Cuerpos tonificados y femeneidad son cualidades que cualquier mujer envidia. Los travestis tienen todo esto y, además, la ventaja de la estatura. Algunas han sumado ahora otra gracia: habilidades culinarias y de peluquería. Y Joaquín Lavín, por supuesto, estuvo allí para graduarlas
Se pasean por el lugar luciendo tenidas ajustadas, pues éste es uno de los "grandes momentos» de su vida. Es el egreso de las diecinueve alumnas de los cursos de capacitación para travestis que ofreció Infocap en convenio con la Municipalidad de Santiago y al que no podía faltar su alcalde, Joaquín Lavín, para entregar los diplomas. Con esta ceremonia, Traveschile y Lavín sumaron un nuevo hito mediático a la amistosa relación de reforzamiento mutuo de imagen que mantienen desde que a principios del 2001 el alcalde constató en terreno y consternado las actividades que los travestis desarrollaban en la calle San Camilo.
Desde que en ese tiempo Lavín se hiciera cargo de las denuncias periodísiticas de verano que «revelaban» la existencia de prostitutas travestis en Santiago Centro, la cruzada alcaldicia por las minorías sexuales ha ido siempre a más. Primero instaló una caseta de seguridad, luego les ofreció barrio rojo, después las atendió en su propia oficina y, finalmente, vinieron los cursos.
Hoy, Lavín explicó que sólo basta con otorgarles a los travestis posibilidades de estudio para incentivarlas a que abandonen el comercio sexual. Contradictoriamente, o más realista, la presidenta de Traveschile, manifestó que "no estamos diciendo que ellas se salgan del comercio sexual, sino que hayan nuevas oportunidades para ellas".
"Al principio partió como un sueño, la calle no es la única opción, por eso había que tener fe en hacer cosas diferentes", afirmó Silvia Parada. El alcalde entusiasmado puso como ejemplo, entre todas aquellas que se graduaron, a Sandy, quien decidió dejar la calle y cumplir su anhelo de instalar una pastelería. En todo caso, nadie en la ceremonia recordó a Amanda, la travesti que murió en circunstancias poco claras en el departamento de Winston Michelson, y que pese a los cursos, no pudo dejar la calle.
Silvia Parada, por su parte, consolidada a estas alturas como una de las líderes más visibles y conocidas de los movimientos de minorías sexuales, aprovechó la convocatoria de Lavín para anuncir a la prensa que próximamente inaugurará una sede de Traveschile en Temuco.
Tampoco la preocupación de Lavín por los travestis se detiene y el alcalde ya emprendió la iniciativa de abrir, bajo el alero de Traveschile, un curso de nivelación para las interesadas que deseen terminar su educación media. Lavín y las «chicas», como las llama Silvia Parada, ya tienen comprometida una nueva cita para la inauguración de las clases en marzo.
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