Declaraciones sobre el fin de la mayoría de centroizquierda, formuladas esta vez por sus propios ministros, marcaron una nueva jornada para el premier italiano.
El Gobierno del primer ministro italiano, Romano Prodi, que debería haber salido reforzado tras ganar un voto de confianza en el Senado, se enfrentó hoy a nuevas amenazas de crisis y declaraciones sobre el fin de la mayoría de centroizquierda, formuladas esta vez por sus propios ministros.
El titular italiano de Infraestructuras, Antonio di Pietro, fue categórico al comentar el voto de confianza que ganó ayer el Ejecutivo para la aprobación de un proyecto de ley sobre seguridad, que salió adelante gracias al apoyo de cinco senadores vitalicios.
«Guste o no guste, después del voto de confianza de ayer en el Senado la mayoría política ya no existe. De ello hay que tomar nota», dijo el ministro a los periodistas.
En su opinión, «ya no se puede más con tanta pelea. Mejor descomponer y recomponer los polos (las dos coaliciones de centroizquierda y centroderecha que presiden la vida política italiana) de una manera más homogénea».
La próxima coalición debe estar fundamenta en «el hacer», sobre la base de un mismo programa, y no en la lógica de «estar juntos sólo contra alguien».
La coalición de centroizquierda, «La Unión», da muestras de sufrir divisiones cada vez más profundas por las diferencias entre los 16 partidos que la forman, desde democratacristianos a ex comunistas y verdes.
Las tensiones en la mayoría fueron alimentadas también por el ministro de Justicia, Clemente Mastella, quien amenazó con retirar la confianza al Ejecutivo si la Cámara de Diputados no modifica el artículo sobre discriminación sexual incluido en el decreto de seguridad.
El decreto aprobado ayer por el Senado pasa ahora al Congreso y Mastella quiere que se modifique el artículo que prevé penas de hasta tres años para quien difunda ideas sobre la superioridad racial o fomente la discriminación por motivos religiosos u orientación sexual.
Mastella, líder del democristiano Udeur, citado por medios locales italianos desde Bruselas, recordó el compromiso adquirido ayer por el titular de Relaciones con el Parlamento, Vannino Chiti, para modificar ese punto.
Si Refundación Comunista u otras fuerzas de izquierda intentan bloquear la modificación del artículo, Mastella amenazó con retirar la confianza al Gobierno.
En ese caso, para el ministro, «esta experiencia política acabaría aquí», aunque seguirían formalmente en el Gobierno hasta fin de año.
Además, algunos ministros del ala más a la izquierda del Gobierno escribieron hoy una carta a Prodi para pedir que reconsidere la ampliación de la base militar estadounidense en Vicenza, lo que podría abrir un nuevo frente de desacuerdos.
La carta está firmada por los responsables de Solidaridad Social, Paolo Ferrero (Refundación Comunista); de Medioambiente, Alfonso Pecoraro Scanio (Los Verdes); de Infraestructuras, Alessandro Bianchi (Partido de los Comunistas Italianos), y de Universidad, Fabio Mussi (Demócratas de Izquierda).
Los ministros recuerdan que «nunca» han compartido la autorización para su ampliación, que ha generado un movimiento de protesta vecinal, y consideran que «no es posible continuar como si nada hubiera pasado», ante la solicitud de los ciudadanos de convocar un referendo.
Además, piden a Prodi que tome «todas las iniciativas útiles para buscar un solución que sea respetuosa con la dignidad, la calidad de vida y los derechos de los ciudadanos» de Vicenza.
El Gobierno de Prodi dio su visto bueno al proyecto de ampliación de la base «Camp Ederle», a lo que se comprometió el anterior Ejecutivo.
Los ciudadanos realizaron una manifestación de protesta el pasado febrero contra la ampliación, en la que anunciaron su participación varios ministros que finalmente no fueron por petición de Prodi, pero las diferencias en el Ejecutivo quedaron patentes.
EFE
