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Foto: AFP
No existe un favorito remarcado. Por ideas de juego, Liverpool lleva la delantera, sin embargo, el peso de la historia de la Casa Blanca nunca se debe desestimar.
Es la final soñada. La disputa entre el Liverpool y Real Madrid acapara la atención del mundo futbolero, por ser dos de los mejores equipos de Europa y porque, además, ambas escuadras tienen sus pergaminos que los llevaron hasta París.
Los de Klopp llegan con la confianza de haber sido por lejos el mejor equipo de Inglaterra, a pesar de perder la Premier por un punto ante el City; ganaron la Copa de La Liga y la FA Cup. La Champions es el sueño nuevamente para todos los jugadores de Anfield.
La columna vertebral de los de Liverpool llega en buena forma, incluso Fabinho, hombre clave en el equilibrio y construcción de juego, estaría en condiciones para ser titular.
Claramente, la dinámica e intensidad con precisión son dos de los factores determinantes con los que cuenta Klopp en su equipo. Es un equipo eléctrico, que intenta recuperar el balón en menos de cuatro segundos, realizando una presión alta muy coordinada y efectiva. Me atrevo a decir, viendo muchos partidos de Liverpool, que tiene el mejor trabajo de presión del mundo.
Bueno, y arriba el peso de Salah y Mané, más la excelente incorporación del colombiano Luis Díaz, les entregan un peso ofensivo importante a los rojos.
Por su parte, Real Madrid, es el equipo más copero del mundo. Tiene esa tradición que solo los más grandes pueden exhibir, ya que en su camino a la final logró revertir llaves muy duras ante equipos potenciales de levantar la copa, como fue ante PSG, Chelsea y Manchester City.
[cita tipo=»destaque»]Será una especial revancha para Klopp y Liverpool, tras la final perdida ante este mismo rival en Kiev.[/cita]
La épica es parte vital de este equipo. Además de contar con un técnico avezado y que pareciera tener nervios de acero. Sus estandartes son jugadores de primer nivel mundial. Courtois, Casemiro, Modric y Benzema, todos ellos seleccionados de sus respectivos países y además extraordinarios futbolistas.
Por eso la final de París es un sueño. Porque la final en sí, por todo lo que concita, atrapa a cualquiera en el concierto futbolero. Habrá dos equipos muy claros en sus propuestas. Liverpool intenso y profundo, Real Madrid ordenado y demoledor.
No existe un favorito remarcado. Por ideas de juego, Liverpool lleva la delantera, sin embargo, el peso de la historia de la Casa Blanca nunca se debe desestimar.
Será una especial revancha para Klopp y Liverpool, tras la final perdida ante este mismo rival en Kiev. Una final que marcó la desgracia del arquero Loris Karius, quien tuvo una jornada para el olvido, cuando todo apuntaba a que los Reds se podrían llevar la copa.
Es la final soñada y solo queda disfrutarla, porque sin duda el espectáculo está absolutamente garantizado.
