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«Pinochet ha sido más funcional a la Concertación que a la derecha»

Según el historiador graduado en Oxford, los políticos de la UDI y de RN »no existirían sin Pinochet», por lo que cree que »la Alianza muestra atisbos de enfriamiento pero calculadamente parciales». Cree que la figura del ex uniformado es un tema que »incomoda» en general a toda la clase política y cuestiona severamente a Pablo Longueira, Sebastián Piñera y Jacqueline van Rysselberghe.


El historiador Alfredo Hocelyn-Holt considera que el bloque de oposición puede "querer" desmarcarse de la figura de Augusto Pinochet, pero debe sopesar esto con la necesidad de conservar a "su electorado más fanático". En ese sentido, habla de la "carga" que significa "el legado brutal y socialmente costoso" del ex jerarca del régimen militar.



El académico de la Universidad de Chile cree asimismo que si la derecha fuera "más audaz" y "admitiera su error de haber apoyado a la dictadura, ganaría puntos frente a la ciudadanía persuadiéndola, y se quitaría de encima al ‘muertito'».



Por otro lado, en opinión del historiador, incluso en círculos altos de la Concertación existe una "admiración" por la imagen del ex general. Asimismo recuerda que el bloque oficialista debió "negociar con Pinochet", dentro de la institucionalidad "legada" de la dictadura, y "aceptar su impunidad para acceder al poder".



En ese sentido, piensa que la figura del otrora gobernante de facto "incomoda" a la clase política en general, independientemente de su tendencia ideológica.



-Durante los actos de homenaje a Augusto Pinochet, se ha visto a importantes figuras de la derecha dando gestos de apoyo al ex uniformado y su familia. De hecho en declaraciones públicas, las directivas de ambos partidos de oposición han valorado el rol de Pinochet en la historia como Presidente de la República, cuestionando además la decisión de La Moneda de no rendirle un homenaje de Estado. ¿Qué análisis podría hacer de la actitud que ha tenido el bloque de oposición en torno al fallecimiento de Pinochet?
-La valoración de Pinochet se ha hecho desde todos los sectores, no sólo desde la derecha. Por ejemplo, le leí al columnista Carlos Peña el otro día que Pinochet habría sido el gran modernizador de Chile. Argumento que me recuerda el que se hace de Mussolini: que bajo Il Duce los trenes llegaban a la hora, o lo que se dice sobre Hitler: que era un gran constructor de carreteras. Peña suele ser confuso. Ahora bien, no porque no se le rindan cierto tipo de homenaje público al general ello significa que no hay cierta "admiración" por Pinochet, incluso en círculos altos de la Concertación. Lo que pasa con Pinochet es que incomoda a medio mundo. Fue demasiado poderoso. La Concertación tuvo que aceptar su impunidad para acceder al poder. La derecha tampoco se la pudo con él, debiendo soportar la carga que significa su legado brutal y socialmente costoso todavía latente en la memoria ciudadana.



«Políticos de RN y la UDI no existirían sin Pinochet»



-Si bien por parte de Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI) se ha intentado un desmarque del otrora dictador, insistiendo en que su presencia en los funerales no debe tener una "interpretación exclusivamente política", ¿ cree que es posible pasar por alto una interpretación política de este hecho?
-Todo lo que hacen los políticos chilenos actuales es político y calculado. No son muy nobles que digamos. La derecha puede "querer" desmarcarse de Pinochet pero, en paralelo, siente que no puede alienar totalmente a su electorado más fanático. Iván Moreira ha sacado suculento provecho cultivando, en esta vuelta, a dicho sector. Insisto en la incomodidad que produce Pinochet.



Los políticos de la UDI y de RN no existirían sin Pinochet. Le deben a Pinochet el 40 y un poco más por ciento del electorado, al que apenas han superado algunas veces durante esta última década y media. Ese porcentaje es considerable: ha servido para cautelar el "proceso" de transición; ha permitido que a grupos poderosísimos surgidos gracias a la dictadura no los toquen y hagan responsables de un cuanto hay. Por eso la Alianza muestra atisbos de enfriamiento pero calculadamente parciales. Le deben mucho a Pinochet a la vez que han debido cargar mucho con sus "cabronerías", en muchas de las cuales ellos fueron cómplices.



«A la derecha chilena le falta la audacia de la española»



-Por otro lado, el diputado Jorge Burgos ha señalado que es "contra natura" que en la derecha se alejen de Pinochet. Personalmente, ¿ le parece posible este distanciamiento del régimen militar?
-La derecha es muy calculadora por tanto veo difícil que se desmarque totalmente. Si fuese más audaz, como la derecha española, podría quizá ganar con dicha apuesta. Pero, lo que se olvida es que la derecha chilena es compleja. No sólo se limita a los partidos de derecha. Están también los fácticos, los empresarios, desde luego, más pragmáticos y flexibles que juegan a ambos lados de la cancha -financiaron a Bachelet y "amaron" a Lagos—, a la vez que exigen a los partidos de la Alianza cumplir su rol: resguardar el electorado duro, por si acaso los gobiernos concertacionistas se vuelven más izquierdosos.



-Según el timonel de RN Carlos Larraín, la muerte de Pinochet ha sido usada "en contra" de las tiendas de derecha, acusando un "aprovechamiento" por parte del gobierno en este sentido. En especial, tras las palabras del ministro Belisario Velasco en relación a que Pinochet es "el clásico dictador de derecha"…
-Carlos Larraín suele decir disparates de este tipo todo el tiempo. Por supuesto que el gobierno va a usar a Pinochet "en contra" de la derecha porque de esa forma se escuda de tener que reconocer que la Concertación debió negociar con Pinochet, asegurarle la impunidad, y en no poca medida, funcionar cómoda e incómodamente dentro de la institucionalidad "legada" de la dictadura. Reconozco, sin embargo, que pedirle a Carlos Larraín que entienda esto es como mucho.



Por su parte, lo que dijo el ministro Belisario Velasco es concordante con su historia personal: él fue un valiente opositor, desde un comienzo, contra la dictadura, como pocos otros DC. Ocurre sí que Belisario Velasco no dijo que existían también dictaduras de izquierda, por de pronto la de Fidel Castro, y en eso quizá también incide su historia personal: se ha afirmado, desde hace tiempo, que el ministro hace negocios en Cuba. La historia es compleja y complicada. Habría sido mejor que hubiese dejado este tipo de análisis a historiadores, cientistas o filósofos políticos.



«La política es liderazgo, y no puro cálculo electoral»



-A su juicio, ¿Le conviene a la derecha seguir ligados a Pinochet? ¿Existirían eventuales costos electorales?
-Los políticos chilenos, tanto de derecha como centro e izquierda, se han equivocado, a mi juicio, en creer que la política es puro cálculo electoral. La política es liderazgo. El electorado es volátil, permeable, conducible cuando no "cohechable" mediante efectivas campañas publicitarias.



Por tanto, si la derecha fuese más audaz y admitiera su error original de haber apoyado y sostenido una dictadura brutal que, además, destruyó el orden institucional, en una de éstas ganaría frente a la ciudadanía persuadiéndola, y se quitaría de encima al "muertito".



Pienso que hay buenas razones para afirmar que Pinochet, al final de cuentas, ha sido más funcional a la Concertación que a la derecha estos años. Por tanto, ¿por qué no pasarle a la coalición de gobierno este fiambre que tan podrido huele? Hacer una cosa así, sin embargo, exige, amén de audacia, un pragmatismo y una claridad histórica -repito- que no está a la altura del coeficiente medio de los políticos de derecha como Carlos Larraín.



«La derecha no sabe qué hacer con Pinochet»



-Ante los cuestionamientos sobre un "oportunismo político" de la derecha, dirigido a los representantes tanto de la UDI como de RN que no asistieron oportunamente al Hospital Militar. ¿Cree que al momento de tomar la decisión de "acompañar" a Pinochet efectivamente se ha actuado con una calculadora en la mano?
-Criticar, desde una trinchera política, a otros políticos por "oportunismo" es hipocresía ramplona. Insisto, la derecha no sabe qué hacer con Pinochet, si abandonarlo o mantener el "vínculo histórico". A veces se distancia y a veces se vuelve frenéticamente pinochetista. La Concertación, en cambio, es más fría. Los dirigentes concertacionistas son los principales "legatarios" políticos del régimen militar en tanto testaferros y administradores de su impronta constitucional y económica, a la vez que han aprovechado electoralmente la tirria, el rechazo razonable, y en no poca medida, también, el temor todavía latente de la ciudadanía frente a la dictadura.



«Piñera es un aprovechador y Van Rysselberghe una recién aparecida»



-Respecto al rol de los "presidenciables" del sector, Pablo Longueira, Sebastián Piñera y Jacqueline Van Rysselberghe, ¿debieran tomar en consideración el "factor Pinochet" respecto a sus acciones políticas?
-No les doy consejos a ninguno de los tres. Longueira se ha vuelto menos cerebral últimamente, y aunque respaldo su distanciamiento de los militares y de los empresarios (de no hace mucho), no comparto su populismo más reciente. Piñera siempre me ha parecido un aprovechador político: él está en la política para efecto de sus negocios e imperio económico.



La señora Van Rysselberghe, en tanto, es una recién aparecida a la política, similar en eso a la señora Bachelet, por tanto, de sugerirle a alguien algo (aunque da lo mismo, no soy político), le sugeriría al electorado no volver a apostar por este tipo de "inventos" publicitarios, no si después lo va a tener que lamentar.



Pero, qué más da, ¡vaya uno a entender al electorado y al país. Ha sido bien errático históricamente; ha apoyado revoluciones de centro, izquierda y derecha militarizada. Lo que precisamos, pues, son buenos políticos de cualquier tinte, una institucionalidad que fiscalice a quien ejerce el poder, y, por último, resguardos sensatos que nos protejan de un electorado mayoritario que sistemáticamente elige y permite que tengamos tan malos políticos y gobernantes que no saben qué hacer con "legados" históricos clave como el de Pinochet.

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