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Enrique Villanueva se considera el primer preso político del gobierno de Piñera y “rehén” de la UDI

A través de una carta escrita desde el penal de Alta Seguridad, el ex miembro del FPMR reitera su inocencia en la muerte del senador derechista y señala que su detención lo hace volver de una “manera tan abrupta a un pasado traumático de mi vida, ni menos que esto sucediera en un gobierno democrático. En aquella oportunidad, el sentimiento de indefensión, de sentirme víctima de una represión brutal e indiscriminada, el sufrir la violencia de la tortura física, el sentirme privado de libertad, me lo explicaba como una consecuencia del periodo que vivía en el país, del impacto de la dictadura en quienes éramos o fuimos sus opositores”.


El ex frentista Enrique Villanueva, quien está acusado por el asesinato del senador Jaime Guzmán, afirmó que a pesar del cambio del contexto político en el que se encuentra el país actualmente, de nuevo se siente en un estado de “indefensión frente a la justicia y ante una indiferencia social y política que me asusta”. Además, precisa sentirse como un “rehén” de la UDI y el primer preso político del Gobierno de Sebastián Piñera.

Así lo hizo ver el propio Enrique Villanueva a través de una carta escrita en la Cárcel de Alta Seguridad, lugar donde se encuentra privado de libertad tras una orden dictada por el juez Mario Carroza, quien investiga la muerte del parlamentario de derecha.

El ex miembro del FPMR reitera su inocencia de los cargos que se le imputan, asegurando que su detención le hace volver de una “manera tan abrupta a un pasado traumático de mi vida, ni menos que esto sucediera en un gobierno democrático. En aquella oportunidad, el  sentimiento de indefensión, de sentirme víctima de una represión brutal e indiscriminada, el sufrir la violencia de la tortura física, el sentirme privado de libertad, me lo explicaba como una consecuencia del periodo que vivía en el país, del impacto de la dictadura en quienes éramos o fuimos sus opositores”.

“Ese fue el recuerdo que sacudió mi vida cuando hace ya un mes y días, fui enviado a prisión e inculpado como procesado en un crimen que no cometí. Pasaron 37 años desde  1973 y a pesar del cambio del contexto político, me encuentro de nuevo en un estado de indefensión frente a la justicia y ante una indiferencia social y política que me asusta”, precisó.

Villanueva pone en tela de juicio las acusaciones en su contra que hizo Mauricio Hernández Norambuena, quien lo implicó en el crimen de Guzmán, lo cual provocó la reapertura del caso.

Apela a su inocencia, afirmando que hace 20 años que “me reinserté profesionalmente, dedicándome plenamente a la actividad académica, a la investigación, como profesor universitario y directivo en distintas universidades de Chile y el extranjero”.

Respecto a las acusaciones, Villanueva sostiene que se le califica de ser ex frentista, ex comandante del grupo, de terrorista y participante de una organización armada cuestionable frente a una sociedad democrática, pero “no se habla que se está juzgando a un profesional, un  académico destacado que con un esfuerzo propio, puede dar cuenta de una inserción, de su reinvención y de su aporte a la sociedad durante los últimos 20 años de su vida”.

“Por el contrario, la óptica para enfocar el dedo acusatorio es la imagen del pasado, como si el tiempo no hubiera transcurrido, negando con esto la evolución de las personas y su capacidad de adaptarse a los nuevos contextos”, menciona.

El nacimiento del FPMR

Asimismo, el ex comandante explica que el surgimiento del FPMR se explica como una respuesta al terrorismo de Estado vivido en la época de la dictadura militar, aclarando que no es su idea “extenderme en una defensa histórica del FPMR, el objetivo es otro,  llamar la atención sobre mi total inocencia del delito por el cual se me está procesando”.

“Lo que si alego es que si se están buscando indicios de mi participación en el FPMR, esto debe hacerse imperiosamente con un examen al pasado y más atrás, donde se podrán encontrar las razones y el sentido histórico social del nacimiento y actuación de esa organización”, precisa.

Añade que durante el periodo del gobierno militar sufrió las arbitrariedades que se vivían, por lo cual se considera “altamente sensible a las acusaciones que he recibido”, de ser a priori autor o partícipe de un asesinato que asegura no cometió, no planificó y que “no conocí hasta después de su realización”.

Además, alega que no es un asesino ni terrorista, sino que es un luchador social y “desde mi juventud he tratado de actuar guiado por valores morales y éticos vinculados a las ideas, para mi superiores, de una sociedad justa, más humana, en la cual las personas, su principal activo, tengan las mismas oportunidades de desarrollarse y ser felices”.

Mauricio Hernández Norambuena y la delación compensada

Respecto al proceso abierto en su contra, como inculpado en el asesinato de Jaime Guzmán, Villanueva sostiene tener temor que en este influyan distintas opiniones y odiosidades de una historia no resulta, ya que “somos un país que aun mantiene una línea divisoria entre quienes recuerdan el pasado dictatorial con orgullo y alegría, y para quienes esta historia evoca desgarradores recuerdos y dolorosos pasados”.

Sobre las declaraciones de Hernández Norambuena, el ex frentista explica que no son casualidad, ya que para él son producto de una propuesta que alguien le hizo, de delación compensada, por la cual recibirá la extradición a Chile.

“Esta delación que hizo, al involucrarme directamente como participante de la planificación del asesinato de Jaime Guzmán, agregando además mi supuesta participación en la oficina, fueron los elementos nuevos necesarios para que en Chile se pidiera reabrir el caso”, sostuvo.

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