Jeffs es un profundo conocedor de las relaciones entre Chile y Bolivia, y un promotor de instancias de acercamiento entre ambos países. En septiembre estuvo en Bélgica y, junto a otros intelectuales peruanos y bolivianos, elaboró una serie de soluciones al problema marítimo de La Paz. Sin embargo, hoy está preocupado por los niveles de agitación social que afectan al gobierno de Evo Morales.
El pasado mes de septiembre destacados intelectuales del área de las ciencias sociales de Chile, Bolivia y Perú, se dieron cita en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, con el fin de abordar el tema de la mediterraneidad de Bolivia. Tras el encuentro los especialistas consensuaron una serie de propuestas para permitir que este país mediterráneo pueda tener acceso al mar.
Las conclusiones de la reunión quedaron plasmadas en el Acta de Lovaina, donde se proponen dos soluciones principalmente. La primera es la existencia de un corredor al norte de Arica, ya sea de carácter boliviano o trinacional; o, en caso contrario, generar un enclave para Bolivia en el puerto de Cobija, Antofagasta.
Los representantes chilenos en la discusión fueron: Jan Cademártori Dujisin, economista y profesor de la Universidad Católica del Norte; José Rodríguez Elizondo, abogado y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; el Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar Vergara; y Leonardo Jeffs Castro, historiador y profesor de las universidades de Valparaíso y Silva Henríquez.
"Lo interesante de todo esto es la oportunidad de haberse reunido personas vinculadas al campo de las ciencias sociales, tanto de Bolivia, Chile y Perú, y haber llegado a una propuesta de consenso sobre un tema muy complejo y donde hay intereses cruzaDOS", señaló Jeffs a El Mostrador.cl, quien coordinó el "Centro de Amistad Chileno Boliviano" desde 1988 a 1990, entre otras instancias de acercamiento con La Paz y que, además, es autor del libro «Encuentros y desencuentros. Chile y Bolivia 1928-1935».
Sin embargo, de septiembre a la fecha muchas cosas han pasado en Bolivia que han desviado el tema de la mediterraneidad hacía el de rumores de golpe de Estado, luego de los serios enfrentamientos que causaron la muerte a más de 20 personas en el pueblo minero de Huanuani.
-Antes de preguntarle por los problemas por los que hoy pasa Bolivia, ¿en qué consiste la posibilidad de crear un enclave boliviano en Antofagasta?
-La propuesta del enclave en el antiguo puerto de Cobija, que hoy está prácticamente abandonado y que fue de Bolivia antes de la Guerra del Pacífico, consiste en entregar una zona en comodato y posteriormente se iría traspasando soberaníaÂ…
-¿Cuánto tiempo tardaría en entregarse totalmente este territorio a Bolivia?
-No se planteó en cuánto tiempo, es algo que se iría evaluando.
Estabilidad en riesgo
-Ahora, respecto a los últimos acontecimientos en La Paz, ¿cuál es su análisis? ¿hay posibilidades reales de un golpe de Estado?
-La situación para el gobierno boliviano es difícil, por supuesto, por los problemas internos, pero no creo que haya amenazas de golpe. Pero sí una situación difícil, por conflictos socioeconómicos, por conflictos interétnicos y regionales, que son serios. Además, a eso hay que agregar que es un gobierno que es nuevo, que no tiene una experiencia de gobierno como otras coaliciones políticasÂ…
-Si no hay posibilidades de golpe ahora, ¿qué factor debería irrumpir próximamente para preocuparnos realmente de un estallido social? ¿Un mayor protagonismo de las Fuerzas Armadas?
-No. Yo creo que el problema serio que puede tener Bolivia en estos momentos son los afanes de mayor autonomía, que plantean algunas regiones y que podríaN comprometer la unidad nacional boliviana. Hay cuatro regiones, las de la "media luna": Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija, que reclaman mayor autonomía. Mientras esa mayor autonomía pueda manejarse dentro de una Bolivia diversa pero unida no hay problema, pero algunos ven en eso un afán que podría llevar al separatismo y ahí sí que las Fuerzas Armadas han anticipado que intervendrían, para evitar la ruptura.
-¿Qué otro punto de tensión identifica?
-El asunto étnico, ya que dentro de la coalición gobernante hay algunas posturas de favorecer todo un enfoque indígena futuro, lo cual no se condice con la pluralidad étnica de Bolivia, entonces ahí hay un problema. Desde cierto punto de vista se puede ver a la población boliviana como mayoritariamente indígena, pero desde otro punto de vista se puede ver como mayoritariamente mestizaÂ…Hay un 38% que no se siente indígena y hay que respetarlos, como dice el Presidente Morales, y eso no siempre está tan claro.
-En definitiva, no tenemos un golpe de Estado inminente, pero sí una serie de factores de perturbación social muy difíciles de controlarÂ…
-Â…El gobierno ha perdido apoyo y eso es cierto, porque entre la votación que obtuvo el Presidente Morales y lo obtenido en la Asamblea Constituyente por la alianza que encabeza, hay una baja clara, lo que expresa que se han ido alejando algunos sectores medios del apoyo al gobierno.
-¿Por qué se están alejando si todavía no hay una "gran" revolución en La Paz o una revolución que pueda «asustar» a las personas
-Yo creo que hay susto en los sectores medios. Los sectores medio son para mí claves en todo proceso de cambio, o sea, los sectores populares deben apoyarse en ellos, y lo digo pensando un poco en la experiencia chilena de la Unidad Popular. En la medida que se fueron alejando los sectores medios de la UP, se fueron acercando a la derecha y eso hay que evitarlo. Por eso hay que ser inclusivos y no generar políticas excluyentes para estos sectores.
Acuerdo fronterizo
-En otro plano, ¿qué importancia le asigna al acuerdo militar y fronterizo entre Caracas y La Paz? El Gobierno chileno incluso pidió "transparencia" al respecto, tras algunas publicaciones de prensa que hablaban de amenazas larvadas contra nuestro país
-Me parece que todo es una maniobra para tratar de alejar la posibilidad del apoyo del gobierno chileno a la postulación de Venezuela al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En todo caso, me parece legítimo que Bolivia quiera tener bases para defender su propio territorio, no me parece que sea una cosa del otro mundo. Además, no hay que olvidar que Bolivia también tiene fronteras con Argentina, Perú, Brasil y Paraguay, y que en este último país hay asentadas tropas de los EEUU, así que hay que mirar las cosas desde ese ángulo también.
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Vea además:
El acta de Lovaina: opciones para una salida al mar
