El PPD Patricio Hales, presidente de la instancia, critica la premura por adquirir el aparato, y advierte que el Ministerio de Defensa contradice el estilo de diálogo impulsado por Michelle Bachelet. Mientras, el DC Renán Fuentealba niega que se trate de una decisión apresurada y que haya existido secretisimo, y acusa a su colega de »estar desinformado».
No hay acuerdo en la comisión de Defensa de la Cámara ante la posible compra de un satélite, que el Gobierno decidirá en julio próximo. Mientras el presidente del grupo legislativo, Patricio Hales (PPD), envió un oficio a La Moneda para pedir que la determinación se postergue, Renán Fuentealba (DC) cree que es "procedente" adquirir el aparato.
Fuentalba, ex subsecretario de Marina y otrora asesor del Ministerio de Defensa, piensa que «el satélite es un elemento que le va a servir muchísimo al país desde el punto de vista militar y el uso civil, y particularmente en esta área».
«Además, es de gran utilidad porque le permite entrar a Chile en una tecnología que no tenemos, avanzar y recuperar el tiempo perdido y estar en condiciones el día de mañana, de aquí a 10 años, para tener nuestra propia construcción de satélites», agrega.
Requerido por la postura crítica de Hales y de otros parlamentarios, entre los que se cuenta su correligionario Jorge Burgos, en el sentido de que se debe esperar para decidir la compra, el legislador falangista es categórico en afirmar que "esta no es una decisión apresurada".
"Antes de ser diputado trabajé en el Ministerio de Defensa y sé que se hizo un trabajo muy serio, de levantamiento de necesidades con más de 140 servicios contactados, se hizo una investigación de lo que podía aportar el satélite y la decisión fue que era procedente", asegura.
"Conozco lo que se ha hecho en este aspecto y me dan plenas seguridades las actuaciones del Ministerio de Defensa en esta materia", puntualiza.
«No se pueden hacer licitaciones públicas»
Consultado por las acusaciones de falta de transparencia en la adjudicación, indica que "en estas cosas no se pueden hacer licitaciones públicas, porque las especificaciones de cada país no permiten que se pueda comprar igual que como se hace un auto".
«Acá es un satélite que debe cumplir con ciertas características técnicas que requiere el país y, por consiguiente, es casi un satélite a pedido. Por ello, son muy pocas las empresas internacionales que están en condiciones de participar en este tipo de cosas", aclara.
A pesar de esas limitaciones, asegura que "se invitó a participar a tres empresas -una coreana, una canadiense, una israelita-, y al consorcio EADS, que fue la más conveniente y que por su experiencia me da plena garantía y seguridad".
"Aquí no ha existido secretismo. Es cuestión de pedir los antecedentes al Ministerio de Defensa de cuáles fueron los servicios que se contactaron. Como asesor del ministro de la época, conocí el procedimiento y discrepo con el diputado Hales, quien creo que esta desinformado sobre el tema», apunta.
«Me resulta inaceptable»
Pese a ello, Hales insiste en que si bien la compra del satélite podría ser necesaria, no logra comprender e incluso le resulta "inaceptable" que para un negocio de esta envergadura, un gobierno que lleva sólo tres meses «tenga que proceder con tanto apresuramiento, en medio de tantas necesidades de nuestras Fuerzas Armadas".
"Un debate con políticos responsables, serios que se involucran en las necesidades de su patria, permitiría perfectamente comprar el satélite o arrendarlo, en la medida que esto sea estudiado con serenidad y no con apresuramiento", afirma.
«Creo que se involucraría mucho mejor a los políticos que esta forma apresurada en el que se dan órdenes que contradicen al estilo Bachelet. El Ministerio de Defensa contradice el estilo Bachelet. Por eso, la comisión de Defensa, a excepción de los diputados Roberto León y Renán Fuentealba (ambos DC) que apoyaron la resolución de su adquisición, enviaron este oficio para que se posponga la compra", afirma.
Agrega que otro reparo es que en la evaluación de esta posible compra no participaron organismos académicos y universitarios que conocen del tema. "Lo que se hizo fue una reunión en septiembre del 2005 donde se les informó a las universidades, pero no hay participación. Hay un apresuramiento y un autoritarismo de la Constitución de 1980 que a los gobiernos de la Concertación les parece venir bien en la toma de decisiones. Le viene bien el autoritarismo de la Constitución de 1980, le viene bien a veces el secretismo, en el satélite es el apresuramiento".
-En el Ministerio se señala que actualmente el gasto en imágenes satelitales es de US$ 35 millones.
-Por eso. Puede ser una excelente compra, pero un país como el nuestro no puede decidir esto de manera apresurada. Mi crítica es que hay una cuestiones mal definidas, como ausencia de licitación, la petición de ofertas específicas a cuatro proponentes, el plazo de 30 días para decidir la compra sin hacer una revisión y la forma de administración del satélite, que viene anunciada como de tipo civil, pero que va a ser dirigido por los tres jefes de las Fuerzas Armadas. Entonces, no me digan que es de tipo civil.
-Pero la compra del satélite se viene analizando de la anterior administración
-Por supuesto, pero este es un gobierno que acaba de asumir, a los 100 días tiene la obligación de revisar cómo son las modalidades de materias complejas y que comprometen a la defensa nacional. Así se ha hecho en materia de revisión del Transantiago, de Obras Públicas, en Salud, y es lo menos que puede hacerse en materia de compra de un satélite para un país en desarrollo, con tantos niveles de desigualdad. Además, en Defensa se han cometido tantos errores en las adquisiciones para el sector que se requiere que se tome un mínimo de tiempo suficiente. Por eso le envié un oficio a la Presidenta Michelle Bachelet pidiendo la postergación.
-¿Qué errores se han cometido?
– Basta con ver la adquisición de los tanques Sherman, que hoy son un monumento al desastre, basta ver como fue la forma secreta y desconocida que se hizo de la compra de los tanques Leopard, que pueden estar muy bien comprados, pero se hizo sobre un modelo misterioso, al margen de toda decisión de Estado y en el desconocimiento completo. Un error desde el punto de vista técnico y en el otro de la transparencia.
-Con la actual Ley Reservada del Cobre, los parlamentarios pueden protestar, pero nada más porque al final si se decide comprar se hará.
– Pero las limitaciones constitucionales no congelan mi cerebro, ni mi voz. Tengo capacidad de pensar, crear y descubrir dónde están las necesidades del país y me parece necesario generar un debate público y ése es el ámbito de libertad que tienen los parlamentarios.
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