El abogado Juan Pablo Hermosilla, quien representa a las cuatro víctimas del ex párroco de la Iglesia de El Bosque, valoró que Francisco Javier Errázuriz haya hecho un mea culpa por la forma en que la Iglesia abordó este episodio. Pero al mismo tiempo echó de menos una mayor preocupación del prelado por quienes sufrieron los abusos sexuales que actualmente son investigados por la justicia.
El cardenal Francisco Javier Errázuriz sigue siendo objeto de cuestionamientos por la forma en que abordó las acusaciones de abusos sexuales en contra del ex párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de El Bosque, Fernando Karadima.
Ahora fue el abogado Juan Pablo Hermosilla, quien representa a cuatro de los querellantes contra el cura, quien apuntó sus dardos contra el arzobispo de Santiago, cuyo período en dicho cargo eclesiástico está próximo a finalizar.
El profesional valoró el hecho que Errázuriz reconociera, en un artículo que publicó el diario The New York Times, que la Iglesia Católica chilena “haría las cosas mucho mejor” si en la actualidad debiera hacer frente a un caso de esta naturaleza. Y también consideró positivo su mea culpa por no haberle dado credibilidad a la versión de las víctimas.
Sin embargo, Hermosilla apuntó a que el cardenal poco ahonda sobre la situación de los afectados y más bien enfoca su preocupación en la persona de Karadima, quien esta semana declaró como inculpado en la causa en su contra que, por el período en el que se habrían cometido los delitos, se tramita bajo el antiguo sistema procesal penal.
«Es un poco tibio el reconocimiento del error, pero me parece que está bien, es claro que aquí las víctimas fueron desatendidas. De hecho uno nota que hay cierta preocupación excesiva sólo por el estado, condición, o sufrimiento de la persona que está siendo imputada de los delitos, que no me parece mal, pero me llama la atención que no haya la misma preocupación por las personas que pudieron ser víctimas», dijo el abogado en el Décimo Juzgado de Crimen de Santiago, hasta donde llegó para solicitarle al titular de ese tribunal, Leonardo Valdivieso, acceso al sumario y nuevas diligencias.
También propuso que la Iglesia ofrezca públicamente disculpas a los querellantes. “Creo que, en un proceso tan doloroso como este, uno espera que además de los temas legales, se recompongan ciertas confianzas básicas que tienen que ver con personas que han sido maltratadas doblemente, por los abusos y después por el sistema, porque cuando ellos tienen la valentía de salir a enfrentarlo, se les viene en contra».
