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Los informes de inteligencia que sepultaron el oficio del OS-7 al Ejército

Documentos muestran las contradicciones de los policías que participaron en un procedimiento antidroga en La Legua, donde estaba el ex teniente de Ejército Rodrigo León. A este último se le sindicó, en un oficio dirigido a su institución, como "colaborador eficaz" para la ubicación del alcaloide, mientras que en el parte a la justicia sólo como testigo. Por esta razón, debió dejar las filas del Ejército


Contrario a lo que podría pensarse fue el propio Departamento II de Inteligencia de Carabineros el que ayudó al titular de la Primera Fiscalía Militar, capitán (J) Luis Araya, para que sometiera a proceso a dos oficiales , el coronel Walter Morales -el ex jefe de Comunicaciones de esa institución policial- y al capitán Enrique Fonseca, como autores del delito de "falsedad de documentos referentes al servicio de las instituciones armadas", que derivó a su vez en la baja del teniente de Ejército Rodrigo Vera León.



Así da cuenta el auto de procesamiento, como también dos informes del Departamento II, a los que tuvo acceso El Mostrador.cl en fuentes uniformadas. Uno del 2 de febrero de 2004 y otro del 27 de febrero del mismo año.



La historia se inició el 21 de julio del 2001, a partir de un procedimiento de drogas llevado a cabo en la población La Legua y que estuvo a cargo del OS-7, donde Morales y Fonseca eran los oficiales a cargo.
Ese mismo día Vera León había ido a tratar de arreglar su automóvil, gracias a un dato de su primo Nelson. Fue así como ambos se trasladaron hasta el lugar ubicado en la avenida Salvador Allende, y procedieron a beber algo y a esperar mientras llegaba el mecánico.



En ese instante hicieron su ingreso a ese recinto los carabineros del OS-7, quienes tenían el aviso previo de un agente encubierto que había hecho una compra de droga. Fue así como encontraron a Vera León vestido con tenida de combate. Este último no fue detenido, sino enviado a la Central del OS-7, en calle Bulnes.



Al revés



Y aquí comienzan las contradicciones entre dos informes, uno remitido al Ejército y otro al tribunal competente. En el primero se indicó que Vera León había ayudado a encontrar la droga, actuando como un "colaborador eficaz". Sin embargo en el segundo, que iba remitido a la justicia, solamente lo mencionan como un testigo y se le adjudica la calidad de empleado público.



Lo concreto es que Vera León debió concurrir al Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), donde se le practicó el análisis de pelo y orina, cuyos resultados fueron negativos. Luego fue derivado a su domicilio, y a los pocos días, fue llamado por el Director de la Escuela de Servicios del Ejército, donde realizaba un curso, quien le mostró el informe reservado enviado por Carabineros, el N° 601, donde se señalaba que "dio información exacta de la ubicación de la droga".



"Una vez en el Batallón Logístico N°4 Valdivia, fue entrevistado por el coronel de Ejército, Hernán Schmidt Einicke, donde lo involucraban en el consumo de droga con otro oficial de la unidad, siendo insultado, manifestándole que mejor solicitara la baja voluntaria si no lo haría la Junta Calificadora y así podría encontrar trabajo en la vida civil. Por lo anterior y debido a todas las presiones, el 31 de agosto de 2001, solicitó la baja voluntaria de las filas de la institución", dice el informe de inteligencia policial del 2 de febrero de este año.



Sin embargo, Vera León consideró que la situación era injusta y presentó una querella en la fiscalía militar que seguió un lento, pero profundo proceso de investigación no sólo de parte de Carabineros, sino también del Departamento Quinto de Investigaciones.



Pero en los informes empiezan a evidenciarse de manera taxativa las contradicciones y el desconocimiento de algunos uniformados sobre los detalles del procedimiento y acerca de quién le preguntó al oficial de Ejército sobre la droga.



Por ejemplo, al ser consultado el propio Walter Morales por la sección Inteligencia, admitió haber firmado el oficio, y que existía una diferencia entre éste y el parte enviado al tribunal.



"Consultado puntualmente si le preguntó al ex teniente de Ejército si sabía la ubicación exacta de la droga, manifestó no recordar si realizó dicha pregunta. Sin embargo, esa información le fue entregada por el capitán Fonseca, quien le señaló que en el sitio del suceso el oficial de Ejército le había indicado el lugar exacto donde se encontraban los estupefacientes, situación que consideró grave. Por último dijo que el documento fue redactado por el capitán René Martínez Cuneo.



Algo claramente no cuadraba, así que siguieron los interrogatorios. Esta vez al capitán Fonseca. Este último, aseguró que Vera León le indicó el lugar de la droga. También dijo que su superior, Walter Morales le ordenó que en el parte se escribiera que estaba en el inmueble, "indicando su calidad de empleado públicoÂ… en espera a la citación del tribunal en atención a que había cooperado en la investigación".



Luego declaró el capitán Martínez Cuneo, quien confirmó que la orden provino de Walter Morales y que los datos para la información vinieron del capitán Fonseca.



Hasta ahí las declaraciones eran relativamente coincidentes. Sin embargo, los suboficiales que participaron del mismo operativo, terminaron de correr el mantel de la mesa y quitaron el piso a sus superiores. Esto porque ninguno de ellos aseguró haber escuchado lo que habría dicho el oficial de Ejército, toda vez que el parte y el oficio reservado se escribió en el Departamento de Drogas del OS7, y no por las personas que participaron directamente en el operativo, como manda la regla, según estableció la inteligencia policial.



El fiscal dirime



La complicación de Carabineros está a la vista. Hace pocos días, la titular del 33 Juzgado del Crimen de Santiago, Eleonora Domínguez, encausó a la generala Georgina Ayala, por haber filtrado información a la prensa en el caso Spiniak. Si bien su apelación se resuelve hoy en la Corte de Apelaciones de Santiago, es la primera vez que a dicha institución la justicia le encausa a un alto oficial activo.



Y la historia se volvió a repetir. Esta vez con quien fuera jefe del OS7 y luego jefe de comunicaciones de Carabineros, Walter Morales. En otras palabras la cara pública de la institución, cuya caída, por otra parte, no tiene nada que ver con el caso Spiniak. Morales fue alejado de las filas de Carabineros la semana pasada y permanece detenido en el hospital institucional, mientras se resuelve su situación procesal



El fiscal Juan Araya en el auto de procesamiento, es claro en su convicción. "… en el oficio reservado N° 601 del Departamento de Drogas OS7, dirigido al Ejército, documento en el cual abusando de sus cargos habrían faltado a la verdad en la narración de los hechos sustanciales en lo que dice relación a una supuesta participación activa del teniente de Ejército Rodrigo Vera León, en hechos que revestían caracteres de delito".



Lea el auto de procesamiento



Lea el informe de inteligencia de Carabineros del 2 de febrero de 2004



Lea el informe de inteligencia de Carabineros del 27 de febrero de 2004

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