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El infierno en Chile: lecciones que debemos aprender de los incendios de California Opinión

El infierno en Chile: lecciones que debemos aprender de los incendios de California

Lorena Zenteno Villa
Por : Lorena Zenteno Villa Investigadora sobre Cambio Climatico y Derechos Humanos, Universidad de California, Davis.
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California y Chile tienen características geográficas y climáticas, similares, que pueden contribuir a la intensidad de los incendios. En efecto, ambas regiones se encuentran ubicadas a lo largo del océano pacífico y tienen un clima mediterráneo, templado, con inviernos lluviosos, veranos muy secos y calurosos. Son precisamente estas características las que han sido mencionadas por los expertos en los incendios de California como aquellas que contribuyen a la expansión de los incendios forestales, especialmente en los veranos. En California los vientos de Santa Ana son comunes y en Chile los vientos pueden también contribuir aumentar los riesgos de incendios. Además, las características montañosas de ambas localidades hacen difícil llegar a las zonas afectadas por los incendios. Los riesgos de incendios son más elevados en zonas montañosas debido a la dificultad de acceder a esos lugares para combatir los incendios.

En el mismo momento en que Chile comienza el verano 2023 y los incendios parecen intensificarse en frecuencia y extensión. California hace un análisis del verano recién pasado, con un aparente optimismo, es la primera vez que en un periodo continuo de a lo menos 5 años, en que las hectáreas afectadas por los incendios han disminuido. Esto no quiere decir que los incendios han desaparecido o que no se hayan reportado personas fallecidas. En efecto, el número de hectáreas bajo desde 2.2 millones de acres a 360.000 acres de terrenos afectados y se informó de 9 personas fallecidas.

Si bien, este aparente receso en la intensidad de los incendios, no puede considerarse, una victoria. Los expertos en California, dan cuenta que el verano recién pasado, fueron beneficiados por la suerte, principalmente por mejores condiciones climáticas, pero, aun así, sostienen que lo esencial ha sido el actuar conjunto de todos los actores de la sociedad civil, políticos, académicos y científicos, lo que ha permitido en esta última temporada, los incendios no hayan provocado una destrucción masiva. Las principales lecciones que podemos obtener del manejo de los incendios en California son, entre otras:

-Entender que el cambio climático es la principal causa de la destrucción masiva provocada por los incendios, incrementando su frecuencia e intensidad. La combinación de temperaturas extremas, unidas a pedidos de sequía permanente, con fuertes vientos, pueden contribuir a la extensión de los incendios.

-Construcciones en cerros aumentan la vulnerabilidad. Construir en zonas elevadas aumenta los riesgos de perder la vida en casos de incendios, por lo que estos factores deben ser considerados al momento de otorgar permisos de edificación, o para relocalizar a la población que recurre a las denominadas tomas.

-Sistemas de alarma temprana, son esenciales para advertir oportunamente a la población cuando deben evacuar. Las personas deben saber con anticipación, donde deben acudir, y debe otorgarse información y asistencia a aquellas personas que por edad o discapacidad tengan problemas para trasladarse de manera independiente a los lugares de refugio.

-Las medidas de prevención de incendios son importantes, porque pueden reducir los riesgos de incendios. Capacitar a la población en crear espacios seguros para evitar que los incendios no se extiendan a sus hogares, usar materiales de construcción resistentes a los incendios e implementar medidas adecuadas para manejar incendios a nivel local.

-La adecuada coordinación en todos los niveles de la administración, y con el sector privado. Es esencial para una respuesta adecuada, esto incluye tener suficientes recursos, personal y equipamiento para el combate de incendio y capacitación para responder en situaciones de emergencia.
Luego de una temporada intensa de incendios en Chile en el bienio 2019-2020, el escenario que todos hemos presenciado en las últimas semanas del 2002, cuando el verano recién comienza, parece sugerir que vamos a necesitar algo más que un poco de suerte. Es fundamental abordar el trabajo de manera interseccional y con visión de unidad. Los daños de los incendios son masivos y se extienden no solo a la vida, salud y patrimonio de las personas, también se ven afectados los ecosistemas y la biodiversidad, por lo que la prevención para limitar los efectos de los incendios es una tarea urgente.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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