es urgente revertir el estado actual de la cuidad,  el Acuerdo se funda en los valores de los conceptos de desarrollo justo y equitativo de Valparaíso, lo que requiere de una nueva relación entre la región, la ciudad y el puerto, el que se construye a partir de su historia y cultura en su hora actual con mirada de Siglo XXI.

Este Acuerdo por Valparaíso nace en la primavera 2023 a 487 años de la fundación de la ciudad en septiembre de 1536, y tiene el desafío de poner a la ciudad de pie y ponerla a caminar en una nueva y desafiante carta de navegación, con nuevos espacios urbanos en su borde costero, recuperación de playas y caletas y permitirá a la Empresa Portuaria desarrollar un ambicioso plan de creación de mayor valor  institucional corporativo denominado Proyecto de Ampliación Portuaria, que incluye aumentar y modernizar sus muelles en su gestión portuaria, sitios de atraco y un muelle para pasajeros que pueda atender dos naves simultáneamente.

Sin duda el Acuerdo por Valparaíso marca una partida en este ambicioso proyecto de recuperar la ciudad y a la vez modernizar la infraestructura portuaria, que requerirá para su éxito del apoyo activo de la administración regional y comunal y desde luego de la administración y poder central, ya que en definitiva su contenido y obras comprende una política de Estado e imagen país, que requiere de la participación de variados órganos públicos y un apoyo urgente del Gobierno.

Entonces creo que el proyecto Acuerdo por Valparaíso requiere de un esfuerzo y compromiso no solo a nivel regional, sino que a nivel país por la envergadura de sus obras de infraestructura y recursos humanos que necesita para navegar, de manera tal que debería apoyarse en un acuerdo y política país pro Acuerdo por Valparaíso, y hacer así los mejores esfuerzos para que sea este nuevo pacto social y cultural de envergadura y no un caso de desarrollo frustrado. Valparaíso se merece y necesita los mejores esfuerzos para su modernización y mejor calidad de vida para sus ciudadanos y cuenta con este ambicioso proyecto. El país le debe mucho a la ciudad puerto por su contribución al desarrollo económico y cultural y es hora entonces de darle las manos y las alas para que despegue con su nuevo proyecto y carta de navegación, y necesita contar con los recursos financieros y humanos para que el megaproyecto Acuerdo por Valparaíso navegue y llegue a buen puerto. Se trata entonces de un desafío, política e imagen país la que está en juego en el Acuerdo por Valparaíso.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias