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Transantiago: el coqueteo de los senadores independientes

En medio de la guerrilla de declaraciones entre el gobierno y la oposición por el proyecto que subsidia el transporte público, ambos bandos están centrados en convencer a los senadores independientes, pues estiman que su voto será definitorio. Incluso Sebastián Piñera comenzó su ronda de telefonazos para sumar a algunos de ellos. Pero concientes de que están en el mejor de los escenarios, aceptan todas las invitaciones antes de tomar una decisión.


Desde el momento que la Cámara de Diputados aprobó el proyecto del gobierno que crea un subsidio permanente para el transporte público, los senadores independientes pasaron a ser la presa más apetecida tanto del oficialismo como de la derecha. Ellos son, ya están concientes de eso, quienes decidirán el destino de la polémica iniciativa en la Cámara Alta. Por eso la importancia de la reunión que el ministro René Cortázar les pidió y que fue agendada para el lunes 1 de septiembre, a las 19:00 horas, en dependencias del ex Congreso en Santiago.



Si bien a la cita no concurrirán los cuatro independientes, porque Adolfo Zaldívar ya anunció su voto en contra, el resto de los senadores que integran el comité han expresado que están dispuestos a escuchar los planteamientos de todos los sectores, pues aún no tienen definida su postura. Pese a que cuando, el sábado pasado, Cortázar estuvo en Magallanes intentó reunirse con Carlos Bianchi y éste no aceptó.



En este sentido, el jefe del comité independiente -quien es recordado como el salvador del Transantiago al votar a favor la primera vez que Cortázar pidió una inyección de recursos para el sistema- precisó que este tema debe tener necesariamente una solución técnica y no política. Por lo mismo que tampoco participó -dice- de la cena que sostuvieron los senadores Jovino Novoa (UDI) y Andrés Allamand (RN), con sus pares Carlos Cantero y Fernando Flores, el 19 de agosto en el comedor de la vicepresidencia de la Cámara Alta. Oportunidad en que se llegó al consenso de que La Moneda debía quitarle la urgencia al proyecto y dividirlo.



Y si bien no aceptó reunirse con Cortázar el sábado, sí asistirá a la cita del 1 de septiembre. Ello, porque según explica, la idea de la reunión es acordar los tiempos, para estudiar la posibilidad de que en el Senado se le puedan introducir indicaciones y propuestas a la iniciativa, "en la búsqueda de una solución al problema que, siendo del gobierno, nadie se puede restar a priori a tratar de contribuir para arreglarlo".



Los independientes están concientes de que quedaron en medio del duro y confrontacional debate que se abrió entre el gobierno y la derecha. Por eso están dispuestos a sentarse a conversar con todas las partes. De hecho, el lunes recién pasado Bianchi recibió un llamado directo de Sebastián Piñera. Según el senador magallánico, el empresario coincidió con él en que las soluciones para el transporte público deben ser técnicas. Por lo mismo, el senador se mostró dispuesto a reunirse con el presidenciable de RN a conversar.



La misma "buena disposición" tiene hacia la Presidenta Bachelet. Bianchi aseguró que si durante su visita a la Región de Magallanes esta semana, la mandataria se comunica con él para conversar, la escuchará. Pese a que no deja de recordar que los recursos que el gobierno comprometió para su zona al inyectarle dineros al Transantiago la primera vez, no fueron adecuadamente distribuidos por los gobiernos regionales. Por eso, subraya, no tuvieron el impacto esperado en la región.



Hay una cosa que a Carlos Bianchi le interesa que quede clara en La Moneda y es que existe, de su parte, disposición a contribuir a mejorar el sistema de transportes en todo el país y también el nunca bien ponderado Transantiago, pese a que este "es un problema del gobierno y no nuestro", insiste.



Otro elemento que planteó el senador independiente es que no está en condiciones de asegurar que todo el comité vote de igual forma el proyecto. Cada uno lo hará según lo estime conveniente, porque "no vamos a caer en el juego de la Concertación en que todos lo votarán a favor o de la Alianza en que todos los harán en contra". Tal como quedó de manifiesto en el caso del colorin Zaldívar, quien ya se alineó con la derecha.

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