Aunque no culpó abiertamente al gobierno de Bachelet y reconoció que el diseño no era perfecto, el ex mandatario deslizó críticas a la actual administración. ¿Si no estaba lista la infraestructura, por qué partió de una vez?, fue la pregunta que implícitamente hizo. Por ello, recalcó, no podía hacerse responsable de hechos posteriores al término de su gestión.
Una férrea defensa de la forma en que fue diseñado el plan Transantiago realizó el ex Presidente Ricardo Lagos, a través de una extensa entrevista radial en la que también delimitó las responsabilidades que le caben a su gobierno y al de su sucesora, Michelle Bachelet, en las deficiencias del nuevo sistema de transportes.
Si bien esta semana el ex gobernante ya había entregado su posición ante la comisión investigadora de la Cámara, dirigentes de la Alianza y también algunos personeros oficialistas consideraron insuficientes sus explicaciones y, además, cuestionaron el que no se haya presentado personalmente ante la instancia parlamentaria.
Y aunque Lagos, en la entrevista con radio Cooperativa, señaló en reiteradas ocasiones que no pretendía enjuiciar a las actuales autoridades, dio a entender que las deficiencias corresponden más que a problemas de diseño a fallas en la implementación.
A mayor abundamiento, precisó que el diseño no era 100% a prueba de errores, pero que por estas razones fue corregido e incluso postergado. Y cuando partió, advirtió, lo hizo sin la infraestructura necesaria y no paulatinamente, como estaba previsto.
"Es un cambio notable, pidamos excusas por lo que ha ocurrido. No quiero lavarme las manos, he asumido mi responsabilidad como corresponde por el diseño del plan. Otra cosa es que tampoco puedo hacerme responsable de lo que ocurre después de mi período", es la reflexión que resume el planteamiento de Lagos.
Diseño perfectible, pero…
Una de las principales ideas que quiso transmitir Lagos es que si bien el plan fue pensado e ideado durante su gobierno y que incluso pudo haber tenido fallas, las mayores responsabilidades recaen en quienes lo pusieron en ejecución, teniendo en cuenta que las "líneas gruesas" seguían vigentes.
"No digo que todo el diseño haya sido perfecto ni mucho menos. Porque eso sería absurdo, ningún diseño es 100% a prueba de errores. Lo que digo es que la línea gruesa, la concepción del Transantiago, ese diseño se mantiene. Y eso me parece importante", enfatizó.
Sin embargo, precisó que ningún diseño es perfecto, situaciones que ejemplificó con la revisión de los contratos que tuvo que hacer cuando asumió como titular de Obras Públicas del gobierno de Eduardo Frei o con el colapso que sufrieron los tribunales de Familia durante su mandato.
Y en ese plano, aunque no lo dijo directamente, dejó entrever que si la administración Bachelet estaba disconforme con el diseño del Transantiago, pudo haber establecido las modificaciones necesarias.
"Si usted me dice que se quiere ir en función de lo que estaba antes en el diseño que venía, depende. Si hay cosas del gobierno anterior que usted considera que están malas, bueno, las puede modificar, pero ése es un juicio que tiene que hacer cada gobierno en cada tema", agregó.
Implementación inmediata
Otra de las deficiencias advertidas por Lagos fue que el sistema se implementara de una vez, y no paulatinamente como estaba previsto originalmente, según aseguró.
De esta manera, respaldó los planteamientos que han formulado sus ministros ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, en el sentido de que jamás se pensó echarlo a andar todo de una vez.
Al respecto, reveló que "se discutió mucho si era posible aplicarlo por partes y lo que se concluyó fue que lo lógico era incorporar por partes los distintos avances".
Según el otrora mandatario, inicialmente estaba previsto que el Transantiago comenzara a operar por etapas, una de las cuales fue la incorporación de los nuevos buses durante su mandato.
Luego, indicó, la tecnología de GPS debió haber estado instalada en las máquinas, para evaluar si efectivamente el sistema de control de flota operaba correctamente.
«(Todo) esto era parte de una incorporación gradual. Así como también fue una incorporación gradual empezar a retirar buses. En consecuencia, la forma de hacerlo era gradual…», afirmó.
Infraestructura
Ligado con lo anterior, también se encuentran las deficiencias en infraestructura. ¿Si no estaba todo listo, por qué se echó a andar completamente?, fue la pregunta que implícitamente lanzó Lagos.
En efecto, sostuvo que fue durante su mandato cuando se duplicó la red del Metro -eje del Transantiago- y se construyeron las autopistas urbanas, para despejar el resto de las vías de la capital.
«Una cosa es que diseño que tienen que haber paraderos y otra cosa es que el día en que lo eche a caminar estén o no. Terminé mis funciones el 11 de marzo de 2006 y hasta ese momento se estaba trabajando en tener los paraderos…", sostuvo.
De hecho, ya en la misiva que había enviado esta semana advertía que para un adecuado funcionamiento se requerían estaciones intermodales, de transferencias, vías exclusivas y segregadas, todas materias que no estaban listas al 10 de febrero.
En el mismo plano, fustigó duramente la actitud de los privados, fundamentalmente de Sonda, responsable del soporte tecnológico al Administrador Financiero para el control de flota.
«Sin ese elemento, es difícil que pueda funcionar el Transantiago como estaba diseñado, porque no hay ninguna capacidad de manejar la flota", indicó.
Sobre la posibilidad de haberlo postergado cuando se constató que no estaba todo listo, recordó que durante su mandato lo retrasó en dos oportunidades y que incluso Bachelet lo hizo en una ocasión.
«No me corresponde juzgar cómo se ha implementado, por qué se puso en implementación, porque si es necesario tener que pagar multas, tiene que evaluarlo el gobierno en su momento. ¿Si no tiene los elementos centrales para echarlo a caminar, vale la pena pagar las multas o no….? sobre eso no me quiero pronunciar. No estoy gobernando el país», puntualizó.
