«Es una visita puntual, específica, dirigida básicamente a supervisar cómo está evolucionando el sistema penitenciario en el país», recalcó Meléndez, que agregó que la idea es constatar «las preocupaciones que distintos sectores nos han expresado de lo que está pasando en las cárceles chilenas».
El relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para personas privadas de libertad, Florentín Meléndez, comenzó este jueves en Santiago la inspección del sistema penitenciario chileno, criticado en algunos informes internacionales y locales.
Meléndez, que ha encabezado misiones de inspección de recintos carcelarios en varios países de la región, llegó a Chile invitado por la presidenta Michelle Bachelet, a quien agradeció la iniciativa.
«Hemos sido invitados por el Gobierno de la presidenta Bachelet y reconocemos esa iniciativa muy espontánea y transparente del Gobierno», dijo el funcionario a los periodistas, tras sostener una reunión con el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, y su equipo de trabajo.
«Es una visita puntual, específica, dirigida básicamente a supervisar cómo está evolucionando el sistema penitenciario en el país», recalcó Meléndez, que agregó que la idea es constatar «las preocupaciones que distintos sectores nos han expresado de lo que está pasando en las cárceles chilenas».
Entre éstas mencionó el uso abusivo de la fuerza al interior de los penales, algunos casos de tortura, que dijo, habrá que corroborar, así como otros de violencia interna entre los reclusos, lo que, a su juicio, puede estar demostrando alguna falla en los sistemas de seguridad interna.
«Todo esto son denuncias e informaciones que han llegado (a la CIDH), que queremos corroborarlas no con el objeto de plantear ninguna denuncia», precisó el relator, que una vez que termine su misión deberá emitir un informe con recomendaciones al Gobierno.
«También «queremos monitorear las buenas prácticas en Chile, sabemos que existen buenas prácticas y un giro de las políticas públicas en esta materia, que puede ser referente para otros países», dijo en alusión al programa gubernamental de construcción de cárceles a través del sistema de concesiones a privados.
Según un informe de la Corte Suprema, emitido hace una semana, hacinamiento, fallas estructurales, escasez de agua potable, largos períodos de encierro de los reos y malos tratos son algunos de los problemas que se registran.
De acuerdo con las cifras oficiales, el país tiene 45 mil reos y 20 mil de ellos cumplen condena en las cárceles de la Región Metropolitana.
Por lo mismo, penales como la Penitenciaría, con capacidad para 3.000 reos, hoy alberga a 6.256.
El relator de la CIDH abogó por no dejar en el abandono a las prisiones, como ocurre en la mayoría de los países, pues ello desencadena «más crimen e inseguridad».
«En la medida que atendemos e invertimos en las prisiones, directamente estamos incidiendo en mejores niveles y mejor calidad de la seguridad ciudadana en las Américas», subrayó el delegado.
«El trato humano en las prisiones no solo dignifica la actuación gubernamental frente a los particulares sino que facilita la readaptación, la reinserción social y familiar a la que tienen derecho todas las personas en el sistema interamericano», añadió.
Florentín Meléndez cumplirá en Chile una apretada agenda que comenzó este jueves con la visita al ministro Maldonado y entrevistas con el presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, y el vicecanciller Alberto van Klaveren.
El relator de la CIDH también cumplirá un recorrido por centros penitenciarios de distintas ciudades del país, tras lo cual, participará en la Segunda Reunión de Autoridades Responsables de Políticas Penitenciarias y Carcelarias de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebrará en la ciudad de Valdivia, entre el 26 y 28 de agosto.
EFE
