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Día de la Tierra: la oportunidad de revisar nuestra relación con el entorno

Por: Juan Pablo Rogers


Señor director:

Este 22 de abril es el Día de la Tierra. Una conmemoración que busca que los seres humanos tomemos conciencia de los problemas que enfrenta nuestro planeta en materia de sobrepoblación, contaminación y el cuidado de la biodiversidad. Y nos da también la oportunidad de revisar qué tipo de relación tenemos con el planeta que nos alberga.

Para recordarlo en esta fecha se organizan diversas actividades relacionadas con la protección de la naturaleza. Acciones a las que la Funeraria del Hogar de Cristo se viene sumando desde hace nueve años, pero no sólo en un momento específico, sino que durante todo el año con compromiso y vocación.

Lo que buscamos es que nuestros servicios logren ser una despedida especial para un ser querido, pero disminuyendo el impacto que esto provoca en la naturaleza. Es decir, un proceso funerario realizado de manera sustentable y respetuosa con el medio ambiente.

Prueba de ello es que en 2015 la Funeraria del Hogar de Cristo se acreditó como una empresa B —una de las 130 firmas de este tipo que existen en el país— que la distingue por estar comprometida con cumplir estrictos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad.

Nuestra responsabilidad ambiental se traduce en servicios, productos y procedimientos respetuosos con el entorno, como las acciones de reciclaje e innovación que nos ha permitido incorporar urnas ecológicas. Esta tecnología, inicialmente traída desde España y actualmente desarrollada también en Chile, incluye certificados de tala responsable, descarta el uso de barnices tóxicos y disminuye al máximo la utilización de materiales de fuentes no renovables (principalmente metales).

Asimismo, empezamos a reemplazar las flores por plantas vivas y trasplantables, además de sumarnos a la colaboración en la reforestación de la Patagonia Chilena, al plantar un árbol por cada servicio ofrecido.

En paralelo, se comenzó con la transformación de la flota de vehículos funerarios, adquiriendo inicialmente carrozas más nuevas, que, al contaminar menos, empezaron a bajar la huella de carbono de la Funeraria del Hogar de Cristo.

Y a fines del año pasado, se sumaron tres carrozas 100% eléctricas, que cuentan con altos estándares medioambientales pues tienen cero emisiones en su funcionamiento y nula contaminación acústica.

Los coches —que costaron 70 mil euros cada uno— tienen una autonomía de hasta 370 km y un sistema de carga rápida, que permite recuperar del 20% al 80% de la capacidad total de la batería en tan solo 60 minutos.

Estos logros han sido posibles gracias al compromiso ambiental de la Funeraria del Hogar de Cristo y de sus trabajadores que buscan satisfacer las necesidades de las actuales generaciones, sin comprometer la subsistencia de las generaciones futura.

Aunque en los tiempos del Padre Hurtado no se conocían conceptos como el de desarrollo sustentable, sus enseñanzas apuntaban al cuidado de la creación: “Somos colaboradores reales de Dios y su obra está entregada en nuestras manos”, decía hace más de 70 años. Y ese es un compromiso que también hemos adquirido junto con prestar la mejor atención a las personas, aún después de su muerte, y el seguir colaborando a la gran obra social de nuestro Santo con la entrega de todas las utilidades de la Funeraria a la Fundación Hogar de Cristo y su obra social.

Todo en aras de la construcción de un país con justicia, respeto y solidaridad —incluso para con el medioambiente— tal como lo deseó el Padre Hurtado poco antes de morir.

Juan Pablo Rogers

Gerente General Funeraria Hogar de Cristo

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