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Para una historia del crimen organizado


El libro Conexiones Mafiosas publicado recientemente por el periodista Manuel Salazar, entrega una detallada visión, actual e histórica, de este tipo de delincuencia tecnificada. Sin duda un libro recomendable para comprender el fundamento histórico, político y económico de las organizaciones criminales.



Aunque la expresión Crimen Organizado es de vieja data, de las primeras grandes bandas americanas ligadas a la mafia italiana de principios del siglo XX en Estados Unidos, sólo en el último tiempo ha cobrado relevancia en los medios chilenos y se le ha tomado la importancia que merece, esa que busca evitar que permee el tejido social, jurídico y político.



De esta manera, una historia de la delincuencia organizada, del hampa más tecnificado si se quiere, de organizaciones delictuales llenas de códigos de honor y con poder comercial y de constante prolongación y reinvención, es necesaria no sólo para las policías, los fiscales, sino también para un ciudadano informado.



Por eso es que el último libro del periodista Manuel Salazar Conexiones Mafiosas, el crimen organizado a las puertas de Chile– entrega sin oblicuidades un relato que recorre desde la Cossa Nostra italiana, pasando por la Yakuza japonesa, las maras de Centroamérica, los grandes carteles de México, Colombia, la influencia peruana y boliviana en el tráfico de drogas y otros casos más conspirativos como la existencia de "Los Novios de la Muerte", dirigidos por el Carnicero de Lyon, Klaus Barbie, en el país que hoy gobierna Evo Morales, son apetecibles para un momento de absorción intelectual.



Salazar sostiene que el crimen organizado, o el crimen global organizado está ad portas de penetrar el país y, en una gran medida, tiene toda la razón, no sólo porque un timbre de aduanas chileno vale oro para cualquier traficante de drogas en Europa, por la confianza en existe en las autoridades chilenas por su casi nula corrupción, comparativamente hablando, sino porque se trata de un fenómeno transnacional.



Otro elemento para analizar a Chile como un dulce para cualquier mafioso, son las condiciones de la región, por ejemplo, la existencia de la triple frontera y países como Uruguay y Ecuador, donde las legislaciones Anti droga y lavado de activos o lavado de dinero, según el autor que se cite, no son las más óptimas.



En Chile, la historia tampoco es de santidades. Tenemos lo nuestro, aunque de menor ralea, sin el narco-boato de los colombianos y mexicanos, pero casos como el del Cabro Carrera a mediados de los 90, la Operación Oceáno -con el viaje de grandes mafiosos italianos para reunirse con el empresario naviero Manuel Losada- dan cuenta de estos intentos, como también del óptimo actuar de las autoridades encargadas de perseguirlos. Sin mencionar, por cierto, el paso por Chile de Amado Carillo Fuentes, "El Señor de los Cielos".



A Manuel Salazar le sirvió para este apasionante texto, una serie sobre la materia que publicó en La Nación Domingo, aunque agregó otros elementos de puntillosa documentación, similares en algunos casos a una de las grandes investigaciones que se han publicado en Chile, como La Historia Oculta del Régimen Militar, de la que fue coautor junto a Ascanio Cavallo y Óscar Sepúlveda.



Sin duda, se trata de un texto recomendable y regalable para algunos de esos amigos que todos tenemos y gustan de los temas conspirativos o bien de las grandes reflexiones sobre la globalización.



Y en eso Salazar coincide en el análisis y utiliza el criterio, el patrón, del libro Ilícito de Moisés Naim, quien centra la discusión en las cinco grandes guerras de la globalización: narcotráfico, tráfico de armas, personas, lavado de activos y piratería.



Salazar agrega a esta fórmula otros subgéneros o bien prácticas o tipologías que la delincuencia organizada utiliza para tener recursos y aumentar su poder, como es el tráfico de sustancias tóxicas.



Por esta razón, y luego de leer este libro, de prosa rápida, entretenida y bien documentada, las recientes operaciones contra el narco chilensis de las fiscalías Sur y Occidente, con los "car’e jarro" y "los guatones", respectivamente, queda claro que los medios farandulizan a un grupo de delincuentes sin mayor organización que la de cualquier banda, aunque con mayores recursos.



Por suerte que no son mejores haciendo su trabajo como criminales, ya que de ahí en adelante viene el paso siguiente, donde el dinero comienza a corromper los estamentos básicos que sustentan cualquier sociedad.





*Jorge Molina Sanhueza es periodista de El Mostrador.cl y editor del sitio web de crimen organizado, www.lavadodeactivos.cl


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