Más allá del punto obtenido, que pone a los peruanos con sólo dos unidades en la clasificación, el empate significó una inyección anímica poderosa para los locales, al demostrarse que pueden dar mucho más de lo mostrado hasta el momento en las eliminatorias.
Perú alcanzó el domingo un meritorio empate de 1-1 con Brasil en un intenso partido disputado en el Estadio Monumental de Lima que le permitió recuperar sus esperanzas en las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010 y tomar nuevo aire al entrenador José ‘Chemo’ del Solar.
Más allá del punto obtenido, que pone a los peruanos con sólo dos unidades en la clasificación, el empate significó una inyección anímica poderosa para los locales, al demostrarse que pueden dar mucho más de lo mostrado hasta el momento en las eliminatorias.
Para los brasileños, su permanencia en el tercer puesto de la clasificación, con cinco puntos, los mismos de Colombia, y a cuatro de líder, Argentina.
Perú salió a encarar a Brasil desde el primer minuto de juego, con un despliegue solidario, gran voluntad de conjunto y la convicción de que en Lima era imprescindible, cuando menos, no perder.
Por eso, en la primera mitad se pudo ver un derroche de esfuerzo de los peruanos que, conscientes de la superioridad técnica y los pergaminos de sus rivales, se prodigaron para cortar los circuitos creativos entre Robinho y Kaká y el recuperado Ronaldinho Gaucho.
Lució en esos momentos en gran forma el zaguero Santiago Acasiete, el líder de la defensa peruana, mientras que desde arriba se vio un aporte vital de Paolo Guerrero, Claudio Pizarro y Carlos Lobatón.
A pesar de lo aplicado del planteamiento peruano, Kaká demostró a los cinco minutos que cualquier descuido podía ser bien aprovechado por los «canarinhos», al enviar un remate desde unos 40 metros que fue bien controlado por el portero Diego Penny.
La réplica llegó tres minutos después, con un remate elevado de Jefferson Farfán.
El juego se concentró, a partir de entonces, en el medio campo, con un Brasil sólido en el control del balón y cauto al momento de manejarlo, aunque siempre con la mira puesta en enviar algún pase preciso para los latigazos de Robinho, Kaká o Vágner Love.
En Perú fue Juan Vargas el que por poco sorprende al portero Julio César, mientras que Pizarro envió, poco después, un balonazo potente que salió elevado tras gran pase de Guerrero.
Fue Vágner Love, sin embargo, el que hizo estremecer a todos los peruanos, a los 32 minutos, con un remate bajo que superó el esfuerzo de Penny y salió desviado por muy pocos centímetros.
El portero peruano se convirtió entonces en la figura de esos minutos, al cortar en gran reacción una veloz entrada de Robinho, aunque a los 39 poco pudo hacer nada ante un sorpresivo remate elevado de Kaká que hizo una parábola perfecta para clavarse en la escuadra izquierda de su portería.
Perú sintió el impacto del gol en contra y aunque intentó ir al frente, lució con sus líneas inconexas, al punto que en otro descuido Kaká estuvo a punto de volver a vencer a Penny, a los 44, con un remate muy parecido, aunque esta vez desde la derecha.
El desconcierto de los locales se mantuvo en el inicio de la segunda mitad, mientras Brasil cerraba su zona posterior y controlaba el balón con inteligencia en el medio campo.
Esto llevó al seleccionador peruano, José del Solar, a ordenar el ingreso del delantero Andrés Mendoza por el centrocampista Juan Jayo y de Paolo de la Haza por Carlos Lobatón.
Los cambios le dieron frutos, porque estos dos jugadores se juntaron con Roberto Palacios, que había ingresado al inicio del segundo tiempo por Guerrero, para producir los mejores momentos de Perú en todo el partido.
Aún así, Ronaldinho, que prácticamente pasó desapercibido durante todo el encuentro, envió a los 68 un tiro desde unos 40 metros que obligó al máximo esfuerzo de Penny.
Con toda la carne en el asador, los peruanos consiguieron el premio a su esfuerzo, más por empeño que por recursos técnicos, a los 71 minutos, con un remate bajo y potente de Juan Vargas que pegó en la pierna de Lúcio antes de vencer a Julio César.
Brasil, que se había conformado con su solitaria anotación, salió entonces desde el fondo y presionó en busca de romper nuevamente la paridad, lo que fue impedido por Penny y una dosis de buena suerte cuando, en los últimos segundos de juego, un tiro de esquina de Ronaldinho fue conectado de cabeza por un zaguero brasileño pero se estrelló en el larguero.
En la cuarta jornada de las eliminatorias, prevista para esta semana, Perú enfrentará a Ecuador en Quito y Brasil recibirá a Uruguay en Sao Paulo.
EFE
