En los últimos tres años se han llevado a cabo cinco operativos que han arrojado como resultado la incautación de más de 11.000 botellas de bebidas alcohólicas adulteradas, por un valor superior a los 220 millones de pesos.
«La falsificación de productos es la actividad criminal por excelencia del siglo XXI, y no existe ningún sector de la economía que esté libre de este flagelo», aseguró Ernesto Rengifo, especialista colombiano en el combate de este delito, durante el Primer Seminario de Adulteración de Bebidas alcohólicas.
En efecto, el año pasado la «industria» de la falsificación alcanzó la cifra de 600 mil millones de dólares, que equivale al 12% de las transacciones realizadas. Esta cifra equivale a las ganancias anuales de industrias gigantescas como la farmacéutica, automotriz o petrolera.
La actividad realizada en Viña del Mar contó con la asistencia de un centenar de fiscales del Ministerio Público, oficiales de la Policía de Investigaciones, PDI, y peritos técnicos del Laboratorio de Criminalística. Y con la participación de especialistas e investigadores policiales de Colombia y Venezuela.
El evento fue organizado por la distribuidora internacional de licores Diageo por invitación de la policía civil chilena. Según Christophe Beau, gerente comercial de Diageo Chile, “estamos comprometidos en liderar esta agenda en Chile, generando instancias de cooperación entre el sector privado y las autoridades locales. Esta actividad y otras similares que realizaremos más adelante forman parte de los esfuerzos globales de Diageo por poner en el debate público las implicancias que tiene la adulteración de bebidas alcohólicas”.
Beau destacó que “la primera víctima es siempre el consumidor, que recibe un producto adulterado que puede poner en grave peligro su salud, como por ejemplo graves intoxicaciones, infecciones, ceguera e incluso la muerte. También pierde el fisco que recauda menos impuestos y, finalmente, las empresas afectadas sufren un deterioro de su imagen y reputación”.
A diferencia de otros países de América Latina, como Venezuela, Colombia, México y Brasil, la adulteración masiva de bebidas alcohólicas es un delito reciente en Chile, aunque no es así en otros tipos de falsificaciones.
Según fuentes de la PDI, en los últimos tres años se han llevado a cabo cinco operativos que han arrojado como resultado la incautación de más de 11.000 botellas de bebidas alcohólicas adulteradas, por un valor superior a los 220 millones de pesos.
Los lugares donde se comercializan licores adulterados suelen ser las ferias libres, bares y restaurantes. En Chile, las bebidas alcohólicas más falsificadas en Chile son el ron y el whisky.
