Publicidad
¿Está en aumento la influencia de la derecha radical en Europa? Opinión BBC/Getty Images

¿Está en aumento la influencia de la derecha radical en Europa?

Fabián Bustamante Olguín
Por : Fabián Bustamante Olguín Doctor en Sociología, académico Departamento de Teología Universidad Católica del Norte, Coquimbo.
Ver Más

El surgimiento y la influencia de la derecha radical en Europa pueden interpretarse como el resultado de una interacción compleja entre los partidos de este espectro y los sistemas políticos de los países europeos. Esta interacción se caracteriza por una variedad de resultados y estrategia.


La renuncia de Geert Wilders al cargo de Primer Ministro en los Países Bajos, junto con el ascenso del partido Chega!, de André Ventura, en Portugal, y las próximas elecciones en la Unión Europea, plantean la interrogante sobre si el panorama político europeo está experimentando un verdadero aumento de la derecha radical o si esta percepción es simplemente superficial. Lo cierto es que los partidos de izquierda no han sido capaces de enfrentar este contexto de crisis migratoria y económica que afecta a Europa, especialmente la primera, que genera preocupaciones en los países de la Unión Europea. Es posible que el proyecto de las izquierdas ya no resuene con la clase trabajadora, donde ha calado profundamente el discurso xenófobo de los partidos de derecha radical. Para abordar esta cuestión, es necesario examinar qué está sucediendo con la derecha radical en varios países del continente europeo.

En Italia, Giorgia Meloni, líder de la política radical de derecha, ha ocupado el cargo de Primera Ministra durante aproximadamente un año. Su partido, Fratelli d’Italia, emergió victorioso en las elecciones, principalmente debido a su enfoque en las cuestiones migratorias. Tras su triunfo, formó una coalición gubernamental con la derecha radical Lega y el partido de centroderecha Forza Italia.

En Europa Central, Viktor Orbán ha mantenido el cargo de Primer Ministro de Hungría de manera continua desde 2010. Su partido de derecha radical, Fidesz, recuperó la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias de 2022 después de haberla perdido temporalmente. Tanto el partido de Orbán como el de Meloni son consistentemente los más grandes en sus respectivos países.

En Eslovaquia, el Partido Nacional Eslovaco (SNP), de tendencia radical de derecha, no ostenta la mayoría. A pesar de ello, el partido participa en la gobernanza, con el populista de izquierda y proruso Robert Fico incluyendo al SNP en su gobierno junto con el partido izquierdista HLAS. Cabe señalar que Fico fue expulsado del Partido de los Socialistas Europeos (PES) por sus vínculos con el SNP.

En Escandinavia, dos partidos de derecha radical ejercen influencia en la política, aunque no son los mayores en términos de tamaño. En Finlandia, el partido Finlandés (anteriormente Verdaderos Finlandeses) forma parte del gobierno de la Coalición Nacional, liderada por conservadores. Por otro lado, en Suecia, el partido radical de derecha “Demócratas Suecos” no gobierna directamente, pero su presencia influye en la política al brindar un apoyo tolerable desde la oposición al gobierno del Primer Ministro liberal-conservador Ulf Kristersson.

Estos ejemplos demuestran una tendencia notable en Europa hacia la presencia y la influencia de partidos de derecha radical en diversos niveles de gobierno. Si bien estos partidos pueden no siempre ocupar el puesto de Primer Ministro o liderar gobiernos, su impacto en la política nacional e internacional es innegable, lo que subraya la importancia de comprender y analizar el surgimiento de la derecha radical en el contexto europeo actual.

¿Está aumentando la derecha radical en Europa?

El ascenso de la derecha radical en Europa es un fenómeno complejo y arraigado que requiere un análisis detallado desde la perspectiva de la sociología política. A lo largo de la historia, hemos observado la consolidación de partidos con estas orientaciones en el panorama político de varios países europeos. Por ejemplo, la prolongada permanencia de figuras como Viktor Orbán ejemplifica este patrón. Del mismo modo, el ascenso de Jörg Haider y su Partido de la Libertad de Austria (FPO) en 2000 marcó un punto de inflexión significativo en la política del radicalismo de derecha en la región.

Es importante señalar que, si bien algunos partidos de derecha radical han logrado acceder al poder, su presencia no siempre ha sido dominante. Por ejemplo, el Partido Popular Danés, a pesar de respaldar coaliciones en el pasado, experimentó una derrota en elecciones recientes, posiblemente debido a políticas gubernamentales de centroizquierda con posturas más rigurosas en temas como el asilo.

El escenario electoral europeo refleja un aumento en la influencia de partidos de derecha radical en varios países. Datos recientes muestran que en más de 15 naciones europeas estos partidos han experimentado un crecimiento en comparación con elecciones anteriores. El ascenso del Vlaams Belang en Bélgica, que pasó del seis al casi 20 por ciento entre 2014 y 2019, ejemplifica este fenómeno a nivel nacional.

Además, en ciertos países, observamos el surgimiento de partidos radicales de derecha como nuevos actores políticos. Este fenómeno se evidencia, por ejemplo, en algunos países balcánicos donde estas fuerzas políticas han participado por primera vez en elecciones.

La derecha radical también enfrenta desafíos en diferentes lugares

En el análisis del panorama político europeo contemporáneo, se evidencia una heterogénea distribución de resultados para los partidos de derecha radical en distintos países del continente. Este fenómeno se manifiesta en la combinación de derrotas electorales notables, como la experimentada por Vox en España, con la permanencia de ciertos partidos en esferas de influencia local a pesar de su marginación del gobierno nacional. Por otro lado, destaca la ausencia prácticamente total de partidos de derecha radical en el escenario electoral de naciones como Irlanda, Islandia, Noruega y Suiza.

En múltiples casos, incluso cuando estos partidos han logrado obtener representación en el parlamento, no han alcanzado un poder efectivo. Un ejemplo paradigmático es el AfD en Alemania, que aún no ha consolidado su posición como una fuerza predominante en el espectro político. Además, se observa la implementación de estrategias como el “cordón sanitario” en torno a partidos como Vlaams Belang en Bélgica, una medida que limita su capacidad de influencia y su participación en el gobierno.

En última instancia, el surgimiento y la influencia de la derecha radical en Europa pueden interpretarse como el resultado de una interacción compleja entre los partidos de este espectro y los sistemas políticos de los países europeos. Esta interacción se caracteriza por una variedad de resultados y estrategias que contribuyen a dar forma al panorama político actual del continente.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias