A la vez, aquello reduce la capacidad de un gobierno para hacer reformas o ingresar proyectos de ley, pues, al otorgar rango constitucional a las bases del sistema actual, ahora las ideas de quien piensa distinto podrían ser inconstitucionales.
Sin duda, este es un proceso constitucional muy particular. El partido que obtuvo mejores resultados en la votación para elegir a los consejeros encargados de redactar la propuesta de Constitución fue el mismo que desde los inicios se manifestó en contra del proceso: el Partido Republicano.
En otras palabras, el proceso político para cambiar la Constitución vigente quedó en manos de quienes públicamente señalaron que no querían hacerlo. Esto generó una contradicción que Republicanos entendió hábilmente: la propuesta primero debía convencer a sus votantes, y así fue.
UDP&Feedback ha realizado una encuesta mensual sobre el proceso constituyente entre los meses de julio y octubre. En el mes de julio, un 21% de los encuestados se sentía representado por el Partido Republicano. Entre ellos, solo el 22% estaba “A favor” de cambiar la constitución de 1980, y un 61% estaba “En contra”. En la última medición (octubre), el 17% se sentía representado por Republicanos y, entre ellos, el 76% señaló que votará “A favor” y solo el 18% “En contra”.
¿Cómo se explica el cambio en las preferencias entre quienes se identifican con la colectividad fundada por José Antonio Kast? Comenzaron a hablarles a los suyos, pues, al mismo tiempo que se aprobaban las enmiendas apoyadas por Republicanos, iniciaron una fuerte campaña comunicacional en redes sociales. Un ejemplo de ella fue “Te quiero Chile”, dirigida a explicar a sus votantes las enmiendas aprobadas.
Así, el texto que habían elaborado los expertos se transformó rápidamente y la tendencia entre los votantes republicanos se revirtió. Solo entre julio y octubre el voto “A favor” subió 54 puntos y el “En contra” bajó 43 puntos en este grupo.
¿Por qué ahora les gusta el texto? Los resultados de la reciente encuesta UDP&Feedback ofrecen valiosas pistas. Al contrastar las respuestas del total de participantes del estudio con aquellos que se identifican como simpatizantes del Partido Republicano, se observa una clara disparidad en cuanto a la confianza en algunas instituciones. En este sentido, los votantes republicanos muestran una mayor propensión a confiar en:
–Las grandes empresas: 59,1% vs. 27,2% en general (32 puntos de diferencia).
–Las AFP: un 50% vs. 19,4% en general (31 puntos de diferencia).
–Las Isapres: 38% vs. 16% en general (22 puntos de diferencia).
A la vez, tienen menos confianza que el total de encuestados en:
–El gobierno: solo un 2% vs. un 34% en general (32 puntos de diferencia).
–La municipalidad de su comuna: 27% vs. 38% en general (11 puntos de diferencia.
Lo anterior quedó reflejado en la propuesta de Constitución. Por un lado, el texto quita una de las principales fuentes de financiamiento que tienen las comunas en la actualidad, con la exención de contribuciones. Quedó plasmada la desconfianza municipal.
Por otro lado, como señaló José Piñera, los principios esenciales del sistema de capitalización individual ahora ingresan a la Constitución. Esto se puede ver, principalmente, a partir de las enmiendas relacionadas con Salud, Educación y Pensiones, donde el texto consagra el sistema actual a la Carta Magna.
A la vez, aquello reduce la capacidad de un gobierno para hacer reformas o ingresar proyectos de ley, pues, al otorgar rango constitucional a las bases del sistema actual, ahora las ideas de quien piensa distinto podrían ser inconstitucionales.