Opinión
La tecnología –como la IA– abre un mundo de posibilidades y oportunidades. No obstante, para que traiga consigo dichos beneficios, es necesario utilizarla de manera correcta. Y, para lograrlo, es necesaria la educación, algo clave entre nuestros niños y adolescentes.
La educación digital en niños y adolescentes es un tema que ha cobrado una relevancia sin precedentes en la era moderna, especialmente con el crecimiento exponencial del uso de dispositivos móviles y la conectividad omnipresente. Nuevas tecnologías han nacido, haciendo que comience un debate en torno a si estas herramientas digitales son buenas o malas para nuestros niños y jóvenes, especialmente luego de lo ocurrido hace pocas semanas en un colegio privado del sector oriente, respecto del uso de inteligencia artificial (IA).
Muchos cuestionamientos han surgido luego de dicha polémica. Comentarios negativos hacia la tecnología y la digitalización se han presentado, incluso apuntando a una prohibición de celulares y herramientas digitales entre niños y adolescentes, poniendo sobre la mesa la importancia crítica de establecer una guía adecuada sobre el uso de la tecnología, especialmente en entornos escolares, a través de la educación.
Desde Fundación País Digital estamos seguros de que el debate y la discusión frente al uso de la tecnología es algo positivo, ya que nos permite enfrentar argumentos en pos de beneficios concretos, en este caso, la formación de niñas y niños. Desde nuestra mirada, el acceso a las herramientas tecnológicas desde temprana edad es algo que no está en discusión, y en una sociedad digitalizada, negar ese acceso va en contra de la necesidad de proporcionar habilidades tecnológicas primordiales para su futuro. Pero sin duda, para que este acercamiento sea responsable, debe ir de la mano de la educación digital.
Los dispositivos móviles y la conectividad pueden ser herramientas poderosas para el aprendizaje, la comunicación y la colaboración. Permiten acceder a una cantidad abrumadora de información, facilitan la interacción con el contenido educativo de manera innovadora y fomentan habilidades digitales indispensables en el mundo actual. En ese sentido, la tecnología –como la IA– abre un mundo de posibilidades y oportunidades. No obstante, para que traiga consigo dichos beneficios, es necesario utilizarla de manera correcta. Y, para lograrlo, es necesaria la educación, algo clave entre nuestros niños y adolescentes.
Para lograr una educación digital integral, el trabajo en conjunto es fundamental. Creemos firmemente que es clave que el Estado, las familias y el mundo privado eduquemos en conjunto. De esa manera, los niños y adolescentes del país pueden conocer los riesgos, los límites y las potencialidades de la tecnología en la era digital, pudiendo conocerla en su totalidad, logrando un uso responsable de ella y evitando que el desconocimiento de estas herramientas nos lleve a casos como del que fuimos testigos estos últimos días.
Para que esto ocurra, todas las esferas del país debemos estar comprometidas en proporcionar a nuestros niños y jóvenes las herramientas y conocimientos necesarios para navegar en la era digital, de manera segura y ética. Si cerramos las puertas a la educación, le cerramos la puerta a un uso correcto de la tecnología.
