Antes del golpe, el policía iba a todos los mitines. Por eso su rostro resultó después tan familiar. En la Escuela de Artillería, dicen ex víctimas, habría presenciado torturas, pero también sacó a algunos, evitó malos tratos y recomendó silencio: todos estaban siendo espiados. Odette salió de su detención y, entre fiesta y fiesta con gente vinculada a la extrema derecha, tuvo un hijo.
Linares no está dividida en dos bandos por la acusación de Odette Alegría contra Nelson Mery. Más bien, está fragmentada en tantas partes como individuos con opiniones sobre el tema existen.
Se estima que durante los primeros meses de la dictadura militar unas 500 personas pasaron por la Escuela de Artillería. Cinco fueron fusiladas y trece desaparecieron. Muchos de los que lograron sobrevivir sufrieron brutales torturas.
Caminar hoy por las calles de la ciudad en compañía de alguna de sus víctimas implica encontrarse, en cada esquina o en cada café, con los sobrevivientes de aquellos años: el anciano con las secuelas de las golpizas en su cojera, la mujer que esconde bajo su ropa quemaduras de cigarros. Todos pasaron por ese lugar, que en Linares es tan macabramente conocido como Villa Grimaldi en Santiago.
A pesar de que los horrores del pasado son comunes, el caso Mery parece haber dividido a muchas de las víctimas en fracciones diferentes. Hay miembros de la Agrupación de Ex Presos Políticos de Linares que cada día juntan nuevos testimonios contra el director de Investigaciones. Y hay integrantes del mismo organismo que reconocen en él a la persona que les salvó la vida. Están aquellos que nunca lo conocieron y hay otros que defienden la labor desarrollada por la policía civil bajo el mando de Mery pero que no logran entender cómo una persona que, al menos, presenció torturas, llegó en democracia al cargo mas importante de la institución.
En Linares hay matices y acusaciones que van y vienen, versiones encontradas respecto al papel de Mery y, también, en torno a la figura de Odette Alegría. De ahí los rumores que, tras investigarlos, muchos se van desvaneciendo. Por ejemplo, la versión que señala que la denunciante tuvo hace dos meses una reunión con la UDI o aquella otra que indica la existencia de más mujeres que imputaron hace años al jefe de la policía vejaciones sexuales.
El siguiente es el relato contradictorio de un pueblo que habla, que recuerda, que acusa a Mery pero que también lo defiende. Ex presos políticos, autoridades, gente de izquierda y de derecha, personajes neutrales y otros aún ofuscados por el dolor, entregaron su testimonio para que El Mostrador.cl intentara reconstruir este capítulo en la historia de Linares y de Chile.
CONTINUA…
Odette en la Escuela y los vínculos que sí ocultó
Mery, de la policía política a la investigación del 92
Defensores de Mery con fuego cruzado
