El Tratado sobre Pandemias brinda una oportunidad única para abordar las desigualdades del sistema actual y garantizar el acceso universal a las contramedidas médicas en pandemia a partir de la creación de un marco normativo que promueva el intercambio mundial de conocimientos especializados. Como base del acuerdo se propuso la necesidad de garantizar la equidad en el acceso a las herramientas necesarias para prevenir las pandemias (en particular, tecnologías como vacunas, equipos de protección personal, información y conocimientos especializados), así como el acceso de todas las personas a la atención sanitaria.
Dado que la pandemia del COVID-19 dejó más que al descubierto la incapacidad de los actuales instrumentos internacionales de contrarrestar los efectos de la inequidad entre países en el acceso a la salud. En diciembre de 2021, los 194 Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), acordaron iniciar las negociaciones en torno a un nuevo instrumento internacional que permita al mundo prevenir, responder y prepararse adecuadamente para futuras pandemias, este documento comúnmente se denomina Tratado sobre Pandemias. Fue en esta reunión que se acordó establecer un Órgano de Negociación Intergubernamental ( INB, por sus siglas en inglés Intergovernmental Negotiating Body) en representación de todas las regiones del mundo, para redactar y negociar el convenio. Cabe destacar que Chile fue un iniciador del proceso.
El Tratado sobre Pandemias brinda una oportunidad única para abordar las desigualdades del sistema actual y garantizar el acceso universal a las contramedidas médicas en pandemia a partir de la creación de un marco normativo que promueva el intercambio mundial de conocimientos especializados. Como base del acuerdo se propuso la necesidad de garantizar la equidad en el acceso a las herramientas necesarias para prevenir las pandemias (en particular, tecnologías como vacunas, equipos de protección personal, información y conocimientos especializados), así como el acceso de todas las personas a la atención sanitaria.
El 01 de febrero de este año , el INB publicó el borrador cero del Tratado sobre Pandemias, el cual si bien incorpora principios defendidos por expertos y Organizaciones de la Sociedad como la transparencia, la equidad y la solidaridad, y establece instrumentos y mecanismos para fortalecer las capacidades e incentivos globales para la preparación y respuesta a una pandemia es criticado por la falta de compromisos de financiación y falta de obligatoriedad en múltiples disposiciones que abordan problemáticas pero no son mandatorias, o bien, no son lo suficientemente precisas.
Siempre teniendo presente que esto se trata de un borrador preparado por la secretaria de la OMS y no del texto definitivo, las Organizaciones de la Sociedad Civil, hacen un llamado a que las negociaciones sobre el texto sigan su enfoque basado en la equidad y los derechos humanos dejando permanentemente de lado la orientación adoptada por los gobiernos en el tratamiento de la pandemia donde los países de bajo ingreso sufrieron la mayor parte de perdidas mientras que muchas de las farmacéuticas lograron los mayores ingresos en su historia.
Si bien es incuestionable que pasará mucha agua bajo el puente antes de llegar a un instrumento que cuente con el consenso multilateral requerido, debemos celebrar que ya hay un primer texto para el comienzo de las negociaciones lo que es un hito esperanzador a nivel mundial y que marca una línea de trabajo capaz de prevenir y preparar mejor a los países ante una próxima crisis de salud mundial.