El próximo 27 de junio se realizarán las elecciones internas de la colectividad opositora y uno de los candidatos es el actual timonel y senador por la primera conscunscripción, quien se muestra confiado en que su postulación no desatará un enfrentamiento con los adherentes de la candidatura del diputado Marcelo Díaz, a quien proclamó el mismo en enero pasado.
El senador Fulvio Rossi, quien está al mando del socialismo tras la salida de Camilo Escalona, siente que su candidatura a la presidencia del partido contribuirá a los anhelos de cambios internos.
En una entrevista en El Mercurio, Rossi afirma que se encuentra disponible para “construir una convergencia por el cambio y la renovación partidaria”.
Asimismo, agrega que el PS no puede “desangrarse en una disputa”, ya que el mensaje actual es claro “recuperar la fraternidad al interior del partido, y tenemos que predicar con el ejemplo y llevar adelante una contienda electoral con énfasis en las ideas y no en las personas”.
“No soy de los que satanizan a Escalona, pero creo que el cumplió un ciclo y hoy existen otras alternativas que permiten generar una renovación partidaria y un mayor debate interno”, precisa.
La vuelta de chaqueta con Díaz
Respecto a su cambio de opinión al no respaldar al diputado Marcelo Díaz, Rossi señala que no puede restarse a ser un aporte para que “nuestro proyecto colectivo logre tener éxito en las próximas elecciones. Eso no pasa por personas”.
“Marcelo es un tremendo líder, al igual que Álvaro Elizalde y Andrés Santander. Todos tenemos un espacio para renovar el partido. Me he formado la convicción de que mi participación en esta contienda tiene un sentido político, y la veo más como un tema de responsabilidad política que de un privilegio. Tomé la decisión de ser candidato para que los intentos de renovación del partido tengan éxito”, menciona.
El timonel del PS asegura que no existe un rompimiento recompromiso con Díaz, agregando que si existen diferencias entre amigos, estas no se resuelven a través de los diarios, sino que en forma personal.
Y añade que “lo que hay que tratar de hacer es generar una convergencia; aquí no sobra nadie y no hay disputa. El sistema electoral del PS es indirecto y eso hace que sea el comité central el que defina finalmente la directiva. Mi participación es una contribución a un proyecto colectivo”.
Sobre su tal convergencia de la que habla también incluye al ex ministro Osvaldo Andrade, candidato de la Nueva Izquierda y de Escalona, el senador asegura que su lista de “alguna forma representa una continuidad que pensamos que no es lo que el partido requiere hoy día”.
Asimismo, rechaza las interpretaciones que se hicieron cuando decidió asumir la presidencia de la tienda en reemplazo de Escalona.
“Siempre he podido ser candidato, para mí esta decisión lleva un tiempo de maduración y ha sido bastante meditada y conversada, y siento que contribuye; en la medida que esa realidad cambie, no tengo ambiciones personales”, sostiene.
Rossi asegura que distintos sectores de la colectividad le pidieron ser candidato a la presidencia del PS y estima que el esfuerzo de renovación partidaria tiene que tener un componente generacional y “si tomo esta decisión es porque estoy dispuesto a pecar por omisión, y que esto pueda significar un retroceso en lo ya avanzado”.
También señala que está dispuesto a dar un paso al costado si su candidatura pueda transformarse en un factor de división en los sectores que han impulsado una renovación interna.
El factor Tohá
El senador cree que la postulación a la presidencia del PPD de su esposa Carolina Tohá no es contraproducente a sus ideales de llegar a la presidencia del PS a través de votaciones internas.
“En la vida nadie me ha regalado nada. Carolina ha construido una exitosa carrera política y yo he hecho lo mío, y trato de no entrometerme en sus proyectos políticos, y ella también hará lo mismo”, afirma.
Respecto a que de todas formas, esto provocará un factor de crítica a su candidatura, Rossi acota que en la política hay que estar preparado para enfrentar variados escenarios y críticas.
“Somos de distintos partidos y es una situación que puede prestarse para comentarios, pero si uno condicionara sus acciones a eso, sería mejor quedarse acostado en una cama”, finaliza.
