Le cuento que, distraído con las astucias de Evo y las grandes estafas a nivel nacional, caí como chorlito en un cuento del tío a nivel global: cediendo a las presiones majaderas de mi computador, acepté que me cambiara ¡gratis! al sistema Windows 10. Para no aburrir a los lectores (y quizás para prevenirlos) les diré que tengo paralizado mi PC desde hace cinco días. Tras activarlo, me muestra en pantalla un hermoso paisaje y un letrerito que dice: «error crítico: el menú Inicio y Cortana no funcionan, intentaremos corregirlo la próxima vez que inicies sesión». Después de unas doscientas «próximas veces», el letrerito siguió apareciendo, con tuteo incluído. Dado que el menú Inicio es nada menos que todo, tengo mis archivos secuestrados y mis trabajos interrumpidos. Ni siquiera puedo dirigirme a Windows 10 para pedirle, con tuteo de vuelta, «devuélveme el sistema que usurpaste».
Si alguien de su medio sabe cómo se demanda a un ente electrónico, le ruego avisar.
José Rodríguez Elizondo
