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Cruzando el Rubicón Opinión

Cruzando el Rubicón

Diego Pérez de Castro
Por : Diego Pérez de Castro Periodista, Magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos en la Universidad Adolfo Ibáñez.
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Lo acontecido el pasado martes en el Congreso Nacional con el nombramiento de José García Ruminot (RN) como nuevo presidente del Senado, con el apoyo de Demócratas, fue el corolario de “cruzar el Rubicón”.


El Rubicón es un río del nordeste de Italia que desemboca en el mar Adriático y en la época de los romanos marcaba el límite del poder del gobernador de la Galia Cisalpina e Italia y, según la ley romana, ningún gobernador provincial podía atravesarlo al frente de sus tropas. Hace más de 2070 años, Julio César se detuvo un instante ante el Rubicón inquieto por las dudas… cruzarlo significaba cometer una ilegalidad: convertirse en enemigo de la República e iniciar la guerra civil. 

Finalmente dio la orden a sus tropas de cruzar el río, pronunciando en latín la frase “alea iacta est” (“la suerte está echada”). 

Lo acontecido el pasado martes en el Congreso Nacional con el nombramiento de José García Ruminot (RN) como nuevo presidente del Senado, con el apoyo de Demócratas, fue el corolario de “cruzar el Rubicón”. La oportunidad se dio, ante una serie de deficiencias políticas al interior del oficialismo que terminaron por poner al senador por La Araucanía a cargo de la Cámara Alta por el próximo periodo legislativo.

Si bien desde la derecha consideraron –en un principio– respetar el acuerdo político, que indicaba que para este periodo le correspondía la presidencia a un parlamentario de la bancada PPD-Independientes, apareció el factor Demócratas, más precisamente el de la senadora Ximena Rincón.

La eterna pugna entre la exministra del Trabajo de Bachelet y la senadora DC por Atacama, que viene desde hace ya varios años, y cuyo último round concreto fue la quitada de piso del partido de la falange a la candidatura presidencial de Rincón (le cedieron el cupo a Provoste porque básicamente marcaba más en las encuestas), hizo que el pacto se cayera. 

“Pan para ayer y hambre para hoy”, ese conflicto generó una serie de movimientos que dejaron al PPD Pedro Araya sin los votos necesarios para liderar el Senado. De más está decir el nefasto proceso interno de su partido para escoger un representante con anticipación, lo que da cuenta de la poca capacidad organizativa que tiene el oficialismo en ese sentido.

Como en política todo es calculado (nada se hace porque sí), la senadora por el Maule se puso la armadura de Julio César y vio una oportunidad concreta de cruzar el Rubicón y establecer de manera oficial una alianza con Chile Vamos para controlar el Senado, poniendo incluso a Matías Walker como vicepresidente, luego que Luciano Cruz-Coke (Evópoli) le cediera el cupo.

En ese sentido, ya empieza a establecerse de manera oficial un principal frente opositor al Gobierno en el Senado (tienen 27 de los 50 representantes, incluido el exrepublicano Rojo Edwards) y resta ver cómo esto se organizará en la Cámara de Diputados, donde con los apoyos del PDG y algunos independientes podrían marcar aún más diferencia.

Pero por más que Walker, Rincón y compañía digan que quieren ser una “oposición constructiva”, lo cierto es que su acercamiento a Chile Vamos (en conjunto con Amarillos, con quienes irán unidos en las próximas elecciones) da pistas de lo que, en teoría, ya se está haciendo realidad: establecer un conglomerado de centroderecha que enfrente las próximas elecciones presidenciales en 2025.

Este símil a la Concertación –pero del otro lado de la vereda– tiene dos años para ponerse de acuerdo en términos programáticos, sobre todo luego de las elecciones municipales y de gobernadores regionales de este año, con el fin de establecer una alianza que verdaderamente dé certezas a la ciudadanía post Gabriel Boric.

En política, los tiempos son cortos y los acuerdos tampoco abundan, por lo que será interesante observar cómo resulta este nuevo experimento en que a todas luces y, como dijo Julio Cesar al cruzar el Río Rubicón, “la suerte está echada”. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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