Señor director:
Durante su discurso en ENADE 2024, el Presidente de la República abordó el enorme desafío que representa para nuestro país el combate al crimen organizado y la delincuencia. Entre otros factores de impacto en esta problemática, resaltó la necesidad de fortalecer las instituciones policiales, brindar apoyo a las víctimas y, crucialmente, enfocarse en la reinserción social “que corte la cadena del delito y ofrezca otros proyectos de vida, especialmente a los jóvenes de nuestra patria”. A su vez, la Ministra del Interior señaló en su exposición que, dentro de las medidas que deben tomarse para combatir la inseguridad, las políticas de prevención -especialmente con los jóvenes- tiene un lugar central.
Coincidimos plenamente. La prevención y reinserción social son ámbitos claves para la seguridad pública, las que muchas veces tienden a pasar desapercibidas. En efecto, las oportunidades de reinserción pueden transformar los proyectos de vida de jóvenes que han sido parte del sistema judicial y también el de aquellos que provienen de entornos de alta vulnerabilidad social y económica. Son puntos de inflexión que pueden hacer una diferencia, especialmente cuando hablamos de jóvenes que inician carreras delictivas.
En esa línea, el empleo surge como instrumento efectivo de inclusión social. Al proporcionar empleo dignos y estables, se crean las condiciones para que jóvenes al margen de la sociedad puedan integrarse de manera productiva, encontrar un sustento económico lícito y un sentido de propósito.
Al mismo tiempo, son talentos invisibilizados que tienen mucho que aportar. Volviendo a ENADE, en el panel de economía se expresó reiteradamente la necesidad de impulsar el capital humano para mejorar los índices de producción del país. Se hizo énfasis en la importancia del entrenamiento en el puesto laboral para generar talentos. Además, el Ministro de Hacienda señaló que uno de los grupos que aún no ha logrado recuperar las tasas de empleo asalariado previos a la pandemia es, precisamente, aquel de jóvenes menores de 24 años. Entonces, es también una oportunidad y beneficio para el desarrollo del país.
Visto lo anterior, se explica la relevancia de contar con programas efectivos que faciliten la incorporación al mundo laboral de estos jóvenes en riesgo social. La Fundación Proyecto B ha dedicado 13 años a esta causa, brindando una oportunidad de reinserción laboral a jóvenes provenientes de entornos altamente vulnerables a través de la capacitación, intermediación laboral y el entrenamiento en el puesto de trabajo. Durante este tiempo, hemos acompañado a más de 1.000 jóvenes infractores de la ley en su transición hacia la sociedad, logrando una tasa de reincidencia de menos del 10%.
No estamos solos en esta tarea. Otras instituciones y agrupaciones comparten nuestro objetivo de transformar el destino de los jóvenes y, por ende, de la sociedad en su conjunto. Es vital que continuemos fortaleciendo y expandiendo estos esfuerzos y programas para garantizar un futuro más justo y seguro para todos.
Julio Cifuentes,
Director Ejecutivo Fundación Proyecto B
