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Ya hace un tiempo, en la previa de un partido ante Argentina en Calama, el delantero marcó un derrotero claro: “Chile necesita tener más jugadores en Europa, no en México o países árabes; para así competir con los mejores”. Tiene toda la razón. Los mejores están en el Viejo Continente, las mejores ligas son de allá y, por ende, el estar todos los fines de semana compitiendo contra los mejores hace que el nivel tienda a la superación. Lo dice un jugador que lo entendió desde el principio y que, si bien muchas veces disfruta más del silencio, cuando habla y entrega visiones de la carrera, siempre deja reflexiones para considerar.
Alexis Sánchez suma y sigue. Antes del amistoso ante Paraguay, el goleador histórico de la Roja fue enfático en señalar que “la generación dorada ya fue, hay que guardarla y recordar sus logros”. Uno de los mayores referentes del equipo bicampeón, decía una verdad que muchos no habían querido asumir y entender.
Alexis es de hablar muy poco, pero, cuando lo hace, siempre deja algo. Ha madurado mucho fuera de Chile, por algo lleva 18 años jugando al más alto nivel competitivo; pudiendo tal vez aceptar otras ofertas más jugosas en lo económico y de competencias menores, decidió quedarse en una de las grandes ligas como la francesa, para seguir manteniendo ese nivel de alta elite.
En el Marsella ha cumplido, pero el equipo del puerto es un escolta del todopoderoso PSG. Sin embargo, ya se ganó su espacio en el equipo de Tudor y los hinchas ya lo tienen como un referente máximo.
Y en la selección una vez más mostró toda su categoría. Ingresó con alguna molestia, pero de inmediato marcó las diferencias. Dos goles, que se agregan a su récord, que ya suman 52 con la casaca roja. Eduardo Vargas, quien lo sigue, tiene 40. Difícilmente, podrá ser superado. Su presencia es vital y clave en cualquier oncena estelar de Chile.
Sánchez es de esos jugadores distintos. Tiene una estirpe ganadora, por mentalidad y capacidades. Una carrera brillante, que reconoció un error clave en su paso al United. El resto ha sido puras loas y triunfos.
Alexis es un jugador en extinción en el fútbol chileno. Solo algunos han logrado tener esa mentalidad distinta, de querer siempre más, de buscar mejorar y estar entre los mejores, esos que por cabeza marcan la diferencia, más allá de los talentos o capacidades.
Sánchez golpea la mesa de buena forma. Marca las pautas a seguir. Ya hace un tiempo, en la previa de un partido ante Argentina en Calama, el delantero marcó un derrotero claro: “Chile necesita tener más jugadores en Europa, no en México o países árabes; para así competir con los mejores”. Tiene toda la razón. Los mejores están en el Viejo Continente, las mejores ligas son de allá y, por ende, el estar todos los fines de semana compitiendo contra los mejores hace que el nivel tienda a la superación.
Lo dice un jugador que lo entendió desde el principio y que, si bien muchas veces disfruta más del silencio, cuando habla y entrega visiones de la carrera, siempre deja reflexiones para considerar.
Tener a Sánchez en nuestro fútbol es un privilegio. Un deportista que marcará la historia. Ganador total y además un competidor nato. Alexis es una leyenda que establecerá la pauta de la historia. Un goleador tremendo, jugador desequilibrante, ganador insaciable.
Golpeó la mesa y siempre con ese respeto por el fútbol.
